La tragedia en que murió el fundador de los clásicos ochenteros Bronski Beat

Steve Bronski (a la derecha), junto a Jimmy Somerville y Larry Steinbachek, el trío que llevó al éxito a Bronski Beat.

El tecladista de la banda que popularizó hits como Smalltown boy, de altísima rotación hasta hoy en el dial FM, y que formó parte de la camada de grupos que llevó el synthpop a su cima creativa y comercial, falleció en un incendio del que no pudo escapar debido a la enfermedad que lo tenía postrado hace tres años.


La semana pasada, una noticia golpeó a las huestes ochenteras que crecieron con el sonido sintético, bailable, sugerente y abiertamente gay de principios de los 80. Steve Bronski -tecladista y fundador de Bronski Beat, grupo célebre por el falsete al límite del cantante Jimmy Somerville y por hits de altísima rotación FM como Smalltown boy y Why?- falleció el martes 7 por razones que en ese minuto no fueron difundidas.

De hecho, sus fanáticos se enteraron de la partida del músico por voz y texto de su excompañero, el propio Somerville, quien dos días después en su cuenta de Twitter escribió que estaba “triste por saber que Steve ha muerto”, y lo describió como “un hombre muy talentoso y muy melódico”.

Pero esta semana, el periódico inglés The Guardian informó que el fallecimiento de Bronski -ni más ni menos que el hombre que además bautizó al conjunto- se debió a una tragedia: su departamento en Berwick Street, Londres, se incendió, y el artista no pudo escapar.

Así lo reveló quien se encargaba de su cuidado, la cantante de gospel Josephine Samuel, contando que el tecladista había sufrido hace tres años un derrame cerebral que lo tenía no sólo inmovilizado, sino que también sumergido en una severa depresión. Bronski no salía de su casa y pasaba sus días encerrado disfrutando de la música y la televisión.

“Debido a que había sufrido un derrame cerebral, le costó levantarse. Murió por inhalación de humo cuando empezó el incendio“, subrayó Samuel.

Además, dijo que lo recordaba como “gentil, tranquilo y amable, y un músico talentoso. Me mencionaron en algunas de las canciones que escribió pero nunca lanzó”. Todo ello en referencia a la serie de flores, cartas, objetos y fotos que varios seguidores han ido a dejar en las afueras del edificio donde se produjo el siniestro.

La policía ha calificado el incendio como “no sospechoso”, aunque para la cuidadora de Bronski -a quien conocía desde los 16 años- el drama tiene una etiqueta mucho más profunda: “Su muerte es como una pesadilla para mí, porque llevo años a su lado. Estamos esperando registrar la muerte antes de que su cuerpo sea llevado a Escocia para su entierro “.

Nacidos precisamente en Londres, Bronski Beat se convirtió en una pieza de éxito dentro de la armada de músicos que llevaron los teclados, los sintetizadores y los ritmos computarizados a su estatus más alto de masividad y fulgor creativo, contemporáneos en rankings de nombres como Depeche Mode, Gary Numan, New Order, Soft Cell, OMD o The Human League.

Lo de ellos no sólo apuntaba a un mundo deshumanizado diseñado desde las pistas de baile, sino que a partir de ahí a una liberación de las barreras que habían regido estrictamente la sociedad, apelando a la diversidad sexual, social y racial. Era la celebración de quienes siempre se sintieron aparte y excluidos, ahora con ganas de festejar sus vidas gracias a la comunidad, la inclusión y la tolerancia.

Pese a ello, muchos grupos sufrieron quiebres y metamorfosis, algunos sorteando mejor que otros el avance del decenio, los giros en la industria, y los cambios en la propia sociedad. De hecho, Somerville abandonó Bronski Beat en 1985, cuando estaban destinados a un éxito comercial mayor, formando otra banda de suceso para esos días, aunque de sonido mucho más pop: The Communards.

Bronski Beat siguió sobreviviendo con una alta rotación de vocalistas, mostrándose activos con distintas formaciones incluso hasta 2018, con el fallecido Steve Bronski siempre a la cabeza, entre shows y material renovado. Pero parece que la historia ha llegado a su punto final. Un clásico de los 80 ha dicho adiós.

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