¿Te has preguntado qué ocurre si el motor de tu auto se queda sin aceite?

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La falta de lubricante puede desencadenar la peor pesadillas para el dueño de un automóvil. Aprende cómo evitarlo.




Los autos evolucionan en diseño, en motorizaciones y en prestaciones. Qué duda cabe. Pero hay algo que, al menos en los motores a combustión, se mantiene inalterable con los años. Hablamos del cuidado que hay que tener con el propulsor y el aceite que el propio fabricante recomienda para su correcto funcionamiento. ¿Algunas vez te has preguntado qué sucedería si el motor se queda sin aceite?

Como te hemos explicado en notas anteriores, un motor necesita tres fluidos para funcionar a plena capacidad. En primer término el propio combustible, ya sea bencina o diésel. En segundo, el aire que se mezcla para provocar las explosiones y, en tercer lugar, el lubricante que permite que el motor realice su trabajo sin sufrir en exceso.

La principal función de este último líquido es que la fricción entre las piezas -inevitable de por sí- se mantenga en los niveles más bajos posibles. En el fondo, el aceite permite que el roce entre fierros no sea excesivo como para generar problema de calentamiento, deformaciones e incluso fusiones producto del desmedido calor interno.

La pesadilla de quedar sin aceite

Cuando un motor gira a un ritmo de 4.000 rpm, los pistones están trabajando a pleno, pero ellos no son los únicos que utilizan el aceite. También lo hacen otros componentes como los árboles de levas o el cigüeñal y cientos de otras piezas que requieren de un flujo constante. Cuando el aceite es deficiente, inferior al nivel especificado o simplemente no existe, producto de alguna fuga, el motor lo resentirá en poco tiempo.

Los síntomas estarán asociados al propio sonido del motor que irá creciendo a medida que el desgaste -del deterioro de las piezas- también lo haga. Si el motor está sin aceite -lo que puede darse por alguna fuga grave de aceite- y solo está en ralentí, puede que no sufra daños si detenemos el motor a tiempo. Si por el contrario, este se ve exigido sin su lubricante interno, las consecuencias serán catastróficas y el motor llegará al punto de fundirse.

Lo más recomendable para evitar esta pesadilla, es simplemente realizar mantenimientos periódicos del motor. Además, se hace necesario revisar constantemente el nivel de aceite indicado en la varilla que está en el capó y también, chequear cada cierto tiempo que el lugar donde está estacionado el vehículo no tenga manchas de aceite en el suelo.

También se debe ser riguroso con los kilometrajes del cambio del lubricante. Asimismo, es importante saber que el vehículo consume cierto nivel de aceite y ello no es una falla en la medida que sea en un nivel moderado. Por último, también es bueno que revises debajo del capó si es que hay algún tipo de mancha negra que dé indicios de una fuga. Ya sabes, el aceite es todo para el motor y no existe todavía la persona que se ponga feliz cuando se entera que debe cambiar el motor.

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