Histórico

El pequeño grupo anarquista que hizo pesar su voz en Cataluña

Su negativa a apoyar un gobierno regional liderado por Artur Mas, forzará la convocatoria a nuevas elecciones en marzo.<br><br>

Sin quererlo ni buscarlo y con apenas 10 diputados, el grupo político más pequeño del Parlamento catalán, la antisistema e independentista Candidatura d’Unitat Popular (CUP), tuvo en sus manos la llave para la formación de un nuevo gobierno regional liderado por Artur Mas. Pero finalmente le dijo no. Y por esa decisión, es casi seguro que Cataluña deberá ir a unas nuevas elecciones en marzo, la cuarta vez en cinco años.

La CUP es un grupo anarquista que hasta las elecciones del 27 de septiembre pasado tenía apenas tres diputados en el legislativo autonómico y algunos concejales en distintas comunas. Disfrutaban de sus discursos antisistema y de ocupar un lugar minoritario en la fauna política catalana. Así entre sus máximas están las de separarse de España sin condiciones, dejar la Unión Europea y el euro, nacionalizar la banca y estatizar los servicios públicos, entre otros principios de tono anarquista.

Pero su estructura y sus consignas se vieron apuradas por el escenario político surgido de los pasados comicios. Los focos apuntaron a la CUP y su militancia tuvo en su mano el futuro inmediato de Cataluña. Debían optar entre su lucha contra el capitalismo y sus anhelos de independizarse de España. Eso porque Artur Mas, el líder de la alianza Junts pel Sí, y quien lucha por mantenerse al frente de la Generalitat (el  gobierno regional), reúne por un lado el liberalismo y conservadurismo catalán, y el secesionismo de Madrid.

No era fácil tomar una decisión. Debido a que no tiene un líder o un grupo de dirigentes (de hecho cada diputado puede ocupar un período el escaño), el poder de la CUP reside en las asambleas territoriales, en las que no hay métodos establecidos, por lo que a veces se vota a mano alzada y otras con papel y lápiz.

Esas asambleas votaron el domingo 27 sobre lo que debían hacer sus 10 diputados: si impedir un gobierno de Mas o permitir su formación. El resultado fue un empate matemático: 1.515 votos versus 1.515. Por eso el llamado Consejo Político se reunió este domingo 4 y decidió no apoyar un nuevo gobierno, a menos a que Mas dé un paso al costado y Junts pel Sí proponga otro nombre para encabezar el Ejecutivo regional. Mas se niega a algo así, razón por la que se dan por descontado nuevos comicios, en los que la CUP verá si revalida su peso en el nuevo Parlament.

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