En el bastión de la ultraderecha alemana

Imagen IMG_5345
Simpatizantes de movimientos de ultraderecha, en Dresde.

La Tercera asistió a una de las marchas que todos los lunes se realizan en el casco histórico de Dresde, capital de Sajonia, donde Alternativa para Alemania fue el partido más votado el año pasado. Los manifestantes protestan por el ingreso de refugiados y piden terminar con los acuerdos tomados por la UE.


Son casi las 18:30 y desde distintos puntos de Alemania comienzan a llegar cientos de simpatizantes de ultraderecha a la plaza Q-Park Altmarkt, en pleno casco histórico de la capital del estado de Sajonia, Dresde. Es un lunes de abril. Mientras un grueso del grupo levanta sus pancartas, con consignas como "tenemos derecho a nuestra patria y a nuestra cultura alemana, que nadie nos las quite", desde otro costado de la plaza, hay también otro grupo -en menor cantidad- que pide terminar con las "discriminaciones" y "las políticas nazis" en el país.

Quince minutos después -y cuando los manifestantes logran convocar cerca de 800 personas- uno de los líderes de la protesta da la señal de que hay que comenzar la marcha número 141 por la Wilsdruffer Straße, a un costado del lugar. Al instante se comienzan a levantar distintas banderas, muchas de ellas de Alemania, otras de Hungría, Noruega y Rusia.

Quienes protestan corresponden a diferentes rangos etarios, pero principalmente de la tercera edad. A la mayoría le tocó vivir la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias y son los principales defensores del partido político de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD).

Las pancartas aumentan y con ello también la agresividad de sus mensajes. "¡El terror empieza en el mismo lugar donde comienza el islamismo!"; o "¡recuperemos la Alemania por los alemanes!", son parte de los lemas que por 30 minutos se escuchan en el lado más turístico de Dresden. Alrededor de ellos, están desplegadas decenas de furgonetas policiales para evitar el enfrentamiento de los ultraderechistas con inmigrantes que caminan por el lugar, o bien, con otros ciudadanos contrarios a sus consignas.

Ante la ausencia del líder del AfD, Björn Höcke, otro dirigente local tomó la palabra, con un duro discurso contra las políticas adoptadas por la Unión Europea y también por el gobierno de Ángela Merkel, que permitieron el ingreso de miles refugiados a Europa.

"La Unión Europea tiene que tomar medidas para neutralizar el tumor de la inmigración", expresó el líder, quien agregó luego que, "no podemos continuar con representantes de la Unión Europea que no se preocupan de nosotros. Debemos tener cuidado".

Sus dichos exacerbaron aún más el ambiente en el Q-Park Altmarkt. Luego, se escuchó un gran grito al unísono en apoyo a la AfD.

Según Danilo Starosta, de la Oficina Cultural de Sajonia para Valores Democráticos en contra de la Derecha Extremista de Dresden, AfD ha ido ganando terreno en Alemania porque "es el resultado de un desarrollo político que partió en 1989, cuando un grupo de conservadores tuvo como objetivo crear una derecha conforme a la ley que no estuviera corrompida por el nacional socialismo histórico. Eso creo se cumplió".

¿Capital cultural?

"Sería injusto imaginar que todos pensamos de la misma manera", aclara Stephan Hoffmann, director de la campaña de Dresden, que busca convertir a a la ciudad en la capital cultural de Europa en 2025.

La decisión para obtener tal categoría fue de las autoridades locales conscientes de la imagen anti-islámica de la ciudad. De esta manera, Hoffmann agrega a La Tercera que en los últimos meses se han intensificado los puntos de encuentros entre los vecinos de Dresden, para discutir sobre el escenario político alemán e ir dejando la imagen xenófoba. "Dresde es un ejemplo importante para toda Europa, para decidir la manera en que vamos a enfrentar este problema. El arte y la cultura es un buen mecanismo para combatir la discriminación", dice el experto. Tras las últimas elecciones nacionales, la AfD representa el 29,4% de Sajonia, el primer partido de esta región.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.