
Desinformar para ganar

La tentación de mentir es tan vieja como el hilo negro. Si miento un poco -pero de manera consistente- los seguidores terminan creyendo algo de lo dicho. Se siembran dudas, se gana al adversario político sin importar el uso de datos falsos. Un ejemplo: el ex director de Presupuestos del gobierno del Presidente Piñera, Matías Acevedo, desmintió que el gobierno del Presidente Boric hubiera contratado a 100 mil personas en su período. Agregó que la ministra Vallejo tenía razón cuando criticaba el uso de datos falsos sobre contratación de empleados públicos que utilizó el candidato Kast. Acevedo declaró que Chile es un país serio, cuyas cifras no son “mentirosas”.
Otro ejemplo. Chilevisión denunció la existencia de un periodista que usaba una cuenta de X -en conexión con otras cuentas seguidoras del Partido Republicano- que difundía una supuesta enfermedad de la candidata Matthei. Manipulando videos, alterando el ritmo de sus palabras y diciendo que sufría de una enfermedad que la mostraba extraviada, colaboraba en una campaña para desprestigiarla. La candidata dijo que esa campaña era “asquerosa” y que le “dolió mucho”. El presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, ratificó que hay personas coordinadas para atacar a distintos candidatos y felicitó que los medios de comunicación investiguen. Una encuesta de Ipsos de marzo de 2025 preguntaba por los atributos importantes para ser candidatos presidenciales: un 62% declaraba que actuar con ética, honestidad y transparencia era lo que más valoraba.
Afectar la discusión democrática a partir de noticias falsas, hechos alterados, datos imposibles de verificar e infectar la discusión pública con ejércitos de bots son desde hace años preocupación de entidades internacionales. El informe de Naciones Unidas “Contrarrestar la Desinformación para Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales” de agosto de 2022, plantea en su punto 7 que la desinformación tiene diversos motivos (políticos, ideológicos o comerciales) y que cuando se utiliza por quienes tienen poder puede “minar la confianza en las instituciones públicas y contribuir a polarizar las sociedades y exacerbar las divisiones sociales, creando un terreno fértil para que florezcan el populismo y el autoritarismo”.
El gobierno del Presidente Boric ha enfrentado la desinformación. En 2023 creó una comisión académica para estudiar el tema en el país y proponer acciones para prevenir y proteger nuestra convivencia democrática. Existen iniciativas para alfabetizar digitalmente a las personas y lograr una ciudadanía informada que aporte a una mejor democracia. Esta semana se lanzó por segundo año la campaña “Aguanta, chequea y comparte” del gobierno de Chile. Al ritmo de una cumbia se advierte que se “está vendiendo humo en todas partes” y llama a reflexionar antes de compartir contenidos falsos.
Claro que se puede ganar una elección difundiendo mentiras. El problema, sin embargo, viene después: expectativas que no se cumplen, descrédito de la política e instituciones y una confianza rota entre la población y su gobierno.
Por Paula Walker, profesora Magíster Políticas Públicas, Universidad de Chile
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