
Los detalles de la Operación León Ascendente: la ofensiva de Israel contra Irán que inflama a Medio Oriente
Mientras el recién nombrado comandante de los Guardianes de la Revolución de Irán, Mohammad Pakpour, amenazó con abrir “las puertas del infierno”, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que augura que “estaremos expuestos a varias olas de ataques iraníes”.

La operación militar de enormes proporciones lanzada por Israel contra Irán, no tiene precedentes en alcance ni en posibles consecuencias, afirman los analistas. Bautizada como Operación León Ascendente, incluyó una serie de ataques sin precedentes dirigidos a diversos lugares relacionados con su programa nuclear, fábricas de misiles balísticos y sus capacidades de defensa aérea.
Y las declaraciones de los principales protagonistas dejan en claro la magnitud del ataque y las probables represalias. Mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que augura que “estaremos expuestos a varias olas de ataques iraníes”, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, calificó la ofensiva como una “declaración de guerra”. Más categórico, el recién nombrado comandante de los Guardianes de la Revolución de Irán, Mohammad Pakpour, amenazó con abrir “las puertas del infierno” en respuesta a los ataques de Israel que mataron a su predecesor, Hossein Salami.

A las 2.59 a.m., los residentes israelíes recibieron advertencias inusuales del Comando del Frente Interno sobre “prepararse para una amenaza significativa”. En las horas siguientes, quedó claro que más de 200 aviones de combate de la Fuerza Aérea israelí atacaron más de 100 objetivos en todo Irán, incluidos los escondites de figuras clave.
El primer paso en el ataque fue neutralizar las instalaciones de detección y defensa aérea en el norte de Irán e Irak. La mayoría de las incursiones se llevaron a cabo a través de rutas en Siria, que eran peligrosas hasta hace poco, después de que la Fuerza Aérea destruyera el sistema antiaéreo del régimen de Bashar al-Assad. Según da cuenta el medio israelí Ynet News, como parte de la operación, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Mossad “frustraron” los misiles balísticos dirigidos a Israel, al tiempo que asegura que “lidiar con los sistemas de defensa aérea allí fue relativamente más fácil de lo esperado”.
Según el diario The New York Times, Israel atacó seis instalaciones militares en el área de Teherán, incluida la base de Parchin, así como edificios residenciales en dos complejos de alta seguridad donde viven altos mandos militares, y otras casas en el área de Teherán. Otros informes dijeron que se atacaron objetivos en Tabriz y Arak, una zona donde hay un reactor de agua pesada, así como bases de misiles cerca de Teherán y la ciudad de Kermanshah.
Si bien no está claro en esta etapa hasta qué punto el ataque logró alcanzar el objetivo final, el programa nuclear de Irán, tres objetivos principales que lo componen ciertamente fueron alcanzados, algunos de ellos de manera significativa, detalla Ynet News.
De partida, uno de los blancos prioritarios fue la instalación de enriquecimiento de uranio de Natanz, la principal de Irán, que fue bombardeada para que no fuera posible transferir las centrifugadoras avanzadas a una zona fortificada dentro de la montaña. El presidente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, llamó al presidente israelí, Isaac Herzog, y le informó que, según la información que obraba en su poder, la instalación había sufrido daños graves, si bien no se habían detectado niveles elevados de radiación.
Grossi calificó la situación como “profundamente preocupante” y reiteró que, bajo ninguna circunstancia, las instalaciones nucleares deben ser objeto de ataques, ya que esto puede poner en riesgo tanto a la población como al medio ambiente. Subrayó que “los ataques armados contra instalaciones nucleares podrían provocar emisiones radiactivas con graves consecuencias dentro y fuera de las fronteras del Estado atacado”. El lunes habrá una sesión de urgencia de la Junta de Gobernadores de la OIEA para evaluar los pasos a seguir.
Otro de los blancos de la operación León Ascendente contempló las universidades en el corazón de Teherán y a las instalaciones de Parchin, cerca de la capital, donde se concentra la actividad del “grupo armamentístico”, que era importante desbaratar porque estaba cerca de producir un artefacto explosivo, señaló Ynet News.
Como tercer objetivo, la operación incluyó la eliminación de la cúpula militar y de los científicos que se ocupaban del “grupo de armas”. Decenas de altos funcionarios iraníes murieron en los ataques, entre ellos el comandante en jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, la principal fuerza militar de Irán, el general Hossein Salami, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y segundo comandante en jefe después del Ayatolá Jamenei, el mayor general Mohammad Bagheri. También se reportaron los decesos del general Gholamali Rashid, subcomandante en jefe de las Fuerzas Armadas, y del general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la unidad aeroespacial de la Guardia Revolucionaria.
Asimismo, en la operación perdieron la vida Fereydoun Abbasi, exdirector de la Organización de Energía Atómica de Irán, y Mohammad Mehdi Tehranji, físico teórico y presidente de la Universidad Islámica Azad de Teherán, además del científico nuclear Abdolhamid Minuchehr. The New York Times también dio cuenta del fallecimiento de Ali Shamkhani, uno de los políticos más influyentes de Irán y confidente cercano del ayatolá Jamenei. Según el periódico, había estado supervisando las conversaciones nucleares con Estados Unidos como parte de un comité nombrado por el líder supremo para dirigir las negociaciones.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
3.
4.