Salir a la calle en tiempos de Covid-19 no es tarea fácil. Ponerse mascarilla –y los guantes, para quienes son más precavidos-, calzar los zapatos destinados al uso en exteriores. Evitar pedir el ascensor con la mano y darse cuenta que el uso del codo para situaciones cotidianas no es perfecto. Empujar la puerta con el pie y salir a la vereda, desde donde miramos nuestro alrededor. ¿Cuántas personas hay? ¿Hay niños? ¿Llevan mascarillas?

El problema aparece cuando nos cruzamos con otra persona caminando. Al no saber qué medidas de cuidado se manejan en su casa, es posible que esté contagiado, quizás sea asintomático. Si va con niños, peor, porque no se puede controlar que no pasen al lado, incluso rozando nuestra impoluta tenida. Si tendemos a exagerar y no importa mucho lo que le hagamos sentir a los demás, es probable que crucemos la calle. Pero si consideramos a los demás, puede que nos enfrentemos a un problema. ¿Cómo actuar para evitar romper con el distanciamiento social sin ser mal educado?

La OMS recomienda mantener distanciamiento social, lo que se traduce en estar al menos a un metro de distancia del resto y destacan: "especialmente aquellas que tosan, estornudad y tengan fiebre". Esto, pues es a través de pequeñas gotículas que se transmite el virus y que estando muy cerca lo podemos inhalar. La organización recomienda, además, no darse la mano y preferir saludar con un gesto, una inclinación de cabeza o una reverencia.

En Francia, el Ministro de Salud tuvo que salir a pedir a los ciudadanos que eviten saludar con el clásico beso en la mejilla, mientras que el Ministro del Interior alemán se rehusó a saludar a Angela Merkel de la mano hace algunas semanas. Situaciones incómodas van a ocurrir mientras mantengamos estas nuevas costumbres, pero si ponemos en práctica algunas normas de etiqueta, podremos evitarlas.

Según Celina Catalano (@celinacatalanoatelier), asesora de imagen personal y corporativa, además de experta en etiqueta y protocolo, "la situación incómoda se presenta más que nada en países latinos, donde el abrazo y el beso son símbolos de afecto, cercanía y calidez". Y añade: "Los saludos informales que se estilan ahora son chocar los codos o el lateral del pie, una palmada en la espalda o dar unas palmadas en el propio pecho, por el lado del corazón. Pero como la nueva etiqueta establece que no exista contacto físico alguno, es muy válido levantar la palma de la mano en señal de saludo o inclinarse durante el saludo, el cual nunca debe dejar de existir".

Por otro lado, Celina asegura que en el contexto actual el autocuidado ssi vemos a alguien caminar y estamos por toparnos físicamente, no es descortés alejarse un poco y tomar distancia. "El afecto y el cariño no se transmite solo a través de los abrazos y besos", agrega. "Podemos ser cariñosos, cercanos y empáticos con una mirada, un gesto y una palabra sin necesidad del contacto".