Primera infancia y jardín infantil: "Los padres somos los educadores principales a través del afecto"
La incertidumbre sobre cuándo los niños pequeños van a poder retomar el jardín, en un momento vital para su desarrollo, es una pregunta que a muchos papás les genera ansiedad. Pero es importante tomar este periodo de crisis como una instancia igualmente educativa. La psicóloga infantil Margarita Vilches y la educadora Carmen Gloria Andrade recomiendan estar en calma y no exigir a los niños ni padres más de la cuenta: lo importante en este periodo es incentivar la comunicación y los afectos.

La primera infancia, comprendida entre los 0 y 5 años de un niño, es vital en su desarrollo psíquico, físico y emocional. Las vivencias emocionales, afectivas y vinculares son aprendizajes de esta etapa que acompañan a las personas a lo largo de su vida. Por eso es normal que muchos padres estén preocupados respecto a los aprendizajes y rutinas de sus hijos pequeños en tiempo de cuarentena: no están teniendo la posibilidad de ir a un jardín, de vincularse con otros niños ni de desarrollar actividades educativas. A esto se suma la incertidumbre respecto a la vuelta a clases y la posibilidad de que no exista el escenario adecuado para que los niños puedan retomarlas, sobre todo si se activan con protocolo de distanciamiento social y mascarillas, condiciones casi imposibles entre niños pequeños.
Pero no hay que alarmarse ni desesperar: en casa los niños también aprenden y la experiencia que están viviendo durante el confinamiento puede ser igual de importante y significativa que ir al jardín. "Muchos papás creen que sus hijos solo están aprendiendo cuando hacen una actividad particular, pero no es así: lo hacen desde que abren un ojo en la mañana y todo el día adquieren conocimiento desde lo que ven, incluso más que desde lo que escuchan", asegura Carmen Gloria Andrade, educadora y directora del jardín Montessori Saint Nicholas.
Desde su experiencia como madre y como psicóloga especializada en primera infancia, Margarita Vilches enfatiza que aunque el sistema educativo en Chile apunte a la necesidad de preparar a los niños desde muy temprano y exista presión para que adquieran todos los conocimientos que les corresponderían según su edad, lo principal es la contención emocional. "Quedémonos tranquilos: lo fundamental en estos días es invertir en bienestar emocional. Los papás somos los principales educadores a través del afecto y podemos armarnos de todas las herramientas posibles para dárselo. No sirve de nada que aprendan los colores, los números y hagan actividades didácticas si no se desarrolla la parte afectiva. Las herramientas emocionales son la base de cualquier aprendizaje", asegura.
En este sentido, la educadora Carmen Gloria ve esta crisis como una oportunidad y llama a confiar en los vínculos que los niños establecen tanto con sus educadores como son sus pares. "Es un momento maravilloso de aprendizaje para los papás, para los hijos y para los educadores para generar nuevas instancias de diálogo, de amistad, de conversación, de abrazos virtuales. Los niños recuerdan y sus vínculos afectivos con otros no se van a perder por dejarse de tocar o de verse. Al contrario: surge la necesidad del otro".
Mientras que aún no haya fecha para retomar las actividades en los jardines, Margarita Vilches llama a no desesperarse ni generar un clima estresante. "Es importante ser respetuoso con los tiempos y ritmos de cada niño y también con los de uno: no hay que criminalizarse por sentirse superados, porque es una situación muy intensa, por eso siempre es bueno acudir a otros adultos", dice. Tal como ha hecho con sus hijos, cree que es fundamental promover espacios lúdicos sencillos y sin instrucciones, en donde tanto los padres como los niños lo pasen bien aunque sean pocos minutos. "Es súper terapéutico porque se expresan emociones a través del juego", dice.
Carmen Gloria, desde su experiencia como educadora bajo la corriente Montessori, recomienda seguir fomentando la autonomía de los hijos, aunque sea con cosas pequeñas. "En casa los niños pueden aprender muchas cosas, como ayudar en los quehaceres o aprender a servirse los alimentos. Es muy importante fomentar que inicien y terminen una tarea, como usar un juguete y luego guardarlo. Son cosas sencillas que los ayudan a hacerse responsables", dice.
También recomienda, en la medida de lo posible, redistribuir los espacios en el hogar para generar rincones lúdicos y seguros donde puedan entretenerse y moverse de forma autónoma mientras los papás están trabajando. Cuenta la experiencia de una apoderada que con cojines, libros, juguetes, atriles, lápices y otros objetos generó un lugar fijo recreativo para sus dos hijos. "Replicó el modelo de nuestro jardín Montessori, donde los niños se mueven libremente en un salón con distintas áreas y van eligiendo según sus intereses. Eso ayuda mucho a la autonomía, a la responsabilidad y a aprender a través del ensayo y error", afirma.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.