Historias de una generación dorada: trece discos inolvidables que cumplen 30 años

Este 2021 se cumplen tres décadas del lanzamiento de algunos de los álbumes más importantes del rock y el pop que dejó el siglo XX, incluyendo algunos chilenos. Aquí, una selección de algunos de estos nuevos clásicos cuyo impacto aún resuena pese al paso del tiempo.


“Nevermind” - Nirvana

En el documental Classic albums, de 2005, se recorre la historia tras la creación del segundo disco de Nirvana. El registro incluye entrevistas a los miembros del grupo y también a Butch Vig, productor de Nevermind y líder de Garbage, quien recuerda su sorpresa al escuchar las nuevas canciones del trío.

“Estaban mejores que las de ‘Bleach’ (1989)”, rememora, al tiempo que hace memoria sobre los acotados tiempos que tuvieron para registrar el material en el estudio: sólo siete días. Hasta que ocurrió un incidente: “Uno de los problemas que tuvimos fue que Kurt no pudo terminar un par de canciones, perdió la voz al quinto día por cantar tan fuerte ‘Lithium’. Debimos parar las grabaciones y seguir después”.

Por su parte, el baterista Dave Grohl confiesa que no tenían ninguna expectativa en torno al álbum. “Yo no pensaba que estábamos haciendo un disco clásico, yo solo decía ‘¡vaya, suena bien!’’' (...) “Teníamos una ética de trabajo muy propia del punk que todos compartíamos. No creo que hubiera funcionado si alguien no la hubiera seguido. Honestamente, no teníamos ninguna ambición de hacer carrera. Creíamos imposible ser la mejor banda del mundo”.

Formado por muchachos de pueblo, que no cuidaban su imagen, con apariencia desaliñada y pantalones desgastados, probablemente nadie sospechaba lo que ocurriría con el LP. Aunque como aclara el bajista Krist Novoselic, “nos tomábamos muy en serio la música, ensayábamos y no perdíamos el tiempo, no había nada de fiestas, ni andábamos con chicas, nada de eso. Fuimos muy serios, tocábamos las canciones una y otra vez hasta que se oyera bien y quitáramos las fallas”.

Después del fracaso financiero de la discográfica Sub Pop, con quienes trabajaron en “Bleach”, Nirvana firmó con el sello Geffen (DGC Records) y para el lanzamiento de “Nevermind” hubo algunos desacuerdos sobre quién iba a producir el disco. La banda se mantuvo firme con Butch Vig. La grabación se hizo en Sound City de Los Angeles y DGC les entregó un presupuesto de 60 mil dólares, una cifra extravagante para los músicos. Kurt Cobain, conocido admirador de los Beatles, debía ser convencido de vez en cuando por Vig cada vez que se negaba a algo por pudor, diciéndole “John Lenon lo hizo”.

Sin embargo, Cobain no accedió a todo y cuando se dio cuenta de que las canciones estaban más cerca del pop, propuso hacer unos cambios. “Creo que Kurt quería un disco pesado, porque sabía que las canciones eran fáciles, pegajosas, las melodías eran muy pop y no quería que sonara así, por lo tanto pensó en que si las guitarras rugen y la batería es pesada e incesante, la dicotomía podía funcionar”, explicó Vig.

Así fue como nació el disco que catapultó la fama del grupo y masificó la moral grunge, con letras ligadas al nihilismo punk y una mezcla entre agresividad y sensibilidad. A estas alturas, Nevermind es uno de los clásicos de la década de los 90 y uno de los últimos discos de rock con ese nivel de impacto.

“Ten” - Pearl Jam

Para el inicio de la década del 90, Pearl Jam empezaba a conformarse con tres integrantes que recién habían abandonado otros proyectos musicales: Stone Gossard, Jeff Ament y Mike McCready. Sólo les faltaba alguien que cantara y un baterista. En esa búsqueda decidieron grabar algunos demos que luego repartieron entre sus conocidos y así fue como una de esas copias llegó a manos de Jack Irons, de Red Hot Chili Peppers, quien a su vez le entregó la cinta a su amigo Eddie Vedder.

El mito dice que Vedder no pudo dejar de escuchar el demo durante todo ese día y que su entusiasmo llegó a tal punto que decidió grabar por su cuenta las voces de tres de las canciones. Con esto en mano viajó a Seattle para presentarle su trabajo al trío, que ya había encontrado a un baterista, Dave Krusen. El grupo quedó encandilado con la voz de Vedder, lo incluyen en el proyecto y Pearl Jam cobraba forma definitiva.

Así, la banda se dirigió a London Bridge Studios en el norte de Seattle donde grabaron “Ten”. “Eddie trabajó las letras durante una semana y la grabación duró dos semanas y media. Estábamos muy orgullosos, no había presión, entramos y grabamos”, comentaron los músicos en el programa VH1 Storytellers.

Para el video de “Alive” la banda no se complicó mucho y se grabaron tocando el sencillo en un concierto. “Con una canción así que habla de vivir el momento, habría sido un engaño si el video lo grabábamos meses antes. Lo que ves aquí es todo en vivo, en Seattle”, explicó el cantante. “Los videos, básicamente, documentan nuestra actuación en vivo. No estábamos en un momento como para comenzar a filmar mini películas”, agregó Jeff Ament, el bajista de Pearl Jam.

Posterior al lanzamiento de “Ten”, el grupo realizó un evento al que asistieron alrededor de 50 mil personas. “Íbamos a tocar en Seattle, era una atmósfera libre. Recuerdo estar en ese parque enorme, veía los brazos y la gente entusiasmada”, recordó Ament.

En la actualidad, la banda sigue en pie y continúan realizando giras alrededor del mundo. La última vez que el grupo aterrizó en Chile fue en el 2018 para el Lollapalooza, en esa misma visita hicieron un concierto aparte en Movistar Arena, donde recogieron varias canciones de “Ten”.

“Metallica” - Metallica

El disco más conocido como “El álbum negro”, por su portada simple y oscura, estuvo lleno de cambios Además significó una invitación hacia los integrantes de la banda para repensar la manera en la que estaban trabajando. De esta forma se dieron cuenta de que en su proyecto anterior, “And justice for all...” (1988), habían muchas cosas que mejorar.

A esta reflexión se sumó la llegada del productor canadiense Bob Rock, quien anteriormente los había escuchado en un concierto en Vancouver y al reunirse con ellos fue sincero: “No han podido grabar en un disco lo que realmente hacen en vivo”. Luego, gracias a su trabajo se logró mejorar la calidad de las canciones. Sin embargo estas modificaciones también provocaron cierta tensión.

“Diría que los primeros tres meses de la producción del disco fueron bastante difíciles. Creo que desconfiaban un poco de mi. Yo hablaba y me ignoraban”, aseguró el productor en una entrevista para el programa Classic albums: Metallica - The black album (2001).

Fue un periodo lleno de cambios, al cual tuvieron que adaptarse como equipo. “Con la llegada de Bob todo quedó mejor. Comenzamos a valorar el momento y nuestro trabajo, se trataba de llevar lo que ya hacíamos a un lugar donde nunca habíamos estado”, continuó el baterista Lars Ulrich.

Este fue el disco más popular e influyente de la banda y llegó para dar pautas sobre el camino que tomaría el metal en la década del 90. Aquí aparecieron sencillos como “Enter sandman”, “The unforgiven”, “Wherever I may roam” y “Nothing else matters”. El álbum se transformó en el disco más vendido en la trayectoria del metal, con alrededor de 16 millones de copias alrededor del mundo.

“Innuendo” - Queen

Podría considerarse uno de los discos más tristes de la historia del rock. Freddie Mercury entregó todas sus energías en la grabación de “Innuendo”, aún cuando ya era evidente el deterioro de su salud debido al sida, enfermedad que enfrentó en secreto por mucho tiempo.

Roger Taylor, el baterista, habló sobre “Innuendo” en una entrevista para promocionar el disco. “Fue una especie de continuación de “The miracle” (1989), pero creo que es mucho menos pop y pienso que es más sonoro, tiene más profundidad”.

Sobre la canción que lleva el mismo nombre del disco, explicó: “Es muy nuestra, hay cosas extrañas, los diferentes cambios en el estado de ánimo y el tempo, es algo épico, un coro épico y bastante entretenido”.

Para esta oportunidad la banda se dirigió a Mountain Studios, en Suiza y luego a Metropolis Studios en Londres, trabajaron con el productor David Richards. No todo salió bien, ya que el cantante sufrió varias complicaciones para poder hacer las canciones y videos del álbum, en ese momento hubo gran apoyo por parte de los demás integrantes y el equipo de Queen, quienes también querían aprovechar los últimos momentos de su amigo.

Si bien para los seguidores de Queen el álbum evoca mucha nostalgia, la banda lo recuerda de forma positiva. “Había mucha alegría, extrañamente. Freddie sufría dolores, pero podía disfrutar de lo que más le gustaba hacer. A veces solo duraba un par de horas porque se cansaba mucho. Sin embargo, durante ese par de horas lo daba todo. Cuando no podía mantenerse en pie, solía apoyarse en una mesita y se bebía un vaso de vodka y decía: ‘cantaré hasta que me desangre’”, expresó el guitarrista, Brian May, en un reportaje de la revista Rolling Stone.

Un año después de la muerte de Mercury, los demás miembros de Queen hicieron un concierto en homenaje al cantante en el estadio de Wembley, donde se reunieron fondos para asociaciones que luchaban contra el sida. Luego, en 1995 lanzaron “Made in heaven” el último disco, que incluía algunas canciones que el cantante había grabado antes de fallecer.

Debido al contexto y al cierre de la era de Queen con Mercury, “Innuendo” se considera uno de los mejores discos de la banda.

“Achtung baby” - U2

En el documental From the sky down (2011) se muestra cómo fue el difícil periodo de grabación del álbum. Para el final de la gira Lovetown Tour de 1989, la banda hizo pública la crisis creativa que estaban enfrentando y anunciaron su retiro temporal. Bono le dedicó unas palabras a su público: “U2 ha llegado al final de una etapa. No pasa nada, tenemos que irnos y volver a inspirarnos”.

Así fue como en 1990 el grupo se trasladó a Hansa Studios en Berlín para reunirse con los productores Daniel Lanois y Brian Eno, con quienes comenzaron a grabar “Achtung baby”. Este viaje les sirvió para llenarse de inspiración, reinventarse y darle un giro a su trabajo.

“Cuando grabamos este álbum sabíamos que habían cosas que no queríamos repetir, cierto tipo de temas que no haríamos de nuevo. El proceso en Berlín y Dublín, consistió en averiguar qué queríamos “, aseguró el guitarrista The Edge.

Sin embargo, en medio de esta constante ola de cambios, hubo dudas, tensiones dentro del equipo e incluso estuvieron a punto de separarse. “A medio camino mientras grabamos el álbum, pensamos: ‘¿nos habremos equivocado?’, pero seguimos adelante porque no había más remedio. Cuando un álbum está a medias siempre surgen dudas”, comentó el baterista Larry Mullen Jr. “Tuvimos que desviarnos y experimentar. Hacer cosas que no habíamos hecho nunca”.

La canción “One” llegó como una señal de salvación, pues fue una obra casi improvisada que terminó uniendo al grupo. “Es una sensación alucinante estar tocando en el estudio y que la música surja”, recordó Mullen.

Posteriormente U2 viajó a Dublín para terminar las grabaciones. En esta nueva revisión y actualización de su trabajo incursionaron en sonidos del rock alternativo, la electrónica y la música industrial de la época.

El título del disco no estuvo listo hasta las últimas sesiones de grabación, algunas propuestas fueron “69”, “Adam”, y “Zoo Station”. Finalmente se quedaron con “Achtung baby”, luego de que Joe O’Herlihy, el ingeniero de sonido de U2, usara esta frase que sacó de la película The Producers de Mel Brooks. La palabra alemana “achtung” significa “atención”, un nombre que contrasta con el contenido del disco.

“Probablemente sea nuestro álbum más serio, pero es el que tiene el título menos serio. Todo el mundo picó. Creyeron que nos habíamos animado, pero no es cierto. Seguimos igual de amargados”, aseguró Bono.

Todos estos cambios terminaron creando una fórmula fructífera que funcionó y el disco vendió alrededor de 18 millones de copias, siendo el mayor éxito comercial de la banda.

“Al final supe que habíamos tomado la decisión correcta, hicimos el álbum que teníamos que hacer y el que queríamos hacer. Fue una grabación complicada, pero conseguimos justo el resultado que buscábamos”, declaró Larry Mullen Jr.

“Out of Time” - R.E.M.

Se trata del séptimo disco de la banda estadounidense, que gracias al éxito de “Green”, su anterior álbum, pudieron tomarse seis meses de descanso para luego trabajar de lleno en “Out of time”.

“Los álbumes anteriores estaban netamente politizados, quería alejarme de todo y para ponerme a prueba decidí componer canciones de amor, cosa que nunca había hecho antes”, comentó el cantante, Michael Stipe, en una entrevista en 1991.

Otro de los cambios que hubo ocurrió cuando Peter Buck se cansó de tocar la guitarra eléctrica y comenzó a incursionar en la mandolina. Así se incorporó este instrumento en un sinnúmero de canciones posteriores. Asimismo, Mike Mills también se atrevió a soltar por un momento su bajo y tocó el órgano en canciones como “Radio Song” y “Low”. El baterista Bill Berry tomó el bajo en “Half a world away” y “Country feedback”.

El álbum fue producido por Scot Litt y se grabó en Bearsville Sound Studios en Woodstock, Nueva York, lugar donde nace “Losing my religion”, el sencillo que contiene una mezcla entre rock y folk, además del riff de mandolina tocado por Peter Buck.

Luego de terminar las grabaciones del disco lanzado por Warner Bros, la banda toma la decisión de no realizar una gira para promocionar el disco, debido a que estaban agotados y priorizaron el bienestar del grupo antes que las ventas. A pesar de eso, se dedicaron a dar numerosas entrevistas con la prensa, visitan diversas radios y también fueron invitados al MTV para promocionar “Losing my religion”, que se transformó en el principal sencillo del álbum. La canción se convertiría en una de las canciones más famosas de R.E.M.

El disco obtuvo tres premios Grammy en 1992 y vendió alrededor de 11 millones de copias en distintas partes del mundo.

“Blue lines” - Massive Attack

Con este disco, la banda británica fue una de las pioneras en explorar el género trip hop, una mezcla entre el soul, funk, R&B, jazz y electrónica. Robert Del Naja, el líder y miembro fundador del grupo, comentó en el documental Live forever: The rise and fall of Brit pop (2003): “Había este tipo de inclinación extraña hacia el americanismo en los acentos y voces, nosotros nunca pensamos en hacer eso. Siempre quisimos sonar como nosotros mismos”.

De la misma manera en que Seattle es conocido como el hogar del grunge, la ciudad portuaria de Bristol se transformó en la casa del trip hop.

En cuanto al trabajo de la portada del disco, fue obra del mismo Robert o más conocido como 3D, quien también se dedica al arte. Además hubo una colaboración con los productores Jonny Dollar y Cameron McVey. Toda la grabación se desarrolló en Bristol, localidad que se transformó en escenario de múltiples bandas vinculadas al trip hop.

“Blue lines” se convirtió en un éxito absoluto en Reino Unido y fue uno de los discos más relevantes de Massive Attack por la creación de un sonido completamente nuevo que jamás se había escuchado antes.

“Screamadelica” - Primal Scream

Antes de 1991 el grupo era conocido como una banda indie que no resaltaba demasiado. Luego, con la llegada de su segundo disco, “Sonic flower Groove”, fueron criticados por no poseer una identidad clara y perdieron un gran número de seguidores debido a que ahora estaban más cerca del rock.

