“Nunca mezclamos la música con la política, nunca”: Benjamín Mackenna, las claves del alma de los Quincheros

El músico, que fue líder de los Huasos Quincheros por más de 60 años, deja un legado marcado por su difusión del folclor tradicional chileno en base a un trabajo de una factura elegante. Quienes le conocieron detallan su personalidad rigurosa, exigente y profesional en el escenario. También se empeñó por mantener al grupo en una posición política neutra, que algunos cuestionan por su trabajo de asesor del régimen militar y su participación en la franja del Sí.


Durante la tarde del sábado se anunció el fallecimiento de Benjamín Mackenna, ex-lider de la agrupación Los Huasos Quincheros, a los 88 años.

Aunque el grupo comenzó su labor en 1937, Mackenna se unió a la agrupación en el año 1958 y asumió el rol de líder en el año 1965, luego de la salida de Carlos Morgan. El músico se mantuvo en el puesto por 60 años. Durante su trayectoria con la agrupación, se presentaron en más de 70 países llevando un estilo del folklore chileno más tradicionalista a varios rincones del mundo.

Mackenna lideró el grupo durante los periodos en los que surgió la Nueva Canción Chilena, y los ritmos folclóricos se mezclaban con la política de la época en un periodo altamente polarizado. Declaraba el mismo Mackenna en un manifiesto publicado por La Tercera en el año 2017: “Los Huasos Quincheros son parte de la expresión campesina. Después surgió un grupo de gente que quería expresar otro tipo de sentimiento, pero nosotros no somos parte de eso.”

Acaso por ese vínculo con la canción más tradicional, muy diferente a lo que realizaba la Nueva Canción Chilena con su rescate del mundo popular, la agrupación de alguna forma estuvo asociada a un público conservador. El repertorio de sus presentaciones en vivo muchas veces contaba con El patito, canción a la que le cambiaban la letra con alusiones a la contingencia política.

El Patito se hizo especialmente polémico en momentos de tensión. Recordada es la ocasión en que los organizadores de la edición del Festival de Viña de 1973, marcada por la polarización política de la época, pidieron al grupo que la omitieran del repertorio que presentarían en esa ocasión. Mackenna protestaría la petición, y posteriormente su presentación dentro del certamen viñamarino sería suspendida.

Después del golpe de estado de 1973, Mackenna fue uno de los colaboradores del nuevo gobierno en el área cultural. En los primeros años del régimen se difundió una nueva versión de El patito, a tono con lo ocurrido en aquellos días. Durante los años siguientes el grupo fue un número recurrente en TV y en actos oficiales, y en 1988, Mackenna participó en la franja del Sí.

Pero a pesar de todo esto, Benjamín Mackenna siempre negó que la agrupación tuviera una inclinación política particular. “Nunca buscamos que nos relacionaran con el gobierno de Pinochet. Trabajé un año y medio en el gobierno militar para que la música chilena no se perdiera en la radio. Me declaré pinochetista y luego participé en la campaña del Sí, pero los Huasos Quincheros como conjunto siempre mantuvieron distancia con la política. Yo estaba alineado con un movimiento que contaba con todo mi entusiasmo. Ese fue un período notable, el país no soportaba más. Ahora es una etapa pasada. Los problemas de derechos humanos son imperdonables”, señalaba en el mismo manifiesto.

Aseveración de neutralidad que cuestiona el historiador musical Ignacio Ramos. En conversación con Culto, el investigador señala que “muchos de los álbumes publicados por el conjunto desde el año 1973 en adelante desarrollaron temas alrededor de las grandes figuras históricas”, una idea, dice, a tono con el ideario impulsado desde el nuevo régimen.

Exigente y profesional

El folclorista anunciaría su retiro de la agrupación a través de las redes sociales en el año 2018, pasando el liderazgo a Antonio Antoncich. Este lo recuerda como un amante de la música tradicional chilena y “un hombre muy exigente, porque vivía y respiraba Quincheros las 24 horas del día. Entonces, fue un agrado porque se aprendió mucho de él; él me entregó el conjunto a mí, y ahora aporto al conjunto todo lo que aprendí de él. Fue muy generoso en ese sentido”.

José Vicente León entró como el “quinto quinchero”. Reemplazaba a uno de los cuatro miembros en caso de ausencia, en 2014 y tomó el rol de Mackenna dentro de la agrupación cuando este anunció su retiro de la actividad musical. “Siempre mostró ser un profesional en el escenario, dando consejos a todos, y preocuparse de que siempre uno tuviera la confianza suficiente. Yo siempre tuve el apoyo de ellos para todas las actuaciones, así que ese momento fue super importante para él.

Reflexionando sobre su legado, su líder actual mantiene la afirmación de la neutralidad política del grupo, negando también alguna inclinación hacia un sector u otro. “La verdad es que los Quincheros, bajo la batuta de Benjamín, siempre separamos las cosas.” Según Antoncich, “cada uno de los Quincheros ha tenido históricamