Fundas de almohadas de seda: ¿Para qué sirven?




Las mujeres afroamericanas, que se caracterizan por conocer muchas técnicas sobre cuidado capilar, vienen usando fundas de almohada de seda o satín desde hace muchos años para cuidar su cabello, una tendencia que se ha ido popularizando en los últimos años y que en la actualidad es conocida por sus beneficios para todos los tipos de cabello.

Antes de preguntarnos por qué usar seda, cabe preguntar qué tienen de malo las fundas de algodón y la respuesta es que se trata de un material que absorbe mucha humedad, algo que ya lo saben los atletas, quienes usan ropa de otra materialidad porque las prendas de algodón quedan mojadas con la transpiración y se demoran mucho en secar.

Lo mismo pasa con la cara y el pelo. En el caso del rostro, el algodón podría absorber cremas y otros productos que la piel no haya consumido por completo, así como robar la humedad del cabello. Esto, para las personas con pelo teñido, podría ser un problema, porque les queda más quebradizo y debilitado. Además, el algodón provoca fricción contra el cabello, lo que fomenta la rotura de las fibras capilares.

Una almohada de seda, en cambio, evita esa fricción. En la misma línea, las almohadas de algodón ayudan a enredar el pelo, lo que termina provocando frizz. Entonces, como resultado, al usar fundas de satín o seda, el pelo resultará menos perjudicado en el corto y largo plazo, especialmente aquellos debilitados por la decoloración, los que tienden a la sequedad y los que se suelen enredar seguido.

Pero no solo el pelo se vería favorecido por este tipo de fundas. El ícono de la dermatología internacional, Debra Jaliman (autora de Skin rules: Trade secrets from a top New York Dermatologist) es una de las fanáticas más conocidas de estos productos y ha asegurado su efectividad para reducir las marcas en la cara con la que muchas veces despertamos. No se trata de un método para evitar las líneas de expresión ni las arrugas, sino que para minimizar el riesgo de despertar con líneas provocadas por la posición al dormir.

Munna (@munna_cl) es un emprendimiento que vende fundas 100% de seda. Su dueña nos cuenta que antes de comprar un producto de este tipo, de la marca que sea, es importante considerar los Mommes o mm, la unidad de medida del peso de la seda.

Entre 12 y 16 Momme, la seda se utiliza para la producción de pañuelos y accesorios y en algunas ocasiones en ropa de cama. 19 Momme o más vendría siendo seda de muy buena calidad, caracterizada por su duración y suele ser usada en ropa de cama. Cuando buscamos fundas de almohada, se recomienda que sean de 19 Momme o más.

Por otro lado, hay que estar al tanto del tipo de seda de la funda. La mejor calidad de seda para este tipo de productos es la seda Mulberry o Morera, que debe su calidad a las rigurosas condiciones en que los gusanos de seda las crearon. Se siente suave y delicado, pero es una de las fibras más fuertes del mundo, lo que la hace muy resistente y duradera.

Quienes cuentan con una funda de seda deben preocuparse por su cuidado para que resistan tanto como deben y perduren en las mejores condiciones. Para esto se deben lavar a mano con poco detergente disuelto en agua fría, jamás secar al sol -porque puede provocar el desvanecimiento de los hilos-, no plancharlas a más de 35 grados y usar un paño entre medio al hacerlo para que la plancha no toque la seda directamente.

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