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Estudio revela que sólo el 1% de los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki murió de cáncer asociado a la radiación de las bombas

La nueva investigación de la Universidad de Bristol contradice décadas de creencias respecto a que la leucemia había asesinado a miles de víctimas de los bombardeos atómicos de 1945.

Estudio revela que cáncer provocado por bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki sólo mató a 1% de los sobrevivientes. Foto: Archivo

Después del 6 de agosto de 1945, cuando la bomba atómica lanzada por Estados Unidos mató a unas 140.000 personas en Hiroshima y tres días después a otras 74.000 en Nagasaki, se creía que los sobrevivientes, conocidos como “hibakusha”, habían registrado elevadas tasas de cáncer. Pero, un nuevo estudio de la Universidad de Bristol encontró que los cánceres causados por la radiación de las explosiones solo han matado a menos del 1% de la población sobreviviente.

La exposición a altos niveles de radiación aumenta el riesgo de cáncer. Sin embargo, Philip Thomas, profesor de gestión de riesgos en la Universidad de Bristol, aseguró al diario Financial Times que la estimación de su estudio, de que solo 3.100 de los 324.000 sobrevivientes de los bombardeos atómicos habían muerto o morirían de leucemia o tumores sólidos inducidos por la radiación, sorprendería a muchos.

Esta investigación demuestra que la radiación, si bien es peligrosa, es una causa de cáncer menos frecuente de lo que muchos creen”, afirmó Thomas, quien anteriormente trabajó en la industria nuclear. Sus resultados se publicaron en la revista Journal of Biological Physics and Chemistry.

Incluso los sobrevivientes que recibieron dosis masivas de radiación vivieron vidas notablemente largas”, afirmó Thomas al diario británico. Quienes absorbieron 2,25 gray —más del triple del nivel que causa la enfermedad por radiación— murieron a una edad promedio de más de 78 años.

Monumento a las víctimas coreanas en Hiroshima. Foto: Archivo 차희주

Un estudio sobre trabajadores expuestos a altos niveles de radiación después del accidente de Chernobyl de 1986 tampoco encontró efectos en los niños que nacieron de ellos después, dijo Amy Berrington, profesora de epidemiología del cáncer en el Instituto de Investigación del Cáncer de Londres.

Las investigaciones anteriores

El académico amplió un análisis de la Fundación para la Investigación de los Efectos de la Radiación, cuyo Estudio de la Duración de la Vida se concentró en una muestra de 87.000 sobrevivientes desde 1950. Al incluir datos demográficos y de salud adicionales, su análisis cubrió un total estimado de 324.000 personas que sobrevivieron a los efectos inmediatos de las bombas en ambas ciudades.

El estudio utilizó una variedad de técnicas matemáticas y estadísticas para extrapolar la mortalidad por cáncer desde finales de la década de 1940 hasta 2055, cuando el sobreviviente más joven posible tendría 110 años. El riesgo de leucemia inducida por radiación comienza a aumentar dos o tres años después de la exposición y alcanza su punto máximo después de 10 años aproximadamente, mientras que algunos tumores sólidos pueden tardar más de 50 años en desarrollarse.

El estudio original ampliado por Thomas de la Fundación Japonés-Estadounidense indicaba que de las 50.000 víctimas de la radiación de ambas ciudades, unas 100 murieron de leucemia y 850 sufrieron cánceres inducidos por la radiación, data la agencia AFP.

Un estudio anterior de 2010 encontró que las tasas de leucemia entre las personas que vivían más cerca de la detonación aumentaron un devastador 660% unos 12 o 13 años después de la bomba, que es cuando los niveles de radiación alcanzaron su punto máximo.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe (C), se inclina frente al Cenotafio Memorial después de dar un discurso durante el 75º aniversario de las víctimas de la bomba atómica en el Parque Conmemorativo de la Paz en Hiroshima, el 6 de agosto de 2020. Foto: Archivo PHILIP FONG

También determinó que la leucemia en las víctimas de Hiroshima y Nagasaki comenzó solo meses después de la explosión, contradiciendo las versiones que apuntaban a efectos después de años. Y concluyó que incluso afectó a aquellos que no habían estado expuestos a la radiación inmediata sino a la lluvia radiactiva y al uranio en los escombros de la ciudad bombardeada.

