
Erika Brockmann, politóloga y excongresista boliviana: “Hay que empezar a relativizar el poder antidemocrático y movilizador de Evo”
A juicio de Brockmann, las elecciones del domingo “marcan el final de toda una generación democrática de líderes que aspiraron a llegar a algún momento a la presidencia”, en alusión a Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga.

Psicóloga de profesión, con un máster en Ciencia Política, Erika Brockmann fue la cuarta senadora de la historia en Bolivia. Fue parlamentaria entre 1997 y 2005 por el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria en el que milito 30 años. Presidió, durante cinco años, la Comisión de Descentralización y Desarrollo Local del Senado y promovió la constitución de las primeras comisiones de Ética Parlamentaria en el Senado y en la Cámara de Diputados, así como leyes relativas a la democracia municipal y a la agenda legislativa de la coalición de mujeres.
En la siguiente entrevista con La Tercera, Brockmann analiza los resultados de la segunda vuelta presidencial de este domingo en Bolivia, donde Rodrigo Paz se impuso a Jorge Tuto Quiroga. También aborda el impacto del voto del Movimiento al Socialismo (MAS) en el triunfo del candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), así como el rol que Evo Morales podría jugar en el nuevo gobierno que puso fin a 20 años de dominio del MAS.

Los datos de la segunda vuelta muestran que Rodrigo Paz captó mayoritariamente el voto del MAS en el occidente del país. ¿Cómo se interpreta eso?
Lo primero que hay que señalar es que históricamente en Bolivia las preferencias electorales y políticas se han manifestado geográficamente. Es muy consistente este comportamiento desde 1980, de la primera elección de la democracia, donde se ven tendencias más populares, siempre alineadas al occidente del país y el oriente con una agenda distinta. Y es interesante que este comportamiento que plantea un clivaje o una tensión, una línea de ruptura de orden territorial y regional, cambie de contenido y permita giros también de tipo ideológico. O sea, hoy día estamos con un electorado muy distinto al que idealizaba y ponía por delante a los indígenas originarios, campesinos, como un sujeto colectivo homogéneo. Hoy día hay aspiraciones de orden liberal tanto en el occidente como en el oriente, pero con historias y trayectorias distintas, por lo tanto, no debe extrañarnos esta suerte de réplica de un comportamiento en la geografía electoral que se alinea por un tipo de preferencia, de propuesta electoral al occidente y otra al oriente.
En Bolivia comienza un nuevo ciclo con un giro liberal importante. La gente del MAS ha cambiado de tesitura, las bases del MAS no son las mismas. Y eso es muy importante, tienen aspiraciones liberales y de modernización que hay que tomar en cuenta.
Esto no quita tampoco que debamos descuidar lo que pueden ser las tensiones territoriales que se van a dar en el país, particularmente si es que Santa Cruz y los grupos más radicales, intereses más radicales de Santa Cruz, deciden actuar en contra del gobierno central. Es por ello importantísimo que se honre la agenda descentralizadora, la agenda de discusión descentralizadora y la reforma que Evo Morales traicionó, que era la reforma inherente a la construcción del Estado con autonomías, el Estado multinivel. Finalmente, lo que hizo él era consolidar un hiperpresidencialismo centralista que Rodrigo Paz y Tuto Quiroga han cuestionado.
¿Ve a Evo Morales más dialogante con Rodrigo Paz a raíz de este fenómeno?
Yo no sé. Evo Morales es impredecible, Evo Morales es él y su lógica de conflicto. Es posible que desde la periferia del sistema institucional, porque él está actuando desde la periferia y atrincherado en el Chapare, con sus bases más duras, pueda tener canales de diálogo con Paz, pero aquí hay que tomar en serio otro tipo de situaciones. Evo Morales no es el mismo de antes, está experimentando una serie de asedios vinculados a su situación legal, posibles juicios de responsabilidades al que hay que sumar el juicio por estupro, y también una serie de denuncias que parecen venirse a la par que Maximiliano Dávila, un ex zar antidrogas que ha decidido confesarse culpable en Estados Unidos y que fue extraditado por el gobierno de Arce. Entonces, Evo Morales tiene sus propios problemas. Es un líder, es una fuerza antisistémica y obviamente va a instrumentalizar permanentemente el tema del racismo, el tema regional, el tema político ideológico, antiimperialista, etcétera, que son los eslóganes y son las líneas discursivas que manejó en su momento.

