SEÑOR DIRECTOR:

La reciente Cuenta Pública del Presidente dejó una señal inquietante: en más de 20 mil palabras no se mencionó el mar, ni la institucionalidad marítima. No es un descuido menor. Chile es casi cinco veces más mar que tierra, pero seguimos gobernando como si fuésemos un país exclusivamente terrestre.

Desde la Liga Marítima hemos insistido en que el país necesita una Política Nacional del Mar con visión estratégica, que reconozca al océano como eje de desarrollo, defensa y proyección internacional. La expansión de los puertos de San Antonio y Valparaíso debe dejar de abordarse por separado. Proponemos consolidarlos como un solo complejo portuario, administrado de forma unificada y concesionado a privados.

A su vez, impulsar un corredor bioceánico central permitiría conectar nuestros puertos con los mercados del Atlántico, consolidando a Chile como plataforma logística del Cono Sur. La permisología excesiva, sumada a la indiferencia institucional, ha frenado por años el progreso.

Lo que no se nombra, no existe. Omitir el mar es ignorar una dimensión esencial de nuestra identidad y futuro. Es hora de mirar hacia el Pacífico con estrategia y ambición.

Edmundo González Robles

Presidente de la Liga Marítima de Chile