Biografía explora en las luces y sombras de Jorge Peña Hen

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"Peña Hen es el Víctor Jara de La Serena", dice Patricia Politzer sobre el músico asesinado por la Caravana de la Muerte. Tenía 45 años.

Patricia Politzer publica Batuta rebelde, libro que se suma al rescate del legado del músico asesinado en 1973, pionero de las orquestas juveniles. Su foco está en la correspondencia entre el compositor y su esposa.


Ayer, jueves, hubiera cumplido 92 años. Pero sólo llegó a los 45, pues lo ejecutó la Caravana de la Muerte. Jorge Peña Hen (1928-1973) fue una figura capital de la música chilena: en 1964 creó la primera orquesta infantil de Hispanoamérica. La hazaña es mayúscula; en apenas siete meses logró que 100 niños aprendieran un instrumento. Y lo hizo en La Serena, ciudad que convirtió en una metrópolis musical en solo 15 años.

No obstante, después del Golpe, su nombre sólo se susurraba, como recuerda su hija, María Fedora Peña Camarda. "Estaba prohibida su música, estaba prohibido su nombre. Mi papá fue como borrado de la faz de la tierra aquí en Chile. Es que había mucho miedo", dice.

El silencio fue absoluto, con la excepción del In Memoriam que le dedicó Luis Merino, a fines de 1973, en la Revista Musical Chilena. Sin embargo, en el último tiempo se han multiplicado las iniciativas de rescate de sus composiciones. Un año clave fue 2018, al cumplirse 45 años de su asesinato: la Agrupación Cultural Mismar le dedicó un festival; el Cuarteto Surkos lanzó un CD con sus Cuartetos de cuerdas, y la Sinfónica Nacional Juvenil y el director Helmuth Reichel interpretaron su Tonada para orquesta. La misma planeaba estrenar en octubre pasado el Concierto para piano de Peña Hen, con la conducción de Paolo Bortolameolli y la solista Svetlana Kotova, pero a causa del estallido, lo reprogramarán este año.

La figura del célebre músico se ha rescatado en dos documentales, uno de Guillermo Milla en 2004, y otro de Benoit Chanal y Claudio Jara, en 2014, y también a través de libros. Miguel Castillo Didier publicó Jorge Peña Hen (1928-1973). Músico, maestro y humanista mártir (LOM, 2015), una completa biografía que profundiza en sus logros artísticos y compromiso social, así como la violencia ejercida sobre él; y su dimensión humana fue abordada por Gabriel Canihuante en un volumen que la Editorial U. de La Serena publicó en 2017.

Ahora llega a librerías una tercera biografía: Batuta rebelde. Jorge Peña Hen (Lumen), de Patricia Politzer. "Siento que, de alguna manera, Peña Hen es el Víctor Jara de La Serena. Era hijo ilustre de la ciudad, miles de personas iban cada año al Retablo de Navidad que hacía. Su asesinato fue simbólico, tal como el de Víctor Jara", comenta la periodista.

"Él fue un genio, un adelantado a su época, un hombre con gran perseverancia. Pero yo no sólo quiero rescatar su condición de padre de las orquestas infantiles y juveniles, sino que darlo a conocer como persona. No quise construir una estatua de Peña Hen, sino hacer una biografía con sus luces y sus sombras", aclara.

La intimidad

En su libro, la periodista articula los testimonios de personas que conocieron a Peña Hen con el contexto social y político de cada etapa de su vida, y también aborda cómo la experiencia chilena fue clave en el origen del mundialmente famoso Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela. Pero su centro de gravedad está en la correspondencia entre el músico y su esposa, Nella Camarda, quien le sobrevive.

"Para un hombre como él, su trabajo era una pasión tal que abarcaba toda su vida, pero su matrimonio y su familia eran muy relevantes. Investigando, descubrí que había una tremenda historia de amor. Jorge Peña Hen tenía todas las características para ser digno de una biografía interesante: complejidad, angustias, dudas, fuerza, genialidad", explica Politzer.

Esas cartas sumergen al lector en una intimidad inquietante; con acusaciones de traición, celos y reclamos de Camarda por haber postergado su propia carrera como pianista. Pero también revelan la tenacidad y la conciencia social de Peña Hen.

"Yo no había leído esas cartas que había entre él y mi mamá, fueron una sorpresa. Leyéndolas, hice el link con esos momentos de mi infancia y adolescencia, y eso ha sido rico porque han sido recuerdos vívidos de él", comenta María Fedora Peña. "Claro que ahí se dice que él tenía mal humor, y no era así. Nos hacía unos chistes geniales en la casa; lo más importante de su personalidad era su sentido del humor y su optimismo. Él decía 'Esto lo voy a hacer en un año más', y aunque tuviera a 500 personas diciéndole que no le iba a resultar, él no escuchaba, y lo hacía igual", agrega.

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Peña Hen y la pianista Nella Camarda se casaron en 1952. El libro se basa en sus cartas.[/caption]

Peña Camarda reconoce que cada entrega biográfica "es como una novela que no termina nunca, porque sabes cosas nuevas. Se aprende a vivir con eso, pero es una pena que siempre tiene nuevas facetas". A su juicio, el libro de Castillo Didier "es completísimo; lejos es la mejor biografía", y destaca el "sello humano" del de Canihuante.

También valora la publicación de Politzer: "Su gracia es que a través de las cartas uno puede conocer a mi padre y la evolución de su estado de ánimo". Pero no comparte el perfil que el libro ofrece: "Jamás escuché que le dijeran Loco Peña, y no comprendo el título, no era un hombre rebelde, sino que súper tradicional. Él revolucionó la educación musical, pero no tuvo nunca una personalidad rebelde. Es la antítesis de eso".

Si su padre estuviera vivo, ¿cómo se lo imagina frente al estallido social?

La música era el leitmotiv de su vida; probablemente estaría haciendo conciertos en las calles y en las iglesias. Con 91 años de edad, yo creo que no iría a la Plaza de la Dignidad, pero estaría muy ilusionado, tal como cuando salió Allende, que nos decía: "Estoy contento porque vamos a tener un país diferente".

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