El senador y presidente de la comisión de Salud, Iván Flores, confirmó esta jornada que en el mes de agosto comenzarán las audiencias previas a la votación en general del proyecto de eutanasia, en segundo trámite constitucional y con suma urgencia.

Entre quienes figuran como invitados se encuentran el cardenal Fernando Chomalí y Freddy Maureira, padre de la menor que falleció hace diez años pidiendo eutanasia.

También estará de invitada Susana Moreira, quien padece distrofia muscular de la cintura escapulohumeral, enfermedad generativa y quien escribió una carta al Presidente Gabriel Boric solicitando muerte asistida. Se contempla escuchar, además, a expertos en bioética de universidades e instituciones del país.

Al respecto, el senador Iván Flores (DC) señaló que “tal como lo he señalado desde el día uno, vamos a escuchar a todos los sectores procurando el más amplio y respetuoso de los debates. Ya escuchamos las indicaciones del Ejecutivo y ahora corresponde escuchar a expertos e interesados en la materia”.

Entre las indicaciones expuestas por la ministra de Salud, Ximena Aguilera, se encuentra la creación de un proceso anterior para revisar los requisitos que permitan la muerte asistida, y también para proteger las garantías de los solicitantes, según indicó la autoridad sanitaria en la instancia.

Así, detalló, habrá un comité de “garantía y evaluación nacional” de la implementación de la eutanasia, en el que se debe cuidar “que en su examen prima el conocimiento médico y científico de calidad para la calificación de caso a caso sin generalizaciones”.

El paquete de enmiendas ingresadas por el Ejecutivo incluye, además, dos modalidades de asistencia médica para morir: una es la administración por parte de un profesional sanitario de un fármaco que ocasione la muerte rápida de una persona que lo haya solicitado, siempre indicado por orden de un médico cirujano y su administración debe ser bajo su supervisión. Otra, que contempla la prescripción y entrega un fármaco que causa una muerte rápida de un sufrimiento a una persona que la haya solicitado para que se la pueda autoadministrar siempre bajo supervisión médica, lo que sería el suicidio asistido.

También, las indicaciones se refieren al lugar donde se puede realizar la asistencia médica para morir, detallando que puede ser en un establecimiento de salud público privado de atención primaria o secundaria, o también puede realizarse en el domicilio o lugar de residencia del paciente entendido como la residencia.