Revista Que Pasa

La otra hija de Ravi Shankar

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El único sitarista al que Ravi Shankar entrenó personalmente fue a Anoushka, su hija. Con ella mantuvo una relación musical estrecha: se presentaron como dúo cientos de veces en vivo (desde que la joven tenía catorce años de edad), y compartieron escenario en el que terminaría siendo el último concierto del músico indio, el 4 de noviembre pasado, en California. La atención funeraria de los medios más flojos estuvo puesta la semana pasada sobre Norah Jones, la hija más famosa pero también más distante del recién fallecido maestro indio de George Harrison.  Pero es Anoushka su cabal heredera, una compositora y ejecutante que a los 31 años ya tiene una decena de discos y colaboraciones grabadas con Sting y Herbie Hancock. Vale la pena escucharla en Traveller, su álbum más reciente, encuentro de tradición india sobre la sítara con técnicas vocales e instrumentales aprendidas del flamenco (dos géneros que no pocos estudiosos vinculan en su origen), producido por el experimentado Javier Limón. El cruce de mundos es parte de la carga genética de Anoushka Shankar, pero la gracia con que hasta ahora lo encauza es el mérito propio de una intérprete desafiante para cualquier oído acomodado.

www.anoushkashankar.com

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