En medio de esa crisis, Alan McGee, un amigo del fundador y vocalista de Primal Scream, Robert Gillespie, le presentó el acid house y las fiestas raves que se volvieron muy populares en la época. Aunque al principio no le pareció un estilo al que podían incorporarse, la banda decide asistir a varios eventos para entender esta nueva cultura. Es así como todos se enamoran del género y sacan un disco nuevo que tiene raíces del house.

En cuanto a la producción, trabajaron con The Orb, Hypnotone, Andrew Weatherall –Dj que conocieron en una fiesta rave- y Hugo Nicolson, bajo la discográfica Creation.

A pesar de los fuertes rumores sobre el excesivo consumo de heroína y otras drogas por parte de los miembros, la banda alcanzó gran notoriedad luego de una gira promocional por Ámsterdam. Éxito que vino gracias a la mezcla de dos mundos: el rave y el rock. Como resultado Primal Scream creó ritmos bailables, con voces distorsionadas y un beat seductor que los llevaron a ganar el primer Mercury Prize en 1991.

“Badmotorfinger” - Soundgarden

El 24 de septiembre de 1991 salió a la venta el tercer disco del grupo estadounidense Soundgarden, misma fecha en que fueron lanzados “Nevermind” de Nirvana y “Blood sugar sex magik” de Red Hot Chili Peppers.

Chris Cornell, vocalista y guitarrista, comentó al respecto en una entrevista de 1992: “Salimos de una escena urbana de bandas como Pearl Jam, Mudhoney, The Melvins y Nirvana, que salieron de una pequeña ciudad, que también era una suerte de escena de grabación”.

La banda originaria de Seattle se aventuró en el rock y al ser contemporáneos al apogeo de Nirvana, el éxito de “Badmotorfinger” se vio opacado. Sin embargo, gracias a estar bajo un mismo escenario y con géneros musicales no tan lejanos, no pasaron desapercibidos.

Al mismo tiempo, los integrantes hicieron hincapié en que todos los grupos formados en esa época tenían sonidos diferentes: “Hay ciertas similitudes, pero si le haces escuchar a alguien que no conoce un disco de Nirvana, un disco de Mudhoney, uno de Soundgarden y uno de Pearl Jam, no tendrán idea de que provienen de la misma ciudad o de la misma escena”, agregó Cornell.

El disco fue producido por Terry Date, bajo el sello discográfico A&M Records, el que no estuvo exento de críticas sobre todo desde la comunidad de la Iglesia católica, debido a la canción “Jesus Christ pose”, polémica que se hizo más evidente cuando el MTV se negó a emitir el video.

Algunas personas sentían que habían mensajes muy agresivos, a lo que el líder respondió: “Solo quiero hacer sonidos que mucha gente no escuchará el resto del día”. Y agregó: “No había discográficas en Seattle buscando contratar a la próxima banda de rock que vendería millones de discos. Eso no ocurrió y esa es la razón por la que la música era tan intensa, porque todos lo hacíamos para entretenernos y hacer buena música.

El álbum fue nominado a los Grammy en 1991 bajo la categoría Mejor Representación de metal y al año siguiente tomaron el puesto 39 de los Billboard Top 200.

“Blood sugar sex magik” - Red Hot Chili Peppers

En su quinto disco, el cuarteto logró levantarse luego de la muerte de su guitarrista, Hillel Slovak, quien falleció producto de una sobredosis de heroína, momento en que Jack Irons decidió retirarse dejando al grupo sin baterista. Los Red Hot Chili Peppers parecían destinados a desaparecer. Sin embargo, al tiempo llegó John Frusciante para encargarse de la guitarra y el resto es historia.

En el programa MTV Essentials (2006) el grupo fue entrevistado por su trayectoria musical. En esa oportunidad el cantante Anthony Kiedis habló sobre el periodo en que llegó John: “Era un sueño para él tocar con nosotros y cuando eso pasó se sintió abrumado, lleno de adrenalina y tras un tiempo con nosotros se convirtió en parte de la familia, él sabe que es un miembro importante”.

