La grave falta de precipitaciones que afecta al norte grande de nuestro país ha obligado al ministerio de Agricultura a intervenir las nubes para generar lluvia artificial.

Este consiste en la inyección de yoduro de plata, lo que en el caso de las regiones de Atacama y Coquimbo, permitirá generar precipitaciones artificiales y eventualmente podría aumentar entre un 10 y un 20% las precipitaciones o la nieve, según sea el caso.

La decisión de algunos países de intervenir el clima siempre ha desatado controversia, incluso en 1978 la ONU prohibió que los países realicen un control meteorológico, ya que en Vietnam -por ejemplo- hacían llover incesantemente en zonas de conflicto para provocar inundaciones. Esta normativa se encuentra vigente desde 1980 para prevenir que el clima pueda ser manipulado para fines militares.

SEMBRAR LAS NUBES
El método clásico para generar lluvias es el que se utilizará en cuatro regiones de nuestro país, que consiste en "bombardear" las nubes con cristales de yoduro de plata. Esta estimulación de precipitaciones interviene el ciclo de agua, lo que aumenta los núcleos de condensación al interior de la nube. Para esto se puede utilizar aviones o dispositivos terrestres.

INYECTAR ENERGIA A LAS NUBES
En las Islas Canarias, de España, existe un microclima muy particular. Un tipo de viento denominado Alisios "rompen" todo tipo de nubes y, en consecuencia, no permiten las precipitaciones. Para revertir esta situación, el servicio meteorológico de la isla utiliza sal para darle mayor fuerza a las nubes y puedan superar la fuerza del viento. Por esta razón, un radar de meteorología monitorea las nubes que pueden generar lluvia y cuando las encuentran, envían un avión que al ingresar a la nube dispersa la sal y permite que este continúe su viaje hacia la isla, generando las vitales precipitaciones.

LA INCOGNITA SUIZA
La empresa suiza Meteo Systems asegura que las inusuales lluvias que cayeron sobre el desértico emirato de Abu Dhabi durante el 2010, país desértico del Medio Oriente, fueron gracias a una máquina creada por ellos y que es capaz de generar precipitaciones. Si bien no existe ninguna prueba oficial de este mecanismo, la empresa asegura haber causado más de 50 tormentas en el desierto.

Esta máquina utilizaría torres de diez metro de altura que lanzan ionizadores, lo que permiten emitir partículas cargadas negativamente hacia la atmósfera. Para que esto funcione, la humedad del lugar debe superar el 30%, ya que estos iones atraerían polvo, lo que a su vez atrae partículas de agua, formando nubes y lluvia.

De todas formas, la comunidad científica niega que sea posible desarrollar este tipo de tecnología y atribuye las precipitaciones del emirato a la humedad del mar.

EL CASO ARGENTINO
En Mendoza se invierten cerca de 2 millones de dólares al año para en tecnología de punta para controlar el clima y proteger los campos. A diferencia de los lugares con sequía, en Argentina utilizan el convertir el yoduro de plata para prevenir el granizo y convertirlo en lluvia.

Para esto, disparan bengalas con yoduro de plata (o bombardean con aviones) cuando se detectan nubes que podrían dejar caer granizo. De todas formas, si la tormenta es de gran magnitud, es imposible transformar el granizo o la nieve en lluvia.

Según estimaciones de la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas, este sistema ha permitido disminuir en un 33% los daños a los cultivos producidos por el clima.