La última apuesta de los Yarur para continuar con su holding vitivinícola
El año 2000, Empresas JY ingresó a la industria. Si bien entraron en un período de boom, desde un comienzo el negocio no fue alentador. De hecho, compraron la viña para justamente evitar su quiebra. Hoy, el panorama no se ve fácil. El año pasado estuvo en venta y, tras negociaciones fallidas, los controladores decidieron meterse la mano al bolsillo, concretando un aumento de capital para mejorar los balances.

Han sido años complejos en una industria donde los números azules son esquivos. Si bien Viña Morandé se fundó hace 22 años, la familia Yarur -vía Empresas JY S.A.- tomó el control el 2000, debutando así en un negocio que les ha significado más de un dolor de cabeza y donde los débiles balances los han tenido a punto de vender la compañía, realizando hoy una reingeniería profunda para mantener los resultados a raya, en medio de una deuda que se ha acrecentado en los últimos tres años.
El año pasado, de hecho, las viñas que componen el Grupo Belén-donde está Morandé, Vistamar, Mancura, Fray León, Zorzal (de Argentina); el centro de enoturismo 'House Casa del Vino', ubicado en el Valle de Casablanca, y el Aceite de Oliva Extra Virgen Ízaro- estuvieron en venta. "Hubo negociaciones con un par de empresas. A veces las conversaciones son fructíferas, otras veces no, puede resultar una fusión o una venta. Este no fue el caso", dice un conocedor del proceso que prefiere mantener su nombre en reserva.
En ese momento, entre los interesados estuvo un grupo chino y unas bodegas argentinas. Y si bien las tratativas no llegaron a buen puerto, no se descarta que las negociaciones se retomen más adelante. En el intertanto, los Yarur optaron por meterse la mano al bolsillo. Hace algún tiempo, Empresas JY S.A. concretó un aumento de capital, cuya cifra, si bien no se pudo conocer, "ayudó a sanear la deuda de la compañía y potenciar una nueva estrategia en la empresa", relata un conocedor de la firma. Y los resultados ya están a la vista.
De acuerdo con cifras de la industria, entre enero y mayo, Viña Morandé exportó 68.500 cajas, lo que implicó un alza de 126,1% frente al mismo período del año anterior; en valor, en tanto, la firma envió al exterior US$ 2,3 millones, 109% más que hace un año. China fue el motor. Las ventas a ese mercado se dispararon 304,5%.
Hoy, grupo Belén llega a más de 40 países alrededor del mundo, destacando los mercados de EE.UU., Inglaterra, Brasil, Japón, China y Chile, consignan en su página web.
Pero más allá de lo anterior, hoy se requieren más ventas para que la viña quede en una mejor posición. "Eso es de lo que hemos estado constantemente preocupados. Estamos mejorando el mix y apuntamos a los precios altos de la Viña Morandé", confirma una fuente. Es que hoy la tarea pendiente parece venir de la mano del valor promedio. Si bien sus indicadores de ventas han mejorado, el precio medio de sus vinos se contrajo 7,45% entre enero y mayo, hasta los US$ 36,6 la caja. Este dato está sobre el precio promedio de la industria -que bordea los US$ 28-, pero está lejos de los cerca de US$ 40 que vendía Morandé hace un año. Y el indicador es incluso más débil en otras firmas de Belén, como Vistamar, donde alcanza solo los US$ 23,7 entre enero y mayo.
Para elevar sus ingresos están, además, potenciando el marketing, impulsando un mayor desarrollo de sus redes sociales, que hasta el año pasado no consideraban. Así, lanzaron recientemente su nueva página web, junto con fomentar la venta online, a través de cavamorande.cl, en la que tienen despachos a todo Chile.
Desde la empresa aseguran que dicha estrategia no solo se reduce a Morandé, sino a otras viñas del grupo Belén, incluyendo el granel, vía Lourdes. "En el negocio a granel, hace cinco años invertimos en un predio de alrededor de 240 hectáreas en Pencahue. Hoy somos la segunda más grande del país, ya que por ahí se venden 50 millones de litros de vino al año", dice un cercano a la operación.
Un negocio complejo
Con todo, el devenir de Morandé en manos de los Yarur está en duda, lo que gatillaría un nuevo cambio de controlador, que ya se vivió hace 18 años, cuando Pablo Morandé -socio fundador de la viña que lleva su apellido- tuvo que enajenar la compañía a la familia Yarur para evitar la quiebra. "Su entrada no solo fue amistosa, sino que significó una gran tabla de salvación y nos llevamos muy bien y con mucho afecto", reconoció Morandé en una entrevista a revista Capital. Hoy es integrante del directorio y director enológico de los espumantes y del vino Golden Harvest.
Así, desde un comienzo el negocio para los Yarur fue complejo, ya que si bien entraron a la industria en una época de boom, donde todos los grupos económicos tenían una viña, a poco andar -en el mismo año 2000- la uva sufrió una brusca caída, junto con evidenciar una mala cosecha. Desde ese momento a la fecha, Empresas JY S.A. ha cerrado las oficinas comerciales de Morandé en Estados Unidos, Brasil e Inglaterra, y también cambiaron el modelo de venta, comercializando directamente a importadores y distribuidores.
Si inicialmente Empresas Juan Yarur -matriz que agrupa los negocios de los hermanos Luis Enrique, Jorge Alberto y Juan Carlos Yarur Rey- contenía el rubro vitivinícola, en abril de 2011 se hizo una reestructuración, constituyendo Empresas JY S.A., sociedad anónima cerrada, para contener las inversiones no financieras como Salcobrand, Carnes Ñuble y grupo Belén.
"El negocio del vino nunca ha sido tan rentable, y con el paso de los años, los controladores se han visto en la obligación de vender, ya que no reciben retornos", dicen en el sector; ejemplo de ello es el holding Bethia, que en mayo de 2017 vendió sus viñas al grupo chino Yantai Changyu Pioneer Wine. "Las viñas no tienen la economía a escala de las compañías grandes. Es la situación de gran parte de la industria nacional y por eso nunca ha sido un negocio con el que se gane planta", relata otro conocedor del rubro.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
3.
🎉 La Tercera celebra 75 años ✈️ Suscríbete y entra al sorteo por 2 pasajes a Buenos Aires.
Plan digital $990/mes SUSCRÍBETE