Es la tendencia de moda. Las firmas cosméticas eligen como embajadoras de sus marcas a actrices de Hollywood de gran éxito, y, si tienen un Oscar, mucho mejor.

Fue el caso de Charlize Theron -imagen de Dior-, Gwyneth Paltrow -para Estée Lauder- y Nicole Kidman -rostro de Chanel-, además de Hilary Swank, quien en el año 2006 se convirtió en el fichaje estelar de la firma Guerlain.

El contrato de Swank con la marca corroboró que las actrices, modelos y cantantes de fama internacional son una apuesta segura para las firmas, que encuentran en ellas la mejor manera de promocionar sus productos. Y, sin duda, uno de los más claros ejemplos es el de L'Oréal Paris, que presume de su amplia nómina de embajadoras. De hecho, dos de sus grandes rostros han sido las protagonistas de Vicky Cristina Barcelona Scarlett Johansson y Penélope Cruz.

La iniciativa de la empresa francesa fue lanzar al mercado una colección de lápices labiales a los que llamó Color Riche Star Secrets, formada por ocho tonos, cada uno de ellos adaptado y creado para cada una de sus imágenes, Claudia Schiffer, Aishwarya Rai, Andie MacDowell, Eva Longoria, Laetitia Casta, Noémie Lenoir, Natalie Imbruglia y Gong Li, que incluyen, además, la firma grabada de cada una de ellas.

Mientras, este año Anne Hathaway, Isabel Preysler y Eva Mendes fueron los rostros protagónicos de las nuevas campañas cosméticas y las últimas famosas de Hollywood en ser relutadas hasta ahora.