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Mayor planta desalinizadora suspende su tramitación ambiental hasta febrero de 2026 para estudiar a chinchilla lanígera

Se trata del proyecto Aguas Marítimas de Cramsa, cuya inversión alcanza los US$5.000 millones y busca proveer de agua desalinizada a las comunas de Antofagasta, Sierra Gorda y Calama.

Chinchilla lanígena.

El 22 de diciembre la empresa Cramsa, firma que impulsa el proyecto Aguas Marítimas, solicitó suspender el plazo de tramitación de su iniciativa. La compañía tramita en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) una planta desalinizadora para suministrar de agua a las comunas de Antofagasta, Sierra Gorda y Calama en la Región de Antofagasta.

Para ello, captará agua de mar en el sector de Caleta Bolfin, a 15 km del límite urbano de Antofagasta. El proyecto -que alcanza una inversión de US$5.000 millones- contempla la construcción de una planta desalinizadora de 700.000 m3 por día, un sistema de conducción de unos 480 km, 17 estaciones de bombeo y 350 km en líneas de transmisión eléctrica, entre otras estructuras.

Tras el informe consolidado de solicitud de aclaraciones, rectificaciones y/o ampliaciones al EIA (Icsara) emitido por el organismo ambiental el 14 de octubre pasado, el titular del proyecto argumentó con dos razones principales que necesitará más tiempo para desarrollar su proyecto, pidiendo plazo hasta el 20 de marzo del próximo año.

En el Icsara, explica, “se solicita aumentar el esfuerzo de muestreo para la especie chinchilla lanígera, a través de una metodología adecuada que no perturbe a la especie, en todas las épocas faltantes de un año calendario considerando estudios que incluyan: rango de movimiento, dieta, estimación de tamaño poblacional, análisis de registros de guaridas y refugios, ámbito de hogar, entre otros”.

El pedido, fundamenta Cramsa, “exige estudios y campañas de terreno adicionales, para cubrir las estaciones de primavera 2025, ya ejecutada y verano 2025-2026, la que demandará un tiempo adicional a lo otorgado en el Icsara Excepcional”.

Otro de los argumentos que mencionó para la extensión del plazo es que se le solicitó caracterizar entidades patrimoniales, donde también se le pidió hacer una propuesta de rescate arqueológico.

Frente a ello, el SEA extendió el plazo solicitado por la firma hasta el 27 de febrero de 2026.

Cabe señalar que este proyecto, en términos de capacidad, es el más grande contabilizado por la Asociación Chilena de Desalación y Reúso A.G. y la Corporación de Bienes de Capital (CBC), que hace unos meses publicaron el catastro de los principales proyectos de desalación en nuestro país.

Especie en peligro

La chinchilla lanígena, o chinchilla de cola larga, es conocida como la chinchilla chilena, y se ha distribuido históricamente en nuestro país entre Chañaral (III Región) hasta la provincia de Petorca (V Región).

Justamente, en la observación 3.03 y 3.04 del Icsara, el organismo ambiental plantea al titular hacer un nuevo monitoreo en todas las épocas faltantes de la chinchilla lanígera, cuya especie es considerada en la categoría de conservación “en peligro”.

Allí se le pide a Cramsa incluir a especialistas de fauna; técnicas de monitoreo que no afecten a la especie, donde se considere su hábito nocturno y su carácter escurridizo; y un fototrampeo con cámaras activas durante tres semanas para realizar un monitoreo continuo.

Entre otros aspectos, la firma debe consignar si existe desplazamiento de chinchilla lanígera en el cruce del acueducto, estableciendo así su rango de movimiento. También, debe establecer el tamaño de la población de la especie en área cercana al acueducto; analizar su tipo de alimento; analizar si existe posibilidad del derrumbe de las guaridas y refugios del roedor.

Entidades patrimoniales

Otro argumento que deslizó la empresa es que en la observación 5.01 del Icsara se les solicita caracterizar entidades patrimoniales mediante pozos de sondeo, “que por cambio de titularidad no se había logrado ejecutar”, dice la empresa.

Ante ello, Cramsa indicó “que con fecha 27 de agosto de 2025, se ingresó una nueva solicitud de permiso al Consejo de Monumentos Nacionales (ID ingreso 6283), el cual se encuentra en revisión por parte de la autoridad y por tanto a la fecha no se cuenta con el permiso, lo que ha imposibilitado la realización de dicho levantamiento de información requerida”.

El Icsara dice que el titular “describe 375 entidades arqueológicas sujetas a afectación, siendo que la totalidad de elementos registrados son de 448”, las que fueron mencionadas por la compañía en una Adenda.

Bajo ese contexto, se le solicitó a la empresa “incorporar la representación estratigráfica procedente de las actividades de excavación, exhibiendo las características subsuperficiales del área de influencia”, e “incorporar una propuesta de rescate arqueológico actualizada a las distintas zonas de densidad de materiales (muy alto, alto, medio, bajo, nula)”.

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