Y ahora, ¿quién podrá defendernos?

SEÑOR DIRECTOR:
En la edad del iluminismo, se consideraba que la derrota de la enfermedad infecciosa estaba al alcance de la mano. Incorrecto. Una de las expresiones más evidentes del cambio climático es precisamente la aparición repetida de nuevos brotes de enfermedad, predominantemente por virus de animales. El siglo XXI, la era de la destrucción ecológica, produce un riesgo para la salud humana aún no dimensionado.
Covid, Zika, Chikungunya, Sífilis, Tuberculosis, Ébola, Influenza Aviar, bacterias hiperresistentes, VIH, Viruela del Mono…
Más sobre Correos de los Lectores
Este año ha aparecido un brote de Cólera, grave enfermedad diarreica que afecta severamente a los más pobres. Es infrecuente en Chile, debido a la educación sanitaria y la reconocida amplitud del sistema de tratamiento de aguas servidas y regadío. Estuvimos en peligro el año 1991, cuando la epidemia de cólera afectó a la región. Hubo solo 164 casos y 3 fallecidos en el país. Gran parte del mérito corresponde al entonces Ministro de Salud, Dr. Jorge Jiménez de la Jara (al menos un hospital debería llevar su nombre). Después ha habido solo casos esporádicos e importados.
La educación para la salud es un imperativo pendiente. El esfuerzo que entonces se hizo para que cada persona disminuyera el riesgo de contagio fue notable. Para el presente, se requiere un Ministerio de Salud que se dedique a ser rector del sistema, con mucho mayor presupuesto para el área de salud pública, y separando de él todas las funciones de manejo de centros asistenciales públicos, hospitales y consultorios, en favor de una empresa autónoma del Estado, sin captura política.
Jaime Mañalich
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.