Pulso

La disputa de la familia Castaño por el Molino de Puente Alto

Una de las ramas de la familia Castaño interpuso una medida prejudicial, denunciando un quiebre en la sociedad. La compañía hace más de cuatro décadas mantiene un conflicto interno.

Desde hace más de cuatro décadas, dos ramas de la familia Castaño en Chile mantienen una intensa disputa por el control de la empresa Molino de Puente Alto.

Por un lado, se encuentran Manuel Castaño González (82), su esposa Sylvia Orsini Macchiavello (79) y su hijo Daniel Castaño Orsini (52), gerente general de la sociedad, quienes representan a Rentas Los Queñes Limitada. Por otro lado, están los hermanos Manuel Castaño Bernain (76) y José Ramón Castaño Bernain (72), socios de Inversiones Bayona Limitada.

Manuel Castaño González es hijo de Domingo Castaño y Julia González, mientras que José Ramón Castaño y Manuel Castaño Bernain son hijos de Manuel Castaño y Georgina Bernain. Ambos padres, Domingo Castaño y Manuel Castaño, eran hermanos de Jaime Castaño Castaño, fundador de la panadería que lleva su apellido, establecida en 1933.

El conflicto sale a la luz pública luego que el pasado 24 de septiembre Inversiones Bayona Limitada -representada por Rodrigo Díaz de Valdés, socio de Baker McKenzie- presentara una medida prejudicial en contra de Rentas Los Queñes Limitada ante el 26º Juzgado Civil de Santiago.

Tanto Rentas Los Queñes como Inversiones Bayona poseen el 50% de las acciones del Molino de Puente Alto, firma que se rige por la Ley N° 18.046 sobre Sociedades Anónimas, con 15.886 acciones para cada parte.

Desde 1986 hasta el 28 de agosto de este año, el directorio estuvo formado por cinco personas: Domingo Castaño Castaño, Manuel Castaño Castaño, Manuel Castaño Bernain, Sylvia Orsini y Manuel Castaño González, quien fue presidente del directorio por mucho tiempo. Después de la salida de los dos fundadores, se unieron al directorio Daniel Castaño Orsini y José Ramón Castaño Bernain.

Pese a que Bayona posee el 50% de las acciones de la Sociedad, esta “estuvo gobernada de facto por Los Queñes por casi cuarenta años. Primero, porque Los Queñes contaba con tres de los cinco directores, pudiendo imponer su voluntad automáticamente. Segundo, porque el gerente general de la Sociedad, el Sr. Castaño Orsini, es el hijo del Sr. Castaño”, según el documento.

El quiebre que detonó la ofensiva de los Castaño Bernain ocurrió el pasado 28 de agosto de 2025, cuando se llevó a cabo una Junta Extraordinaria de Accionistas de la sociedad. Las materias a tratar en dicha cita se individualizaron en la respectiva sesión de directorio, dentro de las cuales se encontraba el aumento del número de directores de 5 a 7 y la renovación del directorio.

A la reunión asistieron Manuel Castaño González por Los Queñes y Rodrigo Díaz de Valdés por Bayona, y el notario público Andrés Vega. En el encuentro Los Queñes se opuso a aumentar el número de directores y no hubo consenso.

Luego venía el siguiente punto de la tabla: la renovación del directorio de la sociedad. Según el escrito de los Castaño Bernain. Bayona se mostró abierta a abordar el asunto, pero no así Los Queñes, que habría incumplido esta obligación.

Ante la falta de acuerdo de cómo se procedería a la votación para la elección del directorio, Los Queñes y Bayona procedieron a votar secretamente y por papeletas. El resultado de la votación fue el siguiente: Ricardo Manuel Victorero Castaño 5296 votos, Patricio Avendaño Castaño 5295 votos, Juan Francisco Castaño Alomar 5295 votos, Manuel Castaño González 5287 votos, Sylvia Orsini 5287 votos y Daniel Castaño Orsini 5287 votos.

Con ello, resultaron electos como directores Ricardo Victorero Castaño, Patricio Avendaño Castaño y Juan Francisco Castaño Alomar. “Debido al empate en la votación de Castaño González, Orsini y Castaño Orsini, ninguno de ellos pudo resultar electo. Con lo anterior, se dio cumplimiento a lo señalado en el artículo décimo primero de los estatutos sociales, habiendo quedado designada la mayoría del directorio y existiendo quórum para sesionar”, se lee en el escrito ingresado al tribunal.

Según el mismo documento, los Castaño Orsini se negaron a reconocer la votación e insistieron en que debían permanecer en el directorio. Mientras, los Castaño Bernain calificaron de “inaceptables” las actuaciones, pues -según explicaron en una carta el pasado 9 de septiembre ambos hermanos- “no sólo desconocen la realidad jurídica de la Sociedad, sino que además genera confusión entre los accionistas y terceros, afectando gravemente la institucionalidad y el buen gobierno corporativo”.

Carta

Manuel Castaño González (82), histórico presidente de Molino de Puente Alto, envió una carta a los hermanos Castaño Bernain el 29 de agosto, en la que manifestó su posición frente al conflicto.

“El supuesto nuevo directorio al que se refieren no existe, ya que la pretendida renovación que ustedes mencionan no tuvo lugar, por distintas razones jurídicas que no viene al caso mencionar aquí. El directorio de la Compañía es y seguirá siendo el mismo que ha habido siempre, salvo que se acuerde su modificación en conformidad a la ley y a los estatutos de la empresa”, explicó y se negó a asistir a una reunión para alcanzar un acuerdo.

“No puedo dejar de señalarles que, a lo largo de toda mi vida empresarial, nunca me enfrenté a una situación tan desagradable como la vivida en la junta extraordinaria de accionistas del día 28 de agosto”, sostuvo.

“Desde ya les adelanto que con el triste despliegue de ese día se diluye toda posibilidad de lograr una separación amistosa de los asuntos que compartimos”, concluyó.

Historia

La historia de Molino Puente Alto, dedicadó a la molienda y elaboración de trigo y sus subproductos, comienza en 1965, cuando los hermanos Domingo Castaño Castaño y Manuel Castaño Castaño crearon una sociedad comercial colectiva llamada “Castaño Hermanos”. El 19 de septiembre de 1970, la sociedad pasó a ser una de responsabilidad limitada, cambiando su nombre a “Castaño Hermanos Limitada”.

Luego, el 18 de junio de 1970, la razón social se modificó nuevamente a “Molino Puente Alto Limitada”. El 30 de septiembre de 1982 se transformó en una sociedad anónima, tras firmarse la escritura pública ante el notario Andrés Rubio Flores. Desde entonces, la empresa ha mantenido esa estructura, aunque su estatuto fue reformado por última vez en 1986.

Los hermanos Castaño Bernain pidieron que se designe un interventor judicial para que supervise la sociedad. Este interventor tendría acceso total a todos los documentos, cuentas, operaciones y registros de la empresa, así como a sus oficinas. La idea es que pueda revisar todo de manera completa y transparente.

Además, solicitaron que se suspendan los acuerdos tomados por el “falso directorio”, integrado por Castaño González, Orsini y Castaño Orsini, en su reunión del 10 de septiembre.

Lee también:

Más sobre:NegociosConflictoEmpresasCastañoRetail

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

⚡¡Últimos días Cyber! Accede al mejor precio de 2025🗳️ 📰

Digital + LT Beneficios$1.200/mes SUSCRÍBETE