Antes de regresar a Italia, la próxima  semana, el futbolista brasileño Felipe Melo, de Juventus,  alquiló una casa frente al mar en el balneario de Buzios, para  refugiarse con su familia del acoso de la prensa, tras la  eliminación de Brasil en cuartos de final de Mundial.

El diario Folha de Sao Paulo informó que Mello eligió  alquilar una casa con familiares y descansar en Buzios, estado  de Rio de Janeiro, luego de ser tratado como el villano de la  película, por la eliminación del equipo dirigido por Dunga.

Melo recibió algunos insultos y tuvo que salir con  guardaespaldas del aeropuerto de Rio de Janeiro cuando llegó de  Sudáfrica.

El futbolista fue expulsado por juego brusco durante el  segundo tiempo del partido ante Holanda cuando su equipo estaba  perdiendo por 2-1.

Melo también ha visto disminuido el valor de su pase. La Juventus pagó 25 millones de euros por el volante el año pasado. Y pese a estar descontentos con el mediocampista de contención, el club turinés no vendió al jugador antes del Mundial.

Se estima ahora que su valor es inferior a los 17 millones con los que se le valoraba antes de Sudáfrica 2010.