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¿Cómo superar la obsolescencia tecnológica?

En este, el Año de la Productividad, uno de los grandes desafíos para las empresas será evolucionar tecnológicamente para obtener mayores eficiencias. Porque cuando hablamos de productividad nos referimos, en este caso, a obtener mejores beneficios por el mismo o menor valor.

Dado que la industria de proveedores de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, tenía contemplado un contexto económico de cierta complejidad, parte importante de su oferta para 2016 está orientada mucho más allá de la mera renovación tecnológica, ya que más bien están empeñados en apoyar el desafío de superar la obsolescencia y ofrecer la posibilidad de migrar hacia la nube.

En primer lugar, su adopción termina con la obsolescencia tecnológica. Bien sabemos que por muchas décadas las empresas debían adquirir su propio equipamiento, tales como hardware, software, licencias, entre otros, y junto a ello, debían preocuparse por mantener un plan de actualización y renovación. Además, asumían grandes inversiones, las que generalmente no acababan de retornar cuando el equipamiento adquirido ya estaba descontextualizado y obsoleto.

Así por ejemplo, hace no más de cinco años, el tiempo promedio de obsolescencia de un PC era de 36 meses, hoy ese plazo se redujo a menos de un año. Por supuesto que las  empresas no están ajenas a esta situación y la necesidad de invertir constantemente en tecnología termina atentando contra su eficiencia, y por tanto, contra su propio negocio.

Sumado a ello, los clientes que se decidían y realizaban ese upgrade tecnológico, debían contar con el respaldo de personal experto. Lamentablemente para las empresas, a mayor especialización de las soluciones, se hace más costosa la incorporación de ese know how al interior de sus organizaciones. Por eso, encontrar al personal idóneo también les significaba un desgaste.

Del mismo modo, estaba la necesidad de contar con un lugar apropiado para el alojamiento de esta infraestructura. Fue así como por años pudimos ver grandes espacios de oficinas de clientes utilizados para asuntos que no formaban parte del core de sus negocios, como alojamiento de centrales telefónicas o servidores.

No importa el tamaño de la empresa, hay múltiples alternativas para todo el segmento empresarial, desde pymes a grandes corporaciones, con un valor agregado independiente del tamaño. Lo importante es que hoy accederán a los mismos beneficios: mejoras en la productividad, eficiencia en costos, mejores tiempos de implementación y la posibilidad de enfocarse aún más en sus negocios sin perder tiempo analizando cómo realizar un upgrade a bajo costo.

No cabe duda que dicha evolución debe gestarse de la mano de un socio tecnológico con experiencia y respaldo. Son estos expertos los más capacitados para guiarnos hacia el mundo del cloud gracias a que cuentan con el conocimiento y la infraestructura de los datacenter. Así, podremos olvidarnos de la obsolescencia, permitiéndonos pagar sólo por lo consumido, acorde a mis necesidades.

Por todo esto, en el Año de la Productividad, es misión de cada líder repensar sus procesos y encontrar nuevas y mejores formas para desarrollar y hacer crecer a las empresas.

*Director Mercado Empresarial TIC Claro Chile.

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