Empresas transnacionales de China, Estados Unidos y Rusia pugnan por el litio de Bolivia

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Al igual que el litio chileno (imagen), los grandes yacimientos ubicados en Bolivia despiertan el interés de las empresas transnacionales. Foto referencial: La Tercera/Archivo

El presidente de Yacimientos del Litio Boliviano, Carlos Bone, dijo que se negociará con los seis consorcios preseleccionados “las mejores condiciones soberanas” para industrializar litio, del que Bolivia posee una de las mayores reservas mundiales.


El gobierno boliviano convocará a seis transnacionales -cuatro chinas, una estadounidense y una rusa- para negociar con cada una de ellas “las mejores condiciones soberanas” para industrializar litio, del que Bolivia posee una de las mayores reservas mundiales.

“Puede que sea más de una empresa”, dijo en rueda de prensa Carlos Ramos, presidente de la estatal Yacimientos del Litio Boliviano (YLB) al presentar el informe final de la convocatoria internacional lanzada en abril del año pasado. Agregó que la selección final dependerá de las ofertas, ya que el objetivo es que “la mayor cantidad de beneficios sean para los bolivianos”.

Las seis preseleccionadas son la estadounidense Lilac Solutions con sede en California; Catl (Contemporary Amperex Technology) de China, la más grande en términos de fabricación y reciclaje de baterías de litio; Citic Guoan Group Co.; Fusión Enertech; TBEA Group, también de China y la rusa Uranium One Group, vinculada a la gigante Rosatom.

En desventaja con Chile y Argentina

Las empresas debían poner a prueba sus tecnologías en “Extracción Directa de Litio (EDL) con salmueras de los salares bolivianos”, según la convocatoria. “Todas las tecnologías evaluadas son aplicables” y la seleccionadas plantean “una recuperación superior al 80%” en tres salares ubicados en el suroeste, explicó Ramos.

“La finalidad es estudiar la aplicabilidad de las diferentes tecnologías de extracción directa del litio, así como acelerar la industrialización de los recursos evaporíticos de manera eficiente y con el menor impacto ambiental”, dijo.

Veinte empresas concurrieron a la convocatoria inicial. De éstas, ocho fueron preseleccionadas y quedaron como finalistas las seis mencionadas.

El gobierno de Luis Arce busca reactivar la estratégica industria del litio tras 14 años de escasos avances que han rezagado a Bolivia frente a sus vecinos Chile y Argentina.

En 2008 el entonces presidente izquierdista Evo Morales lanzó una estrategia que rechazó exportar la materia prima como ha sido la suerte de la minería en Bolivia desde la colonia y apostó a buscar socios para fabricar baterías en el país. Desde entonces gobierno invirtió 695 millones de dólares en la construcción de plantas pilotos de carbonato de litio y de cloruro de potasio que son vendidas al mercado local como fertilizantes.

Expertos dicen que el nacionalismo y la desconfianza en el país a las inversiones extranjeras han sido un obstáculo.

Arce ha continuado las políticas de su mentor, Evo Morales.

“El contexto boliviano es una desventaja. Que una empresa se anime a montar una fábrica en el país supone grandes riesgos por el escaso respaldo a las industrias, la falta de talento humano, la frágil institucionalidad, una fuerte intromisión política y cambios en las normas”, opinó el viceministro de Minería y analista en temas mineros, Héctor Córdova.

Según estimaciones oficiales, el salar de Uyuni, uno de los desiertos salinos más grandes del mundo, posee una de las mayores reservas del litio que este país sudamericano busca aprovechar.

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