
La silenciosa expansión de las “escuelas para maridos”
En una inédita, pero creciente tendencia, muchos países están impulsando estas escuelas, para fomentar la participación masculina en tareas domésticas.

Alí Siles es doctor en sociología y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México. Como académico del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM, ha pasado buena parte de su carrera estudiando las actuales masculinidades.
En sus investigación, señala que los hombres han crecido sobre la base de muchos estereotipos, ninguno que se les haya impuesto abierta y directamente, sino que a través de mandatos creados y reproducidos –en sus múltiples manifestaciones– por los mismos hombres, quienes los han utilizado a su favor, pero también han sufrido sus consecuencias.

La rápida expansión de las “escuelas para maridos”
Asegura que uno de los más persistentes es que los hombres son proveedores. “En el mundo en el que estamos y por las condiciones propias del capitalismo moderno, es extremadamente difícil serlo.Todos nos hemos sentido estresados, frustrados y angustiados por eso, pero al final, nadie renuncia a ese modelo. Porque de base, ser proveedor significa ser el que manda, el que decide y el que tiene la autoridad. Es poder y privilegio”, dijo en una entrevista a Paula.
Romper este esquema es particularmente duro en países como Senegal, pero existe un incipiente movimiento para tratar de doblegar esta inercia.
Uno de ellos es el que lidera un imán llamado Ibrahima Diane, quien reúne a un grupo de hombres para explicarles por qué deberían participar más en las tareas domésticas.
“El propio Profeta dice que un hombre que no ayuda a mantener a su esposa e hijos no es un buen musulmán”, dijo Diane (53) según un artículo de ABC News, mientras describía cómo bañaba a su bebé y ayudaba a su esposa con otras tareas.
Diane estaba participando en una “escuela para maridos”, una iniciativa respaldada por las Naciones Unidas donde los miembros masculinos respetados de la comunidad aprenden sobre la “masculinidad positiva” en temas sociales y de salud y los promueven en sus comunidades.
En Senegal, como en muchos otros países de África occidental con grandes poblaciones rurales o conservadoras, los hombres a menudo tienen la última palabra en las decisiones importantes del hogar, incluidas las relacionadas con la salud.
Las mujeres pueden necesitar su permiso para tomar decisiones que cambien su vida en cuanto al acceso a la planificación familiar u otros servicios de salud reproductiva, además de partos en hospitales o atención prenatal.
Las clases para maridos siguen esfuerzos similares en otros países africanos, particularmente Níger, Togo y Burkina Faso, donde el Fondo de Población de las Naciones Unidas dice que mejoró el acceso de las mujeres a los servicios de salud reproductiva al aumentar la participación masculina, incrementar el uso de anticonceptivos tanto por hombres como por mujeres y ampliar el acceso a la atención prenatal y a parteras calificadas.
En Mamboué, en la comuna de Houndé, al oeste de Burkina Faso, esta pequeña revolución también está tomando forma.
La escuela para esposos de esta pequeña aldea, compuesto por unos 15 hombres casados, se reúne una vez a la semana. En un edificio de ladrillo, conversan sobre la vida familiar, guiados por un facilitador.
Derechos de las mujeres, salud reproductiva, salud materna, planificación familiar, higiene: todos estos temas se abordan y explican con el objetivo de impulsar un cambio de comportamiento entre los hombres de la aldea.

“La escuela para esposos crea un ambiente donde los hombres pueden compartir y aprender unos de otros con confianza”, explicó en una nota difundida por el Banco Mundial Ouanibaouiè Bondé, facilitadora de la aldea vecina de Boni. “Aquí, pueden hablar sin temor al qué dirán sobre temas tradicionalmente reservados a las mujeres, como la planificación familiar, las consultas prenatales, la necesidad de dar a luz en un centro de salud y las consultas posnatales. Convencer a los esposos de su papel en estos temas contribuye a promover la armonía entre las parejas y las familias”, añadió.
Escuela para maridos, una eficaz herramienta para disminuir la mortalidad materno e infantil
El programa senegalés fue lanzado en 2011, pero en los últimos años ha llamado la atención del Ministerio de la Mujer, la Familia, el Género y la Protección del Niño, que lo ve como una estrategia eficaz para combatir la mortalidad materna e infantil.
“Sin la participación de los hombres, la actitud hacia la salud materna no cambiará”, afirmó en el artículo de ABC News Aida Diouf, de 54 años, trabajadora sanitaria que colabora con el programa. Muchos esposos prefieren que sus esposas no sean atendidas por trabajadores sanitarios masculinos, añadió.
Los debates para los hombres también se han centrado en los derechos de las niñas, la igualdad y los efectos nocivos de la mutilación genital femenina.
Actualmente, el programa opera en más de 20 escuelas de Senegal y ha capacitado a más de 300 hombres.
Nathalie Coly, coordinadora del proyecto GirlEngage Senegal en Senegal, afirmó que la escuela para maridos es un marco para la participación de los padres con y para sus hijas. Señaló que es un espacio de debate, toma de decisiones y acción para promover los derechos de las niñas y fomentar cambios de comportamiento entre los padres y tutores a nivel comunitario en relación con la violencia de género, especialmente el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina".

Si bien la mortalidad materna e infantil en Senegal ha disminuido en la última década, los expertos afirman que aún queda mucho por hacer. En 2023, se registraron 237 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, mientras que 21 recién nacidos de cada 1.000 fallecieron durante el primer mes de vida.
La ONU busca reducir la mortalidad materna a 70 muertes por cada 100.000 nacidos vivos y la mortalidad neonatal a menos de 12 por cada 1.000 nacidos vivos para 2030.
Un problema clave es que muchas mujeres han estado dando a luz en casa, dijo El Hadj Malick, uno de los coordinadores del programa de Senegal.
“Al educar a los hombres sobre la importancia de apoyar a sus esposas durante el embarazo, llevarlas al hospital y ayudar con las tareas domésticas en casa, están protegiendo la salud de las personas”, dijo Malick.
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