Emilio Santelices, ministro de Salud: "En diciembre los pacientes podrán tener acceso a la lista de espera en línea"

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Foto: Patricio Fuentes Y.

A casi cinco meses de haber asumido, el ministro de Salud, Emilio Santelices, analiza sus errores y aciertos y detalla el plan que usará para cambiarle la cara a la salud chilena.


A casi cinco meses de asumir el cargo, en los cuales ha afrontado críticas por las modificaciones al protocolo de ley de aborto en tres causales y la adquisición de acciones de una empresa con contratos vigentes con Fonasa, el ministro de Salud, Emilio Santelices, vive hoy la fase más calma de su gestión. Esta etapa, dice, le permite centrarse en su principal tarea: hacer una gran cirugía a la salud pública. En entrevista con La Tercera, el secretario de Estado detalló el plan que lo tiene visitando de sorpresa hospitales que han presentado graves problemas en su quehacer, y a través del cual busca mejorar la gestión de los recintos, la calidad de atención y contener la deuda hospitalaria con un uso eficiente de los recursos.

¿Cómo se han producido los actuales problemas del sistema?

Hay una historia que se repite año a año y es que permanentemente estamos enfrentados a medir la deuda hospitalaria, de ver cómo crece, y pareciera ser que ninguna medida logra cambiar esta realidad. Se ha dado una discusión de si faltan más recursos o más gestión, la que ha sumado cero. Tenemos que identificar los recursos que se necesitan, ver cómo se están gestionando y aplicar cambios estructurales para que situaciones como la lista de espera no se repitan.

Usted anunció un plan para contener la fuga de recursos y mejorar la gestión de los hospitales. ¿En qué consiste ese plan?

Estamos avanzando en una agenda estructural y otra operativa. En la operativa, estamos midiendo los hospitales en su función y generando indicadores para compararlos. Además, hemos establecido un trabajo conjunto con la Presidencia y la Dipres creando un equipo interministerial, con agenda definida, que está midiendo los hospitales y haciendo intervenciones. Hay que entender que cada peso malgastado es un peso menos para tratar al paciente. Los hospitales son de la gente, no son de los gremios, ni de los equipos de salud, ni de las autoridades, son de las personas. Los que estamos al servicio de las personas tenemos que entenderlo así.

¿Cuáles son los resultados de esas mediciones?

De los 57 hospitales autogestionados en red solo cuatro aprobaron los indicadores solicitados: gestión clínica, calidad de la atención, dimensión financiera y de procesos, todos son factores que tienen relación con el paciente. Los otros 53 reprobaron. Esta es la peor evaluación desde que se instaló el instrumento. De ellos, 12 son los peores, pues cumplen menos del 75% de los parámetros.

¿Qué medidas se han tomado con los recintos reprobados?

Se hizo un tratamiento con los 12 hospitales peor evaluados. Se les pidió un plan de mejora, que se revisó, pero cuatro eran malos y no aprobaron: el de San Fernando, el Eduardo Pereira de Valparaíso, el San José y la ex Posta Central. A estos, tras la visita que hice esta semana, se suma el Hospital de Iquique, que quedó reprobado y será intervenido. Hasta ahora se ha removido a cinco autoridades de hospitales y servicios de salud por problemas de gestión.

¿Pedirán la salida de más directivos?

Si es necesario, sí. Necesariamente, en algunos casos, tendrá que ser así, porque cuando las cosas no están funcionando, uno tiene la obligación de hacer cambios categóricos.

En el ámbito estructural, ¿cuáles son los ejes que considera el plan?

Generar nuevos mecanismos de pago. Cuando uno paga ajustado a riesgo, lo que se conoce como GRD (pago fijo y calculado previamente), el comportamiento del prestador incentiva el uso de los recursos, resguardando la calidad. La evidencia es categórica: cuando uno paga ajustado al riesgo, el comportamiento mueve los modelos hacia la eficiencia, eso buscamos.

¿Qué se hará con Fonasa?

Queremos modernizar Fonasa para que deje de ser una caja pagadora y se convierta en un agente asegurador que resguarda los intereses de los ciudadanos. Hoy tenemos un paciente que pone el 7%, a un Estado que contribuye con dos tercios para completar la cantidad de recursos requeridos para atenderlos en el hospital, pero el hospital gestiona mal y el paciente queda en lista de espera. ¿Y quién lo defiende? Cuando instalamos una lógica en que Fonasa, a partir de estos mismos recursos, representa el interés del ciudadano y resguarda esos intereses comprará servicios al hospital público en función de que le entreguen calidad y oportunidad de atención. Si no ocurre, Fonasa tendrá que tomar medidas, junto a Salud, o darle a la paciente la opción de irse al hospital del lado.

Listas de espera

¿Cuáles son los desafíos en materia de lista de espera?

La lista de espera siempre va a existir. Pero vamos a establecer un registro que no se vulnere y al que tendrán acceso tanto los directores de servicio y de hospitales, así como los pacientes. Cuando el médico ve al paciente, este queda ingresado en la lista y esta no se podrá modificar. De aquí a septiembre los directores ya estarán habilitados para ingresar al registro y en diciembre los pacientes podrán tener acceso a la lista de espera en línea.

¿Cómo se gestionarán los plazos de espera?

