Una inédita resolución adoptó hoy la dirigencia del cuadro de Dinamo Zagreb, luego de anunciar que jugará su pleito de este fin de semana, por el inicio de la Liga, a puertas cerradas.

La medida surgió debido al miedo que se mantiene con sus aficionados, por la destitución del popular entrenador Zvonimir Soldo, además del fichaje de un odiado jugador del rival Hajduk.

"No podemos garantizar la seguridad a tan corto plazo. Hubo incidentes en nuestros partidos en Austria y Eslovenia. Unos hooligans acaban de devastar el césped. Ante Linfield (en la primera ronda preliminar de la Liga de Campeones) tiraron bengalas. Pido perdón a los abonados, quienes tampoco podrán entrar", dijo el vicepresidente del club, Zdravko Mamic.

Los llamados "Bad Blue Boys", reaccionaron de inmediato y calificaron la decisión del Dinamo como el "mayor escándalo de la historia del club."