Culto

Una viga maestra

Hoy me avergüenzo de ser Premio Nacional en una lista que sin él es espuria y torpe. No importa, más pronto que tarde su obra valiente, polifónica, magistral, será reconocida como una viga maestra de la dolorosa literatura de nuestro tiempo.

El narrador nacional Germán Marín, de 85 años, junto a Carlos Peña, rector de la UDP.

Heridas, desbordadas, rotundas, las 1.600 páginas que conforman Historia de una absolución familiar, hacen de esta novela la más rotunda escrita por un chileno en el siglo pasado y a su autor, alguien que se merecía los más altos reconocimientos que un Estado mezquino como el nuestro, no le dio. No importan las postulaciones a los premios, las listas que se hagan, las afiliaciones sexuales o políticas, la obra de Marín sobrepasaba todos esos planos y hoy me avergüenzo de ser Premio Nacional en una lista que sin él es espuria y torpe. No importa, más pronto que tarde su obra valiente, polifónica, magistral, será reconocida como una viga maestra de la dolorosa literatura de nuestro tiempo.

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