
ICB y Kraft: la alianza que consolida a Marco Polo como experto en sabor en Chile
ICB, empresa productora y representante de algunas de las marcas más importantes del rubro alimenticio en Chile, busca consolidar su posición en el mercado nacional con una alianza inédita junto a Kraft Heinz que les permitió lanzar al mercado dos nuevos productos de papas fritas Marco Polo: Sabor Real Ketchup y Sabor Real Mustard.

En el competitivo mundo de los snacks, la empresa chilena ICB ha dado un paso estratégico que consolida su posición en el mercado local. Su marca Marco Polo, conocida por su expertise en el sabor, se ha asociado con la multinacional Kraft Heinz para lanzar productos en co-branding que conectan con el paladar del consumidor chileno.
Sergio Rojas, gerente general de ICB, define esta alianza como un hito. “Cuando una marca global como Kraft se fija en nosotros, entendemos que algo hemos hecho bien”, afirma, resaltando años de trabajo en calidad, procesos e innovación.
La colaboración entre ambas empresas dio origen a dos nuevos sabores de papas fritas: Real Mustard y Real Ketchup. Con ellos, ICB apuesta por liderar un segmento en expansión, combinando su conocimiento del mercado local con la fortaleza global de Kraft. “Nos sentamos de igual a igual”, destaca Rojas.
Carolina Saavedra, gerente de marketing y desarrollo de ICB, agrega que la selección de estos sabores no fue al azar. “Observamos lo que nuestros consumidores ya hacen: untan papas fritas en kétchup y mostaza. Solo que esta vez, se los entregamos listos, con el respaldo de dos marcas reconocidas por su calidad y buen sabor”, explica.
El acuerdo, además, abre la puerta a futuras colaboraciones regionales. “Esta alianza agrega valor para ambas marcas. Es una señal clara de que Marco Polo está a la altura de los desafíos internacionales”, concluye Rojas. Con esta jugada, ICB no solo fortalece su portafolio de productos en Chile, sino que mira con ambición hacia nuevos mercados.
Una empresa chilena que alcanzó el estándar global
La alianza entre ICB y Kraft Heinz no surgió de la casualidad, sino del reconocimiento a un largo proceso de mejora continua. Para Sergio Rojas, gerente general de ICB, el acuerdo simboliza un momento de validación externa: “Somos una empresa que lleva años perfeccionándose, y esta alianza demuestra que estamos haciendo las cosas bien”.
El interés de Kraft por ICB se construyó sobre una relación previa de confianza y colaboración. ICB ya elaboraba productos de Kraft en Chile, lo que permitió establecer una base sólida para dar el siguiente paso: la co-creación de productos. “Fue un proceso fluido, lleno de voluntad y con una meta compartida: crear algo de calidad”, resume Rojas.
El estándar que exige una multinacional como Kraft implica auditorías, certificaciones y alineamiento estratégico. ICB logró superar todos estos filtros, sin fricciones. Para la compañía chilena, eso confirma que su estructura operativa, sus equipos técnicos y su cultura corporativa están a la altura de cualquier socio global.

Esta alianza también tiene un componente simbólico: posiciona a una empresa nacional como un referente confiable en el competitivo rubro alimentario. “Nos están mirando desde afuera, y eso marca una diferencia”, insiste Rojas. Para ICB, la asociación con Kraft no solo refuerza su prestigio, también lo proyecta más allá de las fronteras.
“Nuestro foco es desarrollar productos increíbles”, afirma Carolina Saavedra, gerente de marketing y desarrollo. “Tomamos ideas, las iteramos, las aterrizamos en el paladar del consumidor chileno. Así llegamos a los sabores que realmente conectan”.
Marco Polo: sabor, crecimiento e innovación en el mercado chileno
Marco Polo, la marca emblema de ICB, ha cimentado su identidad sobre una promesa clara: ser expertos en sabor. Esa especialización no solo ha guiado su estrategia de productos, sino que ha impulsado un crecimiento sostenido en el competitivo mercado de papas fritas. Actualmente, la marca alcanza un 39,7% de volumen de participación en lo que va de 2025 (fuente: Share Volumen Up The Trade, Categoría Papas fritas en Bolsa YTD Marzo 2025 Canal Moderno).
En el mercado de snacks salados en Chile, el segmento de papas fritas con sabores ha sido clave para el avance de Marco Polo. Según datos de la empresa, los productos saborizados representan un 14% del total de la categoría y están creciendo un 15% anual en volumen. Dentro de ellos, los sabores en base a salsas han tenido un alza del 60% en volumen respecto al año anterior, lo que justifica plenamente esta nueva apuesta.
“Somos grandes impulsores de ese crecimiento duplicando nuestra venta en lo que va del año”, afirma Carolina Saavedra. “Con esta alianza buscamos seguir apalancando nuestro desarrollo y ser fieles a nuestro claim: expertos en sabor”. El conocimiento del consumidor local ha sido clave para identificar perfiles de sabor que conecten con la experiencia real del usuario.
Además del producto, la estrategia de distribución ha sido crucial. Marco Polo tiene presencia en todas las grandes cadenas de supermercados, pero también apuesta con fuerza al canal tradicional. “Ese canal nos da visibilidad en el punto de venta y un alcance enorme gracias a nuestra flota de más de 600 camiones que llegan a todo Chile”, explica Saavedra.
Las expectativas son altas: ICB espera ganar al menos cinco puntos de participación de mercado en el segmento de sabores, afirma Carolina Saavedra. Pero más allá de la cifra, la apuesta de Marco Polo es de largo plazo: consolidarse como la marca que mejor interpreta el gusto del consumidor local en el mundo del snack.
Una alianza estratégica con potencial regional
El acuerdo entre ICB y Kraft Heinz no solo marca un avance en el mercado chileno: también proyecta oportunidades en el escenario sudamericano. Álvaro Opazo, gerente de innovaciones para Sudamérica de Kraft Heinz, destaca que esta es la primera experiencia de co-branding de la marca en Chile. “Queríamos llegar al masivo, a las familias, y Marco Polo era un socio natural por su cercanía con ese público”, explica.
Más allá del producto, esta colaboración ha sido un ejercicio de integración de culturas y capacidades. Ambos equipos trabajaron codo a codo para asegurar que los nuevos sabores transmitieran la identidad de ambas marcas. “Es una nueva expresión, pero fiel al espíritu de las dos”, dice Opazo.
Desde la perspectiva de ICB, esta alianza representa una validación internacional. El acuerdo les ha permitido reforzar su visión de agilidad y adaptación, sin perder el enfoque local. “Vamos a seguir haciendo cosas juntos mientras veamos que esto genera crecimiento”, añade Sergio Rojas.
El éxito del lanzamiento también está siendo observado fuera de Chile. Kraft Heinz está desarrollando su presencia en países como Perú, Bolivia y Uruguay. Si el desempeño se mantiene, no se descarta replicar el modelo en esos mercados, donde Marco Polo ya cuenta con capacidad exportadora. La experiencia chilena podría transformarse en un caso regional.
Esta alianza, nacida de la complementariedad y la confianza mutua, ilustra cómo una marca local puede convertirse en un actor relevante para un gigante global. Para ICB, el desafío ahora es sostener esta proyección con la misma consistencia que ha definido su trayectoria en el mercado chileno.
Así, las papas fritas Marco Polo-Kraft se proyectan como un caso de éxito de co-branding en alimentos en Chile con potencial de réplica regional.
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