Vamos a establecer tiempos máximos de espera razonables, con variables de riesgo de fallecer y de deterioro de la calidad de vida por la enfermedad. Eso lo vamos a trabajar con las sociedades médicas. Esos tiempos no pueden superar los 18 meses a lo más, en condiciones genéricas e inocuas. En esta primera etapa estamos estableciendo el algoritmo de muerte, ¿qué significa esto: si ingresa un enfermo a la lista de espera y queda en lugar mil y otro en lugar tres mil, el algoritmo dirá cuál de los dos, dependiendo de sus riesgos, debe pasar adelante en la lista. Con el tiempo incorporaremos más variables.

¿Cómo lo harán para disminuir el volumen de la lista de espera?

Estamos buscando aumentar la producción de los pabellones de un 54% actual a un 80% de aquí a 2022. Además, tenemos que avanzar en cirugía ambulatoria. Chile está en un 30% y tenemos que llegar a un 60%. Además, la gran intervención es el fortalecimiento de la Atención Primaria de Salud. Ahí es clave mejorar la resolución, mejorando las competencias de los médicos generales y aumentando los médicos de medicina familiar. Junto a esto, aumentaremos el acceso de especialistas, que pueden ser presenciales o a través del Hospital Digital. Queremos invitar a los médicos liberados de guardia, que son médicos especialistas y alrededor de dos mil, a que se incorporen a la APS. Necesitamos hacer que al especialista del hospital le lleguen solo casos complejos.

¿En qué consiste el Hospital Digital?

Es un modelo de atención que convive entre el modelo tradicional, más todos los avances del mundo digital aplicado a atenciones de salud. Al tener un hospital representado en la nube, a nivel nacional, genera conectividad con los centros de salud primarios. Esto permitirá, por ejemplo, que los resultados de las mamografías que se hacen en los consultorios se suban a la nube donde está alojado el Hospital Digital y ahí un especialista lo ve e informa al consultorio. Con el Hospital Digital el médico especialista va a tener su agenda tradicional, donde resuelve consultas todos los días, además una mañana y tarde donde se va a instalar en una sala y será el médico de consultorios de cualquier zona de Chile.

¿Va a ser mediante telemedicina o solo interpretando exámenes?

Hay dos formas: la atención sincrónica viendo a pacientes, y otra donde el médico verá una serie de informes o consultas que resolverá y luego la enfermera del Hospital Digital tomará contacto con el doctor del consultorio y dará las instrucciones con los pacientes.

¿Cuándo estará operativo el Hospital Digital?

No me quiero anticipar, pero antes de dos años.

"El Presidente me ha retado, y con razón"

El ministro de Salud, Emilio Santelices, admite que los cambios que realizó su cartera al protocolo de objeción de conciencia de la ley de aborto en tres causales le valieron un llamado de atención por parte del Presidente Sebastián Piñera. Sin embargo, Santelices enfatiza que el Mandatario nunca le pidió la renuncia.

¿Luego de los impasses que ha tenido, entre ellos el revuelo que causó el cambio al protocolo, el Presidente le ha pedido la renuncia o usted la ha puesto sobre la mesa?

No, en ningún momento. Yo estoy cada vez más entusiasmado colaborando con el Presidente Piñera, porque he podido ver el enorme líder que tiene este país, y es un privilegio que tengo en trabajar y sacarme la mugre por el proyecto que encarno. Estoy fascinado en la tarea que me encomendó y veo el coraje que tiene y el respaldo que da. Uno siente cuando está en situaciones desafiantes que tiene detrás un líder que apaña.

¿Pero el Presidente lo ha retado por estas polémicas?

Claro que el Presidente me ha retado, y con razón. Y eso es lo que encuentro fantástico en él, porque me ha retado con razón, pero no lo ha hecho en detrimento de mi persona y mucho menos en quitarme respaldo. Al contrario. Un líder tiene que darle cuenta al país de cómo funcionan las cosas y si yo no lo hago bien, porque no tengo experiencia o porque se puede hacer mucho mejor, qué mejor que el líder le diga a uno cómo hay que hacerlo.

¿Le ha costado adaptarse a la política y a un mundo donde no estaba acostumbrado?

Todos los días me estoy preparando y sería presuntuoso decir que sé. Efectivamente, hay un ámbito político con el cual no estaba familiarizado, pero creo que hoy lo que se requiere es un 'tecnopol', y yo soy un 'tecnopol'. Esto es un técnico-político. Están los que hacen política para generar papers y opinión, como hay muchos, y se transforman en un académico. Y también están los políticos sin contenido, que pasan a ser demagogos. Creo que tenemos que avanzar hacia un mundo donde ojalá discutamos desde lo 'tecnopol'.

¿Cómo ha vivido la exposición mediática y las críticas a su desempeño?

Lo vivo con humildad. Estoy al servicio de la gente, porque es parte de lo que tengo que hacer, pero también lo vivo con enorme convicción, porque creo que le vamos a cambiar la cara a la salud pública en los próximos años.

¿Cuál de todos los impasses que ha vivido considera que ha sido el más difícil de sobrellevar?

La verdad es que yo no percibo que haya tenido ningún impasse. Lo que ha habido son desafíos. Para estar en esta posición uno tiene dos opciones: o administras de tal forma que todo se mantiene, o vienes con la convicción de que el país requiere de una cirugía mayor en salud. Y como vengo del mundo quirúrgico, estoy agradecido de que el Presidente me haya invitado a liderar este gran pabellón quirúrgico y hacer lo que se está haciendo. Sé que hay muchos desafíos por delante, pero en salud estamos en un punto de inflexión, donde tenemos que actuar, porque tenemos una población con muchos factores de riesgo que no los estamos controlando y un modelo de atención que no da cuenta de cómo resolver esos problemas.

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