
A 80 años de Hiroshima y Nagasaki: los fantasmas en Japón y EE.UU.
El 6 y 9 de agosto de 1945, EE.UU. atacó Hiroshima y Nagasaki, respectivamente, convirtiendo a Japón en el primer y único país hasta ahora que ha sufrido el impacto de bombas nucleares en tiempos de guerra. A ocho décadas, sondeos dejan en evidencia las opiniones divididas sobre este hito y la preocupación de los sobrevivientes de esa tragedia por el uso de armas atómicas. Como Jiro Hamasuni, el más joven de los “hibakusha”, quien cuenta a La Tercera sobre sus esfuerzos para lograr un mundo libre de estos arsenales.

Aunque nació mucho después de que las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki fueran devastadas por las bombas atómicas el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, Yoshiko Watanabe no pudo dejar de llorar el 11 de octubre pasado cuando se enteró de que los sobrevivientes de los ataques atómicos estadounidenses habían ganado el Premio Nobel de la Paz.
“Son un grupo de personas que transmiten el mensaje al mundo, así que como japonesa creo que esto es realmente maravilloso y sólo puedo expresar mi gratitud a quienes otorgaron el Premio Nobel de la Paz a Japón”, dijo Watanabe, residente de Tokio, a Reuters, mientras lloraba en una calle del distrito de Shinbashi.
El grupo Nihon Hidankyo de sobrevivientes de la bomba atómica recibió el Premio de la Paz 2024 en reconocimiento a “sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares” y demostrar, a través del testimonio de testigos, que las armas nunca deben volver a usarse, dijo el Comité Noruego del Nobel al justificar el galardón.

El premio renovó la atención sobre el legado de los sobrevivientes, conocidos como “hibakusha”, y el doloroso lugar de Japón en la historia como el único país contra el cual se han utilizado armas nucleares. Muchos japoneses aún creen que Estados Unidos debería disculparse por los bombardeos, que mataron a unas 200.000 personas y obligaron a Japón a rendirse, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial. Tras el conflicto, Tokio renunció a su derecho a declarar la guerra y mantiene fuerzas de autodefensa. Depende de Estados Unidos para su protección.
En mayo de 2016, cuando visitó el Memorial de la Paz de Hiroshima, el entonces presidente Barack Obama habló de la “responsabilidad compartida de mirar directamente a la historia y preguntarnos qué debemos hacer de forma diferente”. Sin embargo, el demócrata evitó cualquier expresión directa de disculpa por los bombardeos, algo que muchos japoneses consideran necesario.
“Algún día, las voces de los hibakusha ya no estarán con nosotros para dar testimonio. Pero el recuerdo de la mañana del 6 de agosto de 1945 nunca debe desvanecerse”, dijo Obama entonces.
Aunque en marzo de 2024 todavía había más de 106.000 sobrevivientes de la bomba atómica registrados en Japón, dado que su edad promedio es de 85,6 años, desde hace tiempo existe la preocupación de que los japoneses más jóvenes y las personas fuera del país están cada vez menos familiarizadas con las terribles lecciones de Hiroshima y Nagasaki.

Al cumplirse la próxima semana el 80° aniversario del lanzamiento de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, sendos sondeos en EE.UU. y Japón han dejado en evidencia las opiniones encontradas sobre ese hito, al tiempo que han revelado la preocupación de los sobrevivientes de esa tragedia por el uso de armas nucleares.
El temor de los “hibakusha”
El fantasma nuclear aún sigue presente para los “hibakusha”. Casi el 70% de ellos cree que las armas nucleares podrían usarse nuevamente, y muchos citan la invasión de Rusia de Ucrania y el desarrollo de armas de Corea del Norte, según una encuesta de Kyodo News realizada antes del 80° aniversario de los bombardeos atómicos en Japón.
Muchos encuestados tampoco fueron optimistas de que la obtención del Premio Nobel de la Paz del año pasado por parte de Nihon Hidankyo ayudaría a lograr un mundo sin armas nucleares, con más del 60% esperando poco o ningún cambio.
Cuando se les preguntó si el riesgo de que se utilicen nuevamente las armas nucleares está aumentando, el 68,6% dijo que es así, el 6,7% aseguró que no lo es, y el 24,7% señaló que no sabía.
Aunque han pasado 80 años desde los bombardeos, el 45,7% dijo que “no pueden perdonar” a EE.UU., seguido por el 24,3% que señaló que “no tienen sentimientos especiales” y un 16,9% que contestó que “no sabía”.
Asimismo, un poco menos del 25% dijo que Japón debería dejar inmediatamente el llamado paraguas nuclear de EE.UU., mientras que el 43,9% señaló que eventualmente debería hacerlo, pero que es demasiado pronto en este momento.