A propósito de Evo Morales, es importante señalar que fue el propio Tuto Quiroga que siempre le dio oxígeno. Ha sido Tuto que lo ha traído. Siempre lo traía al escenario, inclusive forzándolo a que se pronunciara a favor de Rodrigo Paz, que reconozca que está votando por Rodrigo. Le daba mucha más palestra que la que le debería dar, en lugar de mirar y dejarlo a un lado y no darle el protagonismo que él mismo espera. O sea que habido una especie de relación funcional. Cuanto más Tuto se enfrentaba y se confrontaba con el MAS y con la persona de Evo Morales, se sentía que más ganaría, pero esa no era la fórmula más correcta de actuar. Todo lo contrario, hay que empezar a relativizar el poder antidemocrático y movilizador de Evo.
Ante la falta de mayorías legislativas, ¿visualiza a Tuto Quiroga apoyando activamente la gestión de Paz?
Yo creo que se va a restituir la lógica de los acuerdos y pactos parlamentarios. No sé si Tuto se reconocerá como parte de un bloque opositor, pero un bloque opositor democrático que está dispuesto a dialogar y probablemente contribuir fundamentalmente con sus votos a la reforma constitucional, los temas vinculados a mayorías calificadas, como juicios de responsabilidades, designación de autoridades, de altas autoridades, instituciones económicas y judiciales, etc. Yo creo que Tuto va a tener un comportamiento colaborativo, pese a que va a tener fuerza también, va a tener que negociar con sensibilidades más radicales que existen al interior de su propio frente, pero yo no dudo de que Tuto va a jugar un rol de este tipo.
Durante la campaña, Edmand Lara, el compañero de fórmula de Paz, se transformó en un dolor de cabeza por sus declaraciones. ¿Cuánta autonomía cree que tenga ahora en el poder?
Yo creo que Lara progresivamente tendrá la presión para actuar ya no como un outsider antisistémico, un héroe de TikTok, para convertirse en un verdadero conductor del órgano legislativo. Ahora la autonomía que tenga dependerá muchísimo de la agenda, cómo se configura la agenda y la necesidad de que el tenga un protagonismo en la conducción de la Asamblea Legislativa cuando se reúnan las dos cámaras.
Estas elecciones fueron un nuevo revés para Tuto Quiroga. ¿Cómo analiza su futuro político?
Estas elecciones marcan el final de toda una generación democrática de líderes que aspiraron a llegar a algún momento a la presidencia. Me estoy refiriendo a Samuel Doria Medina, a Tuto Quiroga, en fin, a otros que ya dejarán de tener un protagonismo en el futuro.
Sin embargo, hay que señalar que creo que Tuto tiene una misión fundamental, que es crear y constituir un partido de derecha con la consistencia que debe tener todo partido. Hoy día tiene una alianza que es absolutamente variopinta y heterogénea. El desafío de todos, en realidad, de todos los líderes políticos pasa por consolidar y restituir la presencia de organizaciones políticas mínimamente coherentes, menos precarias, más consistentes en el país, y eso es lo que yo quisiera subrayar. A él le toca quedarse, conducir, liderar su bancada que no es menor, contribuir al diálogo y a la concertación, contribuir a definir los temas en los que ellos van a apoyar a la gestión gubernamental o no. Pero ante todo, seguir en la tarea de construir el partido político que ya ha empezado a construir a partir de la inscripción de libros de militantes. Entonces, esto es fundamental. Es un rol que yo creo que puede ser su legado, crear el partido que a futuro exprese las sensibilidades de esa parte del arco político ideológico. Rodrigo Paz también tiene que hacer lo propio, porque lo que tenemos en su alianza en el Partido Demócrata Cristiano (PDC), no es más que una sigla y un conglomerado de actores con sensibilidades diversas.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
2.
3.
4.
⚡¡Últimos días Cyber! Accede al mejor precio de 2025🗳️ 📰
Digital + LT Beneficios$1.200/mes SUSCRÍBETE