Aunque Pucón no abra las puertas de su centro de esquí, este invierno la ciudad y sus alrededores tomarán la misma vida que tiene durante todo el año y, sobre todo, en verano. Entre la amplia y destacada oferta gastronómica que ofrece se destaca la del Hotel Antumalal, ubicado a sólo dos kilómetros del centro y donde podrá encontrar nuevas preparaciones.

Su carta es un viaje por los sabores que se pueden encontrar en el sur, donde sorprende con platos que marcan una experiencia culinaria novedosa.

Para comenzar, La Tabla Antumalal es una buena opción y está compuesta por quesos de la zona, salame de ciervo, salmón ahumado y avellanas. Luego viene el Picoteo Chileno, que incluye un chupe de jaiba, empanadas de pino, ostiones al pilpil y ceviche chileno. Otra alternativa es la degustación de empanadas que incluye rellenas de congrio, plateada y vegetariana.

Sopas carnes y pastas

Para el frío la carta cuenta con variedades de sopas, entre ellas la de cebollas caramelizadas con tostada de parmesano al gratín. También está la de menestrón de lentejas de la casa y para finalizar una crema de topinambur.

Entre las carnes destacan el estofado de wagyú y el salmón grillado con ragout de arvejas y jamón serrano. Mientras que en pastas, la carta ofrece fetuccini negros con calamares al pilpil o ravioles de queso de cabra y avellanas en salsa de espumante. Y no podía faltar en las pastas la lasaña, que está hecha de berenjenas grilladas, ricota y callampas con pesto. Todo esto acompañado de una maravillosa vista al lago Villarica.

Las ensaladas, son todas sobre una base de lechugas orgánicas, cuentan con cuatro opciones para escoger: ensalada del mar hecha con calamares y ostiones salteados, palta, tomate cherry, cebolla morada, rúcula y merquén; la de betarragas asadas en oliva y hierbas, con espinacas, queso azul, nueces garrapiñadas, aderezo de miel y crostinis; la ensalada de la casa, una preparación en base a papas salteadas al ajo, tomates secos, aceitunas, chips de tocino y reducción de aceto balsámico y la de pollo y sésamo, con trozos de ave apanados en sésamo, gajos de pomelo, brotes de arveja, pistachos y aderezo de soya.

Para los amantes del mar hay cinco variedades y para todos los gustos, merluza austral en costra de limón y perejil con puré de aceitunas; trucha mariposa acompañada de verduras glaseadas en balsámico, congrio dorado sobre risotto negro y tomates secos, salmón del Pacífico con ragú de arvejas, polvo de jamón serrano y emulsión de limón, también un pescado del día con una fresca ensalada.