La comunidad digital que busca fomentar el liderazgo femenino

“Fundadoras” es una escuela online para emprendedoras con más de 1.500 participantes. Aspira a convertirse en la escuela de emprendimiento femenino con mayor alcance en Latinoamérica, a través de la enseñanza tres pilares centrales: la estrategia de negocios, la relación con el dinero y trascender como marca.


Carola Donelo (37) llegó a Santiago hace 12 años. Se despidió de su casa de la infancia en Quilpué para realizar un magíster de Educación en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y así desarrollar su carrera profesional. “Me acuerdo que fue un día viernes cuando avisé en mi casa: ‘Bueno, me gané una beca. Me voy’. Y me fui el lunes. Fue bien dramático, como han sido esas decisiones arriesgadas”, recuerda con una risa. Donelo cuenta que en Santiago se desempeñó como coordinadora académica en una corporación educacional, donde estuvo a cargo de 40 profesores y construyó una reputación dentro del rubro. Por esos años tuvo de forma paralela una segunda pasión: el maquillaje. “Un día fui de viaje con una expareja a Brasil. No me maquillaba nada, era súper hippie. En un mall, una maquilladora brasileña me vio, me sentó y me dijo: 'Te voy a maquillar esa manchita'. Tengo un melasma que me cubre una buena porción de un lado de mi rostro. No es pequeño, pero en ese momento lo dejé de ver. Lo encontré increíble”, relata. A partir de ese viaje, comenzó a aprender sobre el mundo de la belleza a través de videos de YouTube y se inscribió en academias de maquillaje. En 2015, motivada por un familiar suyo, impartió sus primeros cursos de automaquillaje, sin dejar su trabajo como coordinadora académica. “Me exigía las tardes, el fin de semana. Me iba a Rancagua con 27 mujeres a hacer cursos. Era mucho tiempo. Así que tuve que tomar una decisión. Me lancé en 2018 con un colchón económico. En febrero renuncié a mi trabajo”, resume. Carola Donelo instaló su escuela de maquillaje en Providencia, con un equipo de cinco profesoras. Si bien las clases eran presenciales, explica que lentamente comenzó a tantear el mundo online, a través de un curso digital de cejas que publicó en 2019. Al siguiente año, por la pandemia, tuvo que apurar el proceso de digitalización. “Tuve que suspender todo lo presencial. Las profesoras que tenía no pudieron hacer más clases. Evolucioné mi negocio en una escuela online,

, que era en realidad mi sueño”, enfatiza. Si bien su negocio dio frutos durante la cuarentena y logró sostenerse económicamente, se sentía sola en su rubro. Una maquilladora le comentó sobre una escuela online dirigida para emprendedoras llamada Fundadoras, y ella, queriendo conocer a más mujeres que compartieran su experiencia, decidió inscribirse.

abrió sus puertas en 2018, de forma presencial, a un grupo de 60 alumnas, para potenciar el liderazgo femenino. Durante la pandemia, debió reestructurarse y se mudó a un dominio online, donde contó con más de 1.500 participantes durante 2020, entre los cursos mensuales y la membresía anual. Las mujeres inscritas provenían principalmente de Chile, Argentina, Perú y Paraguay. [caption id="attachment_1017305" align="alignnone" width="1080"]

