Se sabe que Microsoft tirará toda la carne a la parrilla el 26 de octubre, cuando lance mundialmente Windows 8 y Surface, su tableta estrella. Pero al mismo tiempo su CEO, Steve Ballmer, se ha encargado de generar noticia cada semana con anuncios que confirman que Microsoft está dando un giro significativo. El último: Hotmail, su popular  plataforma de correo electrónico, morirá después de 16 años.

No es que Microsoft vaya a cerrar su sistema de e-mails. Al contrario, la idea es transformar el servicio a través de otra de sus grandes marcas de mensajería: Outlook. Ahora la interfaz de usuario ha cambiado radicalmente: presenta una pantalla más limpia, liviana y funcional que su antecesora (tal como ha hecho Google con Gmail). La idea es, además, integrar todos los diversos productos de Microsoft que ahora están en la nube. Así, la integración con Excel, PowerPoint o Word está a aun click de distancia para ver, editar y guardar documentos desde el mismo navegador, sin necesidad de descargar nada. Lo mismo irá sucediendo con redes sociales, uno de los grandes puntos a los que Microsoft quiere dirigirse. Lo mejor de todo: la vieja cuenta de Hotmail (o live.com o msn.com) que podemos tener pasa automáticamente a ser de Outlook. No hay necesidad de moverse del escritorio. Ni de bajar de la nube.

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