Sólo una dupla ideal, de arquitecto y diseñadora, podía lograr espacios con tanta identidad como los de esta casa en Vitacura, que desde hace 30 años habita este matrimonio. Las horas dentro del lugar parecen no pasar, algo especial tiene esta casa. La recorrimos y captamos cada detalle que sus dueños han transformado en un sello personal.

“Lo que la hace atractiva es la calidez y el cariño con que se ha querido ambientar. Es el reflejo del quehacer, sentir y pensar de todos los que la habitan”, cuenta la propietaria mientras nos muestra la colección de cerámica gres que durante un tiempo fabricó y que hoy la llena de recuerdos.

Hicimos un alto en los exteriores, era imposible no querer retratar todo. “Son realmente los lugares que más se viven en esta época”, afirma la dueña, quien ha desplegado todo su ingenio para ambientar estos frescos rincones al más puro estilo de la película El Jardín Secreto. Y la gracia de estos patios es que se van relacionando con los espacios interiores permitiendo, por ejemplo, que desde el dormitorio principal se vea llegar diariamente un grupo de aves a la pequeña fuente de agua que lo antecede. “Desde el interior apreciamos el cambio de estaciones, los distintos aromas, las transformaciones del follaje y el color de los árboles, el nacimiento y crecimiento de nuevas plantas y flores”, confiesa.

Y es que nos encontramos frente a una persona que venera todo lo que considere la belleza, en detalles y en términos generales. Por lo mismo, desde la entrada, pasando porel living, el comedor, los descansos y los dormitorios, tienen una lógica y un tono que no se pierde.

“Se da unamezcla ecléctica con tradicionales muebles encontrados en el Mercado Persa o el antiguo Mercado Presidente Ríos y otros más modernos y hasta objetos de diseño de la tienda Interdesign”, cuenta la dueña al terminar la entrevista.