El arte del paisaje desembarcará en una gran muestra

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Entre julio y septiembre, el MNBA expondrá Movimientos de Tierra, una serie de intervenciones que dialogan con el territorio chileno.




Videos, fotografías, instalaciones, intervenciones gráficas, proyecciones: a mediados de este año las salas del Museo Nacional de Bellas Artes congregarán las variadas experiencias de un conjunto de artistas que han investigado en la naturaleza del territorio nacional. En una época en la que el mundo natural ha sido reducido a un conjunto de parques, reservas y zonas de extracción, la principal pregunta es: ¿qué es lo que va quedando de la naturaleza? Los encargados de buscar una respuesta serán un conjunto diverso de artistas chilenos -Cecilia Vicuña, Patrick Steeger, Cristián Velasco con Totoral Lab, José Délano y Catalina Correa-, así como el reconocido artista británico Hamish Fulton.

Chile es, en el imaginario colectivo, el país de los grandes parajes naturales. Pero por otro lado, somos "una sociedad que mantiene una relación de extractivismo desatado con nuestro entorno natural. Las mineras, las salmoneras, la explotación forestal: la naturaleza es la fábrica pesada de Chile. ¿Hasta dónde van a resistir el suelo, el agua, los glaciares, los bosques? Tarde o temprano tendremos que empezar a ver, a oír, a sentir de manera diferente. Lo dice la ciencia y, como lo planteamos en esta exposición, lo dice también la práctica artística", señala Pedro Donoso, curador de la muestra.

Lo que se busca con Movimientos de Tierra, realizada por Invercine Produciones, es establecer una comprensión del entorno natural que nos permita plantearnos otra forma de ver, de caminar, de cantar, de ser parte del entorno. "En ese sentido, más que leer el entorno como el espacio de una explotación, la escena de un crimen ambiental -lo que caería directamente en la denuncia-, lo que buscamos es abrir otra ruta de acceso a través de la práctica artística, para plantearnos una relación directa y fructífera con ese gran espacio originario. De hecho, cada artista participante, que proviene de distinto origen y actúa con formas y procedimientos heterogéneos, nos ofrece una clave posible", explica Donoso.

Para tener una visión variada se congregaron distintas prácticas. En el caso del artista británico Hamish Fulton, reconocido artista del Land Art, pasó dos semanas en las llanuras altiplánicas del norte del país, donde subió a siete cumbres volcánicas mientras recopilaba impresiones que compartirá por primera vez en esta exposición. "Tenemos a un caminante que propone la reactivación de la marcha a pie como una forma de construcción de un imaginario territorial", dice Donoso. Su experiencia no corrompe el medio, él sólo hace fotos, toma apuntes, registra sensaciones.

Por su parte, la poeta, artista y cineasta chilena de larga trayectoria internacional, Cecilia Vicuña, busca -con un vínculo al saber ancestral-, a través de la palabra, del canto y del ritual. "Su obra retoma la tradición de culturas amerindias y las fuerzas naturales. En concreto, parte de una coincidencia biográfica sobre el Niño del Plomo que fue encontrado en la cumbre de ese cerro cuando ella tenía siete años. Ese episodio despertó toda una búsqueda que ella ahora trata de conectar a través de un recorrido entre la montaña y la desembocadura del río Maipo, siguiendo el curso del río", explica Donoso.

Un contraste completamente distinto es el que ofrece Patrick Steeger, un artista que funde los límites de la escultura y la arquitectura. "Patrick instaló una gran pieza escultórica en un lugar limítrofe entre la industria y la naturaleza, en una zona de sacrificio que ahora una empresa intenta rescatar. En la localidad de Loncura, su escultura ofrece cuatro puntos de visión sobre el paisaje que revelan nuevas formas de reposar el ojo y de activar la pregunta sobre cómo se construye un paisaje", dice Donoso.

Miradas localizadas

Los restantes artistas que participan como complemento a la muestra ofrecen una mirada llena de nuevos matices. En el acceso a la exposición habrá una gran intervención de José Manuel Délano que hace un "monumento frágil": una gran estructura simbólica en un material perecible que da la bienvenida a esta paradoja de lo natural como una fuerza aplastada por la civilización. También Totoral Lab mostrará su colaboración con Cristián Velasco en un trabajo de campo en la zona de la costa central de Chile. Y por último, hay que mencionar el rescate de "Islaysen" un proyecto realizado por Catalina Correa en la profundidad patagónica, donde trabajó con un grupo de artistas que desarrollaron una residencia allá en 2013.

Se puede decir que esta muestra comparte algunas inquietudes del movimiento Land Art aunque la gran diferencia es que no trabaja con el entorno natural como escenario para instalar una obra. "Nuestra intención es generar puntos de comunicación e intercambio, experiencias singulares, menos vistosas, tal vez, más alcanzables para cualquier persona. El medio natural ha estado alimentando el arte desde hace mucho y de alguna forma, esta exposición es un momento de devolución", concluye Donoso.

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