En un nuevo paso para la creación de una Armada más potente y justo en momentos de creciente rivalidad con otras potencias navales, como EE.UU., Japón e India, China lanzó ayer la primera unidad de una nueva generación de destructores, que supone el mayor y más avanzado buque de este tipo en las fuerzas navales de toda Asia.

La primera unidad de la clase 055, de 10.000 toneladas de desplazamiento y desarrollada íntegramente en China, fue botada en el astillero de Jiangnan, en Shanghai. El buque está equipado con nuevos sistemas de lucha antiaérea, antisubmarina y antibuque, así como de defensa contra misiles, detalló Xinhua.

Según la agencia oficial china, la nave marca un "hito" en el mejoramiento del sistema de armamento de su Armada. Zhang Youxia, miembro de la Comisión Militar Central, dijo que el lanzamiento del destructor -que entraría en funciones en 2018- representa un importante paso hacia el sueño de China de tener una fuerza naval "fuerte y moderna". Se cree que China planea botar otras cuatro de estas embarcaciones, señaló la BBC.

El Tipo 055 es significativamente más grande que otro destructor de la Armada china, el Tipo 052D de 7.500 toneladas, lo que representa la creciente sofisticación de la industria de defensa de China, sostienen los expertos. De hecho, esta nueva generación de naves chinas se asemeja en tamaño a la última serie de la clase "Arleigh Burke" de destructores estadounidenses.

"No se puede negar que el Tipo 055 tiene una mejor capacidad de combate que el destructor Aegis de la clase Arleigh Burke de la Marina de EE.UU. en varias áreas y su misión principal es proteger buques de gran superficie como un portaaviones y un muelle de transporte anfibio", comentó al diario chino Global Times el experto naval Li Jie. Según la revista china Shipborne Weapons, estos nuevos "acorazados" chinos podrán desempeñar un papel clave en el equilibrio naval de la región Asia-Pacífico.

El lanzamiento del nuevo destructor se produce después de que China presentara en abril su primer portaaviones de fabricación nacional, el Shandong CV-17, que aumentó su presencia militar en medio de las crecientes tensiones en Asia. El portaaviones, que entrará en operación a más tardar en 2020, supone un avance significativo con respecto al Liaoning, el otro portaaviones que tiene China, que fue construido hace más de 25 años y es una embarcación soviética remodelada que China compró a Ucrania.

La Armada de China está experimentando una expansión ambiciosa y se proyecta que tendrá un total de entre 265 y 273 buques de guerra, submarinos y barcos de logística para el 2020, según el Centro para el Análisis Naval de Washington. Eso se compara con los 275 barcos de la fuerza de despliegue de batalla actualmente en la Marina de Estados Unidos, principal rival de China en la región de Asia-Pacífico.