“La encuesta de Kyodo News refleja la profunda y creciente preocupación entre los ‘hibakusha’ sobre el riesgo de uso de armas nucleares. Sus temores se comparten ampliamente en la sociedad japonesa, especialmente en medio del empeoramiento del entorno de seguridad global y la erosión del marco de control de armas”, explica a La Tercera Masako Toki, investigadora del Centro James Martin de Estudios sobre No Proliferación en el Instituto Middlebury de Estudios Internacionales en Monterey.
“En este contexto, la política de seguridad nacional de Japón ha enfatizado cada vez más la dependencia del paraguas nuclear de Estados Unidos, profundizando la dependencia del país en la disuasión extendida. Esta realidad presenta a Japón un dilema de larga data y doloroso: mientras que el país aboga por el desarme nuclear global, permanece bajo la protección de las armas nucleares”, señala la experta.
“Sin embargo, el impulso para el desarme entre la sociedad civil, especialmente entre las generaciones más jóvenes, continúa creciendo. El Premio Nobel de la Paz 2024 otorgado a Nihon Hidankyo ha impulsado significativamente la conciencia pública y el apoyo a la abolición nuclear”, afirma Toki, quien actualmente lidera varias iniciativas de educación sobre desarme nuclear orientadas a los jóvenes.

Al respecto, Jiro Hamasumi, secretario general de Nihon Hidankyo, comenta a La Tercera: “Mientras conmemoramos el 80° aniversario de los bombardeos atómicos, Nihon Hidankyo ha estado pidiendo la abolición de las armas nucleares y la compensación estatal por el daño causado por los bombardeos atómicos. Reconocemos la misión de los sobrevivientes de la bomba atómica: dar testimonio de la inhumanidad de las armas nucleares y plantearlo a la opinión pública tanto en el país como en el extranjero, instando al gobierno japonés a firmar y ratificar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y trabajar hacia una sociedad humana libre de armas nucleares y guerra”.
Con 79 años de edad, Hamasumi es conocido como el sobreviviente más joven de la bomba nuclear. Su madre tenía tres meses de embarazo cuando experimentó el bombardeo de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. Su esposo estaba trabajando en una compañía a aproximadamente 500 metros del centro de la explosión, y ella no pudo llevar sus restos a casa. Solo encontró su cinturón, accesorios de billetera y llaves.
Visiones mixtas en EE.UU.
En Estados Unidos, la opinión pública aparece dividida sobre el uso de la bomba atómica contra Japón en 1945. Según una nueva encuesta del Pew Research Center, el 35% de los estadounidenses hoy dice que estaba justificada su utilización, mientras que el 31% cree que lo contrario. Un tercio señala que no está seguro.
En 1945, inmediatamente después de los bombardeos, una encuesta de Gallup realizada mediante entrevistas personales reveló que la gran mayoría de los estadounidenses (85%) aprobaba las acciones de EE.UU.
En una encuesta de 2015 del Pew Research Center, el 56% de los estadounidenses afirmó que el uso de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki estaba justificado, mientras que el 34% dijo que no. A diferencia de la nueva encuesta realizada en junio, la pregunta de la encuesta de 2015 no incluía una opción de respuesta explícita de “No estoy seguro”.

Aunque hoy en día la opinión pública estadounidense tiene opiniones encontradas sobre los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, las actitudes difieren según el género, la edad, el partido y la ideología política.
Así, los hombres son más propensos que las mujeres a afirmar que los bombardeos nucleares estaban justificados (51% frente a 20%). En cambio, las mujeres tienden más que los hombres a decir que estos ataques no estaban justificados (36% a 25%).
En cuanto a edad, los estadounidenses de 65 años o más (48%) son más propensos que los adultos de menor edad a afirmar que el uso de la bomba nuclear contra Japón estaba justificado. Los adultos menores de 30 años, por su parte, tienden considerablemente más a señalar que los bombardeos no estaban justificados que a afirmar que sí lo estaban (44% frente a 27%).

Aproximadamente la mitad de los republicanos e independientes con inclinación hacia el Partido Republicano (51%) señala que los bombardeos estuvieron justificados, pero las opiniones difieren considerablemente según la ideología, apunta el Pew Research Center. Así, el 61% de los republicanos conservadores señala que correspondía el uso de bombas nucleares en 1945, mientras que un porcentaje mucho menor (14%) afirma que no. Los republicanos moderados y liberales, en cambio, tienen la misma probabilidad de afirmar que la utilización de las bombas estuvo justificada que de responder que no lo estuvo (35% frente a 31%).
En tanto, los demócratas y sus simpatizantes son más propensos a afirmar que los bombardeos nucleares no estuvieron justificados que a decir que sí lo estuvieron (42% frente a 23%). Los demócratas liberales tienden particularmente a considerar el uso de la bomba atómica como injustificado: el 50% lo afirma.
“Lo que está muy claro de los sondeos realizados por Pew Research Center y otras organizaciones de encuestas es que los bombardeos, con el paso del tiempo, tienen cada vez menos apoyo entre los estadounidenses”, dijo a La Tercera Eileen Yam, directora de Investigación de Ciencia y Sociedad en el Pew Research Center y una de las responsables del estudio.
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