Cumplir con lo mínimo



SEÑOR DIRECTOR:

Al final del gobierno anterior se aprobó la Pensión Garantizada Universal (PGU), una pensión equivalente a la línea de la pobreza que entrega el Estado a todos los adultos mayores pertenecientes al 90% de mayor vulnerabilidad. La PGU es uno de los mayores avances y esfuerzos estatales que se han hecho para garantizar que nuestros adultos mayores tengan un ingreso sobre la línea de la pobreza.

En febrero de este año comenzó el pago para las personas pertenecientes al 60% más vulnerable que ya estaban dentro del Pilar Solidario, y quedó programado para agosto el pago a los adultos mayores pertenecientes al 60% y 90% de mayor vulnerabilidad.

Pero la promesa para este segundo grupo de beneficiarios no se cumplirá a tiempo. El actual gobierno se retrasó con el reglamento y con el test de afluencia que se requiere para identificar quiénes serán los nuevos beneficiarios.

Llama la atención que esta administración, que está impulsando una ambiciosa agenda de reforma tributaria y de pensiones para avanzar en la formación de una base robusta de derechos sociales, no esté cumpliendo hoy con el mínimo: entregar el ya consagrado derecho de la Pensión Garantizada Universal a nuestros adultos mayores.

Elisa Cabezón

Economista, directora ejecutiva de Perspectivas y miembro de Pivotes

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