Argentina se aprieta el cinturón con ajuste fiscal de US$727 millones

Hasta el 31 de diciembre de 2019 quedarán congeladas las contrataciones de la administración pública de Argentina, de acuerdo al decreto firmado ayer por el presidente Mauricio Macri, con el cual además determinó una serie de medidas que tienen por objetivo ahorrar más de $20.000 millones de pesos argentinos (US$720,1 millones) y cumplir con las metas de déficit que acordó con el FMI, de 2,7% del PIB para este año y de 1,9% para el próximo, tras cerrar el 2017 en 3,9%.

El decreto, difundido en el boletín oficial del gobierno, detalla que el freno a las contrataciones en la estructura del Estado tiene algunas pocas excepciones, entre las que se cuentan la Agencia Federal de Inteligencia, Fuerzas Armadas y las universidades nacionales.

Estas últimas no se salvan del todo del ajuste, debido a que el próximo año cesan todos los convenios de asistencia técnica que sostenían con el Estado, lo que también rige para universidades provinciales privadas y otras instituciones de enseñanza pública.

Considerando que el presupuesto para este año es de US$107.272 millones, para Martín Alfie, economista jefe de la consultora bonaerense Radar, lo anunciado por la administración Macri "son medidas con más impacto político que económico". Según señaló a Pulso, "el monto del ahorro fiscal es bajo. Me parece que es más un intento de dar una señal de que 'el ajuste' también pasa por el Estado, dado que no mueve el amperímetro del déficit fiscal".

En efecto, el mensaje es contundente cuando se trata de gastos del gobierno. Se pone fin a "bonificaciones, premios, incentivos o suplementos" al sueldo de los empleados públicos y se disminuye en 30% el presupuesto destinado a viajes oficiales. Además, la Agencia de Administración de Bienes del Estado tendrá que indicar en un plazo de 30 días la "flota óptima" de autos para cada dependencia estatal y se enajenarán los que sobrepasen ese nivel.