Lorena Gallardo, psicóloga organizacional y CEO de Fundadoras.[/caption] Lorena Gallardo (34), psicóloga organizacional y CEO de Fundadoras, explica que la escuela está dirigida a todas las mujeres emprendedoras que tengan una idea o un proyecto en mente, sin importar la etapa en la que esté desarrollado. Entre los requisitos de ingreso se incluye tener un computador, un celular y la capacidad de aportar a las demás alumnas. “Fundadoras, al ser una comunidad, no tiene aprendizajes individuales, solo colectivos. Eso ha sido un poco complicado, en cuanto a encontrar a mujeres que no quieren emprender por hobbie, sino en serio, y generar una buena cantidad de dinero que les permita sostenerse a ellas y sus familias”, acentúa la certificada en Online Business Coach. Gallardo cuenta que hace años que está comprometida con impulsar el liderazgo y emprendimiento femenino. Es abanderada de la ONG Vital Voices, fundada por Hillary Clinton, cuya misión es identificar, invertir y dar visibilidad a las mujeres líderes alrededor del mundo. Antes de lanzar Fundadoras, también fue cofundadora del evento argentino 7 Reinas, que convocó a cerca de 10 mil mujeres en Chile, Perú y Argentina. Debido a la gran inversión de tiempo que implicó el proyecto, a largo plazo no fue rentable y la psicóloga organizacional debió buscar otras alternativas que siguieran su línea de trabajo y, al mismo tiempo, le permitieran sostener a su familia. “Tenía que crear un espacio donde haya emprendedoras con las que yo pueda hablar y desahogarme. Con todas las redes que había creado con 7 Reinas, iba a invitar a todas las mujeres que daban las charlas a que vengan a Fundadoras a contar sus experiencias, y que generemos conversaciones poderosas. Así partió la primera generación que fue el año 2018”, relata la CEO. Para este 2021 se inscribieron 432 mujeres, que serán divididas en grupos de 10 a 15 personas. Las clases, que parten este mes, durarán seis meses -una clase a la semana-, y se compondrán de tres módulos principales: la estrategia de negocios, relación con el dinero y trascender como marca. “Los trabajamos siempre desde la mirada del liderazgo de las personas. Y la herramienta que utilizamos para trabajar esto y el desarrollo personal es el coaching”, acentúa.

Lidiando con el machismo

Fundadoras cuenta con tres profesoras que se encargan de impartir las clases y cinco entrenadores o coaches que tienen el rol de dinamizar los grupos dentro de la comunidad. “Entre las profesoras tenemos a Daniela Méndez, de Focus Locus; Ximena Jofré, que es experta en dinero y finanzas; y la otra profesora soy yo”, enumera la psicóloga. El proyecto se financia a través de una membresía que se cobra a las alumnas, a un costo de $317 mil. Además, durante al año ofrecen cursos online que se cobran aparte, dirigidos a mujeres tanto dentro como fuera de la escuela principal, sin necesidad de pagar la membresía. Las clases y los cursos no reciben certificación, debido a que “es una experiencia de transformación personal donde se llevan el aprendizaje puesto”, explica su fundadora. Geraldine MacKinnon (41) siempre tuvo la convicción de que viviría de forma independiente en base a su arte. Estudió Educación y Artes Visuales en la Universidad Católica de Chile, donde luego impartió sus primeros talleres. Transformó su casa en una escuela presencial, y paralelamente comenzó a vender sus acuarelas artesanales. No fue hasta 2017 que decidió trasladarse a lo digital, fundando la escuela online

, enfocada en la enseñanza de la ilustración botánica a través de videos envasados, donde tuvo aproximadamente doscientos alumnos durante 2020. Su recorrido como emprendedora no estuvo exento de dificultades. Varias veces vio desvalorizado su trabajo, donde recibió comentarios negativos tanto por su vocación, como también por el hecho de ser mujer. “El mayor impacto fue presentarle a un empresario mi proyecto de acuarelas hechas a mano cuando estaba partiendo. Creé la marca, hice una maqueta súper bonita. Estaba muy nerviosa. A él le tengo respeto, pero en ese minuto se le salió el mansplaining. Prácticamente se rió de mí. Me dijo: ‘Después vas a tener otra guagua (tengo solo una) y no vas a tener tiempo para esto. Si quieres puedes tener tu tiendita boutique chiquitita y cuando quieras dejas los envíos acá y la gente los retira’. Terminé triste y choreada. De ahí no he parado de probarme que sí puedo”, relata. Respecto al machismo en estos espacios, Gallardo acentúa que uno de los objetivos de Fundadoras es cambiar una creencia que, a su juicio, las mujeres llevan arraigadas de generación en generación, respecto a cómo se relacionan con los negocios y la plata. “Lo que hacemos nosotras es llevar a las emprendedoras a través de un tubo donde les mostramos solamente las cosas que son importantes y las despejamos de todo tipo de contaminación de cosas que te dicen afuera”, ataja. Para la CEO, la forma más tradicional y “masculinizada” de hacer negocios comienza con el dicho “business are business”, donde se inculca que las personas no pueden emocionarse, llorar o sentir al emprender. “La mujer que lidera negocios no es de ese estilo. Es una mujer emocional, comprometida, y los hace con el corazón”, enfatiza. “En el fondo esta es una nueva forma de hacer negocios. Desde ahí interactuamos y abrazamos cómo somos. La dificultad está en esa inseguridad que se produce en cómo yo debería ser”, aclara la psicóloga.