La banda contrató a Rick Rubin como productor y decidieron arrendar una mansión donde montaron un estudio de grabación, estuvieron viviendo por 30 días en ese lugar mientras trabajaban para el álbum, aunque el baterista Chad Smith prefirió no quedarse e iba todos los días en motocicleta, ya que pensaba que la casa estaba embrujada porque allí vivió el mago Harry Houdini.

En la grabación incorporó nuevas técnicas como sonidos metálicos, fusión con rap, armonías melódicas y bajos del funk. Con este regreso, los Red Hot Chili Peppers mejoraron el sonido e incluyeron riffs de guitarra propios del heavy metal. Además, utilizaron letras más atrevidas donde tocaron temas como el sexo, las drogas, la muerte y la lujuria. Hasta hoy es uno de los álbumes más populares -sino el más- del grupo y el responsable de su salto a la masividad.

“Use your Illusion” - Guns N’ Roses

La banda estadounidense de hard rock sacó este álbum doble que no tardó en convertirse en un éxito. Los discos marcaron una nueva etapa en su trayectoria. En anteriores trabajos el grupo liderado por Axl Rose, Slash y Duff MacKagan tenía influencias más marcadas del punk y el heavy metal, pero en 1991 el sonido cambió, sumando pianos, cuerdas, orquestas, música clásica, así como elementos del blues, punk rock y rock n’ roll clásico. La banda saltaba a los grandes estadios y se comía el mundo.

En cuanto a la promoción de “Use your illusion I y II”, Guns N’ Roses estuvo tres años de gira, con paso por Chile incluido. El disco se mantuvo por 100 semanas como el número uno más vendido de Billboard y se certificó con siete discos de platino.

Acerca de la portada, fue un recorte de la obra “La escuela de Atenas” (1510) del arquitecto italiano, Rafael Sanzio. Para diferenciar el disco I del II, trabajaron con el pintor Mark Kostabi, quien utilizó diferentes colores sobre la misma imagen.

“Los Tres” - Los Tres

En 1991 la banda originaria de Concepción lanzó su álbum debut, editado bajo el sello independiente Alerce. El disco apareció en pleno inicio de la transición democrática e incluyó canciones como “He barrido el sol”, dedicada a Augusto Pinochet.

Los Tres se consolidó como cuarteto al sumar al guitarrista Ángel Parra y tras el lanzamiento del álbum definen su estilo como una mezcla de sonidos de rock & roll, folclore y pop. A su vez, “Somos tontos, no pesados” fue una declaración de principios de los penquistas, marcando su carácter irónico frente al resto de la escena musical.

En una entrevista para RTU en 1993, “Titae” Lindl contó cómo fueron esos primeros años en cuanto a presupuesto: “Empezamos a tocar en cualquier bar, hicimos vídeos con costo cero”.

Tras aquel debut se transformaron en uno de los grupos más influyentes de la música popular chilena y para 1995 grababan su show acústico para MTV, donde se incluyeron varios temas de ese primer disco.

“Doble opuesto” - La Ley

En 1987 Shia Arbulu partía España y La Ley se quedaba sin cantante. En esa búsqueda, Mauricio Clavería, el baterista, invitó a Beto Cuevas a un ensayo, donde le pidieron que se aprenda la letra de “Desiertos”. Así dieron con la voz esperaban encontrar.

En un comienzo el estilo musical del conjunto tenía como referentes a bandas como The Cure, Duran Duran y The Smiths. Sin embargo, para 1991, La Ley dio un giro y para “Doble opuesto” exploraron una mezcla entre pop y rock, cruce que les permitió alcanzar el éxito y la notoriedad que tanto esperaban.

El disco fue producido por Jorge Melibosky, además de Mario Breuer y Andrés Bobe. Luego en 1993, La Ley participó en el Festival de Viña del Mar, y tras su presentación se les entregó un Disco de Platino por las ventas de “Doble opuesto”.

En el programa No culpes a la noche Cuevas recordó parte de esa época: “Recuerdo toda la ilusión de tener una carrera, de salir y mostrar tu música. Todo era nuevo para mí. Fue una época muy interesante, de muchos desafíos, de descubrirse a sí mismo y de formarse como artista”.

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