Sin palabras
A menos de veinte minutos de la ciudad, pasando un camino rodeado de sauces y una laguna que nadie diría que es artificial, está la nueva casa de Rubén Rosenberg y Caterina Pruzzo: su placer culpable, su escape, su santuario.


Despiertan con una increíble vista a un estanque lleno de peces koi de diferentes colores, papiros y hasta flores de loto. Desayunan sintiéndose en medio de la naturaleza, casi como si no estuvieran protegidos por esta casa, y al instante siguiente están esquiando en la laguna que colinda con su jardín. O si lo prefieren, pueden interrumpir la paz de este lugar y volver en menos de media hora a la ciudad, a la vida 'normal', al trabajo y regresar tan solo los fines de semana para relajarse o simplemente estar.
Esta casa fue pensada como un medio para disfrutar de la naturaleza y descubrir de verdad el significado de descansar. También para tener un lugar de reencuentro y, por qué no decirlo, para que el dueño de casa pudiera practicar su deporte favorito: el esquí acuático. Así lo entendió la oficina de arquitectura y diseño DAW (www.daw.cl). Los arquitectos lograron hacer realidad cada uno de estos usos, por una parte, en dos volúmenes herméticos de hormigón armado, donde situaron los dormitorios en los extremos, junto a varias lucarnas, y, por otra, un núcleo principal para las áreas sociales, un gran centro acristalado y abierto, que funciona como un espacio semicubierto y que se comunica con el espejo de agua o la laguna al abrir por completo los ventanales.
MOBILIARIO. Como parte del proyecto de arquitectura se incluyeron varios muebles en obra: la mesa de comedor y cocina, bancas y mesa de hormigón que salen desde el pavimento en el living, un muro divisorio con repisas, vanitorios, etc.
LIVING. Se enterró cincuenta centímetros para delimitar el área.
LAGUNA. Es parte del paisaje y se integra a la casa a través de los amplios ventanales.
No hay duda, este es un lugar para conectarse con la naturaleza y lleno de rincones para compartir: el living en desnivel, la piscina, un espacio para un fogón y una quinta fachada sobre los cuartos de invitados, que funciona como un deck para tomar sol o una segunda terraza. Aquí todo relaja e invita.
Inspiración
La desconexión total se logra cuando alcanzamos total sintonía con la naturaleza.
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