En la céntrica calle Enqelab de Teherán, Ali se refugia bajo la sombra de un árbol para protegerse del sol inclemente y aliviar un poco la sensación térmica de 40 grados. No hay mucha gente en la calle.

“La gente tiene calor, no sale”, explica el comerciante a RFI. Aun así, Ali lleva en este lugar desde la siete de la mañana, es la única manera en la que encuentra un lugar para desplegar su venta callejera de maletines, oficio que tiene hace 10 años.

“Para los dueños de los almacenes es muy difícil. La electricidad se corta, el agua se corta. Este año es diferente, porque tuvimos la guerra”, asegura.

La ola de calor que afecta fuertemente a 18 de las 31 provincias del país, incluida Teherán, coincide con una fuerte caída de las precipitaciones, la peor en 60 años.

Cortes de electricidad y agua

Esto ha hecho que los niveles de agua de las represas hayan caído a su nivel más bajo en el siglo.

Hay cortes de electricidad y de agua, como lo cuenta Mona, que en este día de calor se mueve en taxi. “Vivo en los suburbios de Teherán y allí tenemos problemas desde hace días, de hecho ellos dicen que es debido a una construcción en el campo del agua, no sé qué exactamente. Pero por varios días no tuvimos agua”.

La orden del gobierno concierne también el cierre de las oficinas gubernamentales, este miércoles 23 julio, en al menos 10 provincias. Es un intento por ahorrar agua y electricidad.