Sin filas ni juguetes diferenciados: Así se enseña a niños y niñas a no ser machistas en el jardín

¿Filas diferenciadas? ¿Educación sexual integral? La educadora de párvulos especializada en género, Macarena Vargas, explica cómo educar a los menores sin esteretipos ni roles de género.


Los establecimientos educacionales es donde los niños y niñas pasan gran parte de la primera etapa de sus vidas. A veces, incluso, están más en estos recintos que en sus propias casas.

La educación en diferentes materias es fundamental, sobre todo para las y los más pequeños, ya que durante los primeros años de vida se montan las bases para el desarrollo cognitivo, emocional y social. De acuerdo a la educadora de párvulos magíster en estudios de género, Macarena Vargas, es la etapa en la que los niños y niñas desarrollan su identidad, aprender a convivir y crean los primeros espacios de socialización. De ahí que el enfoque de género en la educación parvularia sea tan importante.

Pero, ¿cómo se educa a los niños con perspectiva de género en el parvulario?

Imagen referencial. Foto: Getty Images.

Vargas explica que, desde muy chicos, alrededor de los tres años, los niños y niñas pueden percibir, internalizar y replicar estereotipos de género. Por consiguiente, es importante el enfoque de género en el aprendizaje, lo que se traduce en procesos libres de estereotipos y roles de género.

“Se les permite crecer libremente y desarrollarse de manera integral, sin imposiciones genéricas de por medio” asegura la educadora de párvulos, quien también forma parte del Centro de Estudios y Desarrollo de Educación Continua para el Magisterio, Saberes Docentes.

Además, advierte que es esencial hablarle a las y los pequeños sobre respeto y equidad hacia todas las personas, y abordar la diversidad e inclusión de quienes se identifican con los géneros no binarios. Señala que es imprescindible normalizar las relaciones afectivas no heterosexuales, como las familias homoparentales.

DIA DEL NIÑO
Educación parvularia en Santiago, Chile.

Esto último suena a algo básico pero, como se evidenció hace poco con el estreno de Lightyear -en el que aparece en escena por pocos segundos, el beso de dos mujeres- , aún hay madres y padres que se escandalizan cuando sus hijos ven muestras de afecto en familias homoparentales.

No más filas diferenciadas

Con respecto a cómo educar con enfoque de género, destaca la importancia de los juegos, las canciones y los cuentos. Asimismo, realizar actividades con una planificación informada, en la que se incentive la participación de las niñas en el área de la ciencia y las matemáticas, así como la de los niños en el arte y el lenguaje; puesto que son materias que tienen un sesgo de género relevante.

En lo cotidiano, “no hacer alusión a los juguetes mal llamados de “niños” o “niñas”, ni hacer filas diferenciadas entre hombres y mujeres”, sostiene Vargas.

Mal llamados juguetes de "niña". Foto: Pixabay.

Educación sexual integral

La implementación de la educación sexual integral en los colegios es un debate que no ha terminado. Para algunos, una herramienta elemental en la formación de los niños y niñas, para otros más conservadores, una práctica precipitada que no debería instruirse en las aulas, sino que es decisión los padres si se imparte. En los jardines infantiles la situación es más compleja.

De acuerdo a la educadora de párvulos, la educación sexual integral es necesaria porque le permite a las y los pequeños empoderarse sobre su cuerpo, tomar decisiones respecto a ellos mismos y sus relaciones con el resto. “Es importante que conozcan las partes de sus cuerpos, el consentimiento y los límites”, señala.

Además, destaca que la construcción de la autoestima y autopercepción de los niños y niñas es fundamental. Un trabajo en la aceptación propia que no sea sesgado por los estereotipos de distinto tipo, como los de género.

Foto: Istock.

“Falta mucho por avanzar en esta materia” estima Vargas, sobre el enfoque de género en las aulas de los infantes. Comenta que en Chile existen las orientaciones para promover la igualdad de género en la educación parvularia, que pueden guiar la práctica pedagógica desde esta materia. Sin embargo, indica que las directrices para la perspectiva de género en la educación son demasiado generales.

Una de las instancias más importantes a trabajar es el de las familias, ya que muchas veces estos temas constituyen tabúes sociales y culturales.

Sobre lo anterior, la asesora de Género de la Subsecretaría de Educación Parvularia (Sdep), Ivonne Araya, informa que a partir del abril se distribuirá un proceso participativo para actualizar las Orientaciones Técnico-pedagógicas. “Contribuyen a la implementación del enfoque de Género en nuestro nivel” indica la asesora”, ya que se vincula a procesos educativos como la gestión institucional y pedagógica, la familia y comunidad, los ambientes y evaluación de aprendizajes, entre otros.

“Se reveló este hito en marzo por el Día Internacional de la Mujer, para que sirva como la primera fuerza participativa para iniciar reflexiones y organizaciones pedagógicas que colaboren en la construcción de una educación sin sesgos ni estereotipos de género, desde la primera infancia”, agrega.

¿El enfoque de género es una exigencia?

“El enfoque de género en Educación Parvularia reconoce la autonomía profesional y confía en los equipos pedagógicos, por lo tanto, esto no se traduce en una exigencia”, explican desde la Sdep.

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Educación parvularia.

La jefa de la División de Políticas Educativas de la Sdep, Victoria Parra, señala que en la preparación de los equipos pedagógicos “hay una explicitación del componente de género en los estándares orientadores para carreras de Educación Parvularia”. Por lo tanto, un egresado de la carrera debiese saber aplicar este enfoque.

A su vez, comenta que el portafolio de Evaluación Docente, y las jornadas de educación integral, han ayudado a avanzar hacia procesos de mayor calidad y una mejor preparación de las y los docentes.

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