Comunidad digital con mentorías

Bernardita Maturana (47) cuenta que en un inicio no se atrevió a renunciar y dedicarse completamente a su emprendimiento,

. Se desempeñó 25 años como jefa de marketing en una empresa de gran tamaño, pero siempre tuvo una afición por el diseño y el branding, que la motivó a tomar proyectos de forma freelance. “Hasta que nació mi hija, en 2016, y decidí que no me iba a separar de ella, así que renuncié a la empresa. Ese fue el ‘tirarse a la piscina’ y empezó a crecer esto”. Maturana cuenta que al comienzo tuvo unos siete clientes en total a lo largo del año. Ahora, tiene cerca de siete activos al mes. Paulatinamente empezó a mostrarse más a sí misma en su sitio web y redes sociales, interactuando más directamente con sus clientes. “Con el tiempo fui cachando que lo que más conecta y lo único que te puede diferenciar es que alguien enganche contigo por lo que tú eres, lo que sigues, lo que te gusta”, destaca la diseñadora. Por este motivo, explica que la mayoría de sus clientas sean mujeres, círculo en el que también dice sentirse más cómoda. En este sentido, cuenta que entró a Fundadoras para ampliar su networking y terminó quedándose tres años. “Estamos ahí como una comunidad. La generación de 2020 queremos seguir juntándonos todos los meses, aunque sea online, justamente para hacernos retroalimentaciones”, resume. Carola Donelo, desde el rubro del maquillaje, también dice estar más cómoda enseñando y dando mentorías a mujeres. Su curso principal, “Maquillaje Terapéutico”, busca apoyar la autoestima de sus estudiantes, y que puedan enfocarse en cosas que van más allá de las cicatrices o marcas que tengan en sus cuerpos. “Mi misión es poder ayudar a que ellas amen su imagen y que hagan las paces sus huellas y las historias de la piel”, acentúa. El sentimiento de comunidad es uno que refuerza Gallardo. Apoya la idea de que las emprendedoras mujeres "son el futuro de Chile", y que para ello es necesario trabajar en la supresión de los estigmas sociales. “Creo que somos la fuerza laboral más power. Poder crear nuestro propio trabajo y lograr ser independientes económicamente, sin depender de ningún jefe ni persona, encuentro que es atómico. Estamos rompiendo con creencias familiares y de nuestro país de cómo es una mujer independiente”, enfatiza la psicóloga. Cuenta que desde Fundadoras aspiran a convertirse en la escuela online de empoderamiento femenino más grande en Latinoamérica, y tienen el objetivo de llegar a las dos mil participantes este año. Una de sus estrategias es la implementación de tecnologías que permitan tener un mayor alcance en los distintos países. La CEO destaca que realizaron una inversión de mil dólares en la plataforma digital Mighty Networks, que busca gestionar la comunidad de sus alumnas, donde las emprendedoras podrán crearse un perfil, postear, chatear entre sí y revisar el calendario de eventos. “La plataforma nos permite como comunidad tener las clases, la escuela y el Zoom, todo integrado en un solo lugar”, resume Gallardo.

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