Reparaciones del gobierno japonés

El bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki por parte de Estados Unidos en 1945 fue una de las peores atrocidades de la historia de la humanidad. De hecho, Japón es el único país del mundo que ha sido víctima de un ataque nuclear en tiempos de guerra. El gobierno japonés ha reconocido a unas 650.000 personas como hibakusha, quienes experimentaron efectos a largo plazo, con mayores riesgos de cáncer de tiroides y leucemia.

En una ceremonia conmemorativa del 80º aniversario realizada el sábado pasado en Nagasaki, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, afirmó que era esencial transmitir el recuerdo del “brutal impacto del daño causado por los bombardeos atómicos”.

Ishiba dijo en su discurso que los bombardeos atómicos habían causado problemas de salud a largo plazo y que comunicar su “verdadera naturaleza” era “crucial como punto de partida de todos los esfuerzos hacia el desarme nuclear”.

Según el Ministerio de Salud de Japón, de los 99.130 hibakusha restantes, alrededor de 4.738 han sido evaluados como elegibles para recibir pagos médicos especiales por enfermedades causadas por la radiación. Ello incluye a los hibakusha que viven fuera de Japón.

Yoon Suk Yeol, expresidente surcoreano, y Fumio Kishida, exprimer ministro japonés, durante una conmemoración por las víctimas coreanas en Hiroshima. Foto: Archivo

En 2020, un tribunal japonés reconoció a las primeras decenas de víctimas de la “lluvia negra” radiactiva como sobrevivientes del bombardeo atómico de Hiroshima, allanando el camino para que reciban beneficios médicos. En su veredicto, el tribunal de distrito de Hiroshima dijo en esa ocasión que los 84 demandantes deberían recibir los mismos beneficios que otras víctimas que vivían más cerca del lugar de la explosión.

Los sobrevivientes y sus partidarios se han convertido en algunas de las voces más fuertes y poderosas que se oponen a las armas nucleares, e incluso se han reunido con líderes mundiales para defender su postura. El año pasado, el grupo antinuclear japonés Nihon Hidankyo, un movimiento de base de hibakusha, ganó el Premio Nobel de la Paz.

En 2019, el Papa Francisco se reunió con varios hibakusha en Hiroshima y Nagasaki en el marco de su gira por Asia, denunciando el “horror indescriptible” sufrido por las víctimas de la bomba atómica y pidiendo la abolición de las armas nucleares. También denunció la disuasión nuclear como una “falsa seguridad”.

“Nuestro mundo vive la perversa dicotomía de querer defender y garantizar la estabilidad y la paz en base a una falsa seguridad sustentada por una mentalidad de miedo y desconfianza, que termina por envenenar las relaciones entre pueblos e impedir todo posible diálogo”, señaló en aquella visita.

El entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante su histórica visita a Hiroshima, Japón, el 27 de mayo de 2016, Foto: Archivo

En 2016, Barack Obama se convirtió en el primer presidente estadounidense en funciones en visitar Hiroshima. No ofreció disculpas por el ataque, pero abrazó a los sobrevivientes y pidió un mundo libre de armas nucleares. Afirmó que el recuerdo de Hiroshima no debe desvanecerse jamás y que “debemos tener el coraje de escapar de la lógica del miedo y buscar un mundo sin ellas”.

En una línea contraria, el Presidente estadounidense Donald Trump fue duramente criticado este año al referirse al ataque en las ciudades japonesas con una comparación equívoca, cuando dijo que ataques estadounidenses contra Irán en junio eran similares a los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial.

“Ese ataque puso fin a la guerra”, declaró Trump a la prensa sobre el bombardeo al país persa. “No quiero usar el ejemplo de Hiroshima ni el de Nagasaki, pero en esencia fue lo mismo”, aseveró.

El alcalde de Nagasaki, Shiro Suzuki, respondió que si el comentario de Trump “justifica el lanzamiento de la bomba atómica, es extremadamente lamentable para nosotros como ciudad que fue bombardeada”.

Los comentarios de Trump son “inaceptables”, dijo Toshiyuki Mimaki, un sobreviviente de la bomba atómica que copreside Nihon Hidankyo, el grupo de defensa ganador del Premio Nobel de la Paz, informó la emisora pública NHK.

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