El caos y la confusión han marcado el inicio del proceso de entrega de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza a través de una iniciativa israelí, apoyada por Estados Unidos, que ha causado controversia.

La Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza dijo el miércoles que 10 palestinos murieron y 62 resultaron heridos en los últimos dos días mientras intentaban llegar a un punto de distribución de ayuda al oeste de Rafah, en el sur del enclave asediado bajo el mecanismo estadounidense e israelí.

Las fuerzas israelíes “abrieron fuego directo contra civiles palestinos hambrientos que se habían reunido para recibir ayuda”, declaró. “Este atroz crimen ocurrió durante reuniones pacíficas de ciudadanos, impulsados ​​por la necesidad desesperada y el hambre extrema, que se dirigían a lugares donde supuestamente se les proporcionaba ayuda”, añadió.

La Fundación Humanitaria de Gaza (FHG) es la que ahora se encarga de la distribución de ayuda y fue impulsada por Israel en medio de las presiones para permitir la entrada de ayuda, Israel ha buscado una solución que, según afirma, impida que la ayuda caiga en manos del grupo palestino Hamas. Las organizaciones humanitarias afirman que la gran mayoría de los alimentos y otros suministros llegan a la población civil de Gaza y no se desvían a los combatientes.

La ayuda llegaba antes por organizaciones lideradas por la ONU, que han llevado a cabo una operación masiva trasladando alimentos, medicinas, combustible, tiendas de campaña y otros suministros a través de Gaza desde que comenzó la guerra en octubre de 2023.

La ONU y otras organizaciones humanitarias advirtieron que un grupo recién formado y sin experiencia no sería capaz de manejar la logística de alimentar a más de dos millones de personas en una zona de combate devastada.

Los grupos de ayuda humanitaria se han opuesto al nuevo sistema y afirman que Israel intenta usar los alimentos como arma y que un nuevo sistema no será eficaz. Israel puso fin a un bloqueo el lunes de la semana pasada, que había establecido desde marzo y que impidió la entrada de alimentos y combustible al enclave, dejando a los palestinos desesperados por la escasez de suministros.

La ONU afirmó que el FHG utilizaría la ayuda como arma amenazando con el desplazamiento masivo de palestinos. Los sitios iniciales de distribución de ayuda operarían sólo en el sur y centro de Gaza, lo que, según advirtió la ONU, podría conducir al desplazamiento de palestinos en el norte de Gaza, que se verían obligados a desplazarse al sur en busca de alimentos y otra ayuda.

“La ayuda humanitaria no debe politizarse ni militarizarse”, afirma una declaración del Comité Internacional de la Cruz Roja. “Esto socava la neutralidad necesaria para garantizar que la asistencia se preste únicamente en función de las necesidades, y no de agendas políticas o militares”.

Según Al Jazeera, Gaza cuenta actualmente con 400 puntos de distribución, y posee la capacidad y los conocimientos necesarios para distribuir la ayuda eficazmente. Con solo unos pocos puntos de distribución bajo la FHG, la gente podría verse obligada a caminar largas distancias y a cargar raciones pesadas. “El problema no es la logística”, señala un comunicado de 11 grupos humanitarios. “Es la hambruna intencionada”.

Una de cada cinco personas en Gaza se enfrenta actualmente a la hambruna debido al bloqueo israelí de alimentos y ayuda, mientras que el 93% está experimentando una grave escasez de alimentos, según una evaluación respaldada por la ONU publicada la semana pasada.

Según el portal Middle East Eye, el martes se produjeron escenas caóticas en Rafah, en el sur de Gaza, mientras palestinos hambrientos se apresuraban a entrar en una instalación que albergaba ayuda de FHG, debido a las largas demoras en los controles de seguridad de los destinatarios.

La desesperación era evidente en el centro de distribución, donde imágenes verificadas por The New York Times mostraban escenas caóticas, con cientos de personas reunidas en el recinto. Se podía ver a grandes multitudes, incluyendo mujeres y niños pequeños, corriendo hacia el centro del lugar donde se habían apilado cajas de ayuda ese mismo día, y el caos aumentaba a medida que más personas trepaban por los terraplenes de arena que rodeaban el lugar.

En un video, se ve a una gran multitud huyendo repentinamente del centro de distribución mientras se escuchan varias ráfagas cortas de disparos a lo lejos. La multitud, presa del pánico, pisotea la valla metálica instalada alrededor del perímetro.

Sin embargo, FGH negó tales informes, mientras que el Ejército israelí dijo que disparó “tiros de advertencia” y luego restableció el control de la instalación.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reconoció que Israel y Estados Unidos perdieron “momentáneamente” el control de su centro de ayuda humanitaria en el sur de Gaza el martes. “Elaboramos un plan con nuestros amigos estadounidenses para tener centros de distribución controlados donde una empresa estadounidense distribuiría los alimentos a las familias palestinas”, declaró Netanyahu.

“Hubo una pérdida de control momentánea. Afortunadamente, lo recuperamos”, añadió.

La seguridad en los nuevos sitios de distribución está a cargo de contratistas privados estadounidenses, pero el Ejército israelí está estacionando fuerzas cerca, fuera del perímetro.

Según los medios israelíes, los estadounidenses afiliados a la FGH tuvieron que ser rescatados una vez que perdieron el control de las instalaciones.

Mientras que el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, calificó las escenas de “desgarradoras, por decir lo menos”. “Nosotros y nuestros socios tenemos un plan detallado, basado en principios y operativamente sólido, apoyado por los estados miembros, para llevar ayuda a una población desesperada”, dijo.

“Seguimos insistiendo en que es esencial ampliar significativamente las operaciones humanitarias para evitar la hambruna y satisfacer las necesidades de todos los civiles, dondequiera que se encuentren", señaló Dujarric, quien añadió que la ayuda debe distribuirse de manera independiente e imparcial.

“Vimos el plan que (FGH) publicó y que nos presentaron, y no se ajusta a los parámetros que consideramos que coinciden con nuestros principios, que aplicamos en todos los ámbitos, desde Gaza hasta Sudán y Myanmar, y en cualquier lugar del que se desee hablar”, detalló.

La Fundación Humanitaria de Gaza afirmó que la distribución de ayuda continuó sin incidentes en el enclave costero y que había abierto un segundo punto de distribución. “En ambos puntos, se han distribuido aproximadamente 14.550 cajas de alimentos hasta la fecha. Cada caja alimenta a 5,5 personas durante 3,5 días, con un total de 840.262 comidas”, declaró en un comunicado. Se espera que el flujo de ayuda aumente a diario, añadió.

Philippe Lazzarini, director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA), dijo que el modelo de Israel para proporcionar ayuda era un desperdicio y una “distracción de las atrocidades”.

“El modelo de distribución de ayuda propuesto por Israel no se alinea con los principios humanitarios fundamentales”, dijo Lazzarini el miércoles. “Ayer (martes) vimos imágenes impactantes de personas hambrientas empujando las vallas, desesperadas por comida. Fue caótico, indigno e inseguro”, denunció.

Ahmed Bayram, del Consejo Noruego para Refugiados, pidió a Israel y a Estados Unidos que abandonen la iniciativa. “Así no se brinda la ayuda; así no es como se debe distribuir la ayuda, y menos aún cuando lo hace un ocupante, un país que ha destruido y arrasado Rafah, que ha pedido a la gente que regrese a Rafah, que ha desplazado a la gente de Rafah y ahora les dice que regresen y reciban todo lo que puedan conseguir”, afirmó.

Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, minimizó las críticas, asegurando que no había pruebas de desnutrición en Gaza. “No se ve ni una sola persona demacrada desde el comienzo de la guerra hasta el presente”, señaló.

Reconocimiento de Palestina

En el plano político, en tanto, Francia está presionando a otras potencias europeas, incluido Reino Unido Bélgica y los Países Bajos, para que reconozcan el Estado palestino en una conferencia de la ONU el próximo mes.

Un diplomático francés dijo a Politico, bajo condición de anonimato, que el Presidente Emmanuel Macron esperaba que el anuncio en la conferencia pudiera ayudar a reiniciar las conversaciones de paz entre los palestinos e Israel.

“La solución de dos Estados es más necesaria que nunca, pero se ha visto más socavada que nunca debido a la guerra, el desplazamiento (de palestinos) y la violencia de los colonos extremistas”, dijo el diplomático.

Sostuvo que Macron esperaba que el reconocimiento de Palestina en la conferencia, que será copatrocinada por Arabia Saudita, pudiera complementarse con el reconocimiento de Israel por parte de varios Estados árabes.

Sin embargo, otro diplomático europeo comentó a Politico que en esta etapa los Estados árabes querían “sanciones, no la condición de Estado”.

Actualmente, 147 de los 193 Estados miembros de la ONU reconocen al Estado de Palestina. España, Irlanda y Noruega acordaron el reconocimiento el año pasado.

Israel ha condenado el reconocimiento de Palestina por considerar que recompensa las acciones de los grupos armados palestinos.

Por otro lado, cientos de escritores y organizaciones culturales han firmado una carta calificando de genocida la guerra de Israel contra Gaza e instando a un alto el fuego inmediato.

Los 380 firmantes de la carta incluyen a los escritores Ian McEwan, Zadie Smith, Frank Cottrell-Boyce, William Dalrymple, Elif Shafak, Irvine Welsh y Kate Mosse.

“El uso de las palabras ‘genocidio’ o ‘actos de genocidio’ para describir lo que está sucediendo en Gaza ya no es debatido por expertos legales internacionales ni por organizaciones de derechos humanos”, señaló la misiva, que agregó que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha “identificado claramente” los actos de genocidio perpetrados por el Ejército israelí.

La redacción de la carta fue organizada por los escritores Horatio Clare, Kapka Kassabova y Monique Roffey.

Los firmantes afirman: “No se trata solo de nuestra humanidad común y de todos los derechos humanos; se trata de nuestra idoneidad moral como escritores de nuestro tiempo, que disminuye cada día que nos negamos a hablar y denunciar este crimen”.

Protesta de familiares de rehenes

En tanto, frustrados porque aun quedan rehenes en el enclave, ciudadanos israelíes de todo el país participaron en manifestaciones e instalaciones generalizadas la mañana de este miércoles, conmemorando el 600º día desde el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023 y presionar para que las personas que se encuentran cautivas regresen.

Las familias de rehenes bloquearon la autopista Ayalon cerca del cruce Hashalom, un importante cruce en el área de Tel Aviv, como parte de las protestas del día.

“600 días sin nuestros queridos familiares, 600 días durante los cuales Hamas los mantiene cautivos mientras el sangriento gobierno de Israel los abandona allí para preservar la unidad de la coalición”, declararon las familias de los rehenes en un comunicado. “Nuestras familias se han convertido en víctimas de los cálculos políticos baratos del primer ministro. Han transcurrido 600 días desde el 7 de octubre, y sin embargo, el gobierno de Israel nunca ha puesto en marcha un plan integral para liberar a todos los rehenes. Netanyahu prefiere devolverlos por etapas mediante listas selectivas, decidiendo quién vive y quién muere, en lugar de asegurar la liberación de todos”, añadieron.

En el kibutz Lohamei HaGeta’ot, alrededor de 100 miembros crearon una gran instalación a las 6:29 am -la hora exacta en que comenzó el ataque del 7 de octubre- mostrando el símbolo de los rehenes para conmemorar los 600 días desde el ataque mortal mientras pedían la liberación de los 58 rehenes que aún permanecen retenidos en Gaza por Hamas.

En una columna publicada en el diario Haaretz, el periodista y escritor israelí Amir Tibon criticó el liderazgo de Netanyahu: “Hoy se cumplen 600 días del 7 de octubre de 2023, el día más oscuro en la historia de Israel. La próxima semana, la nación conmemorará 58 años de la Guerra de los Seis Días, considerada durante mucho tiempo por muchos israelíes como la cumbre de los triunfos militares del Estado judío: una victoria impactante, contra todo pronóstico, que asombró al mundo. Entre estos dos eventos -concluidos en seis días con resultados claros y otro que se ha prolongado durante 600 días sin un final a la vista- se encuentra una importante lección sobre el liderazgo en tiempos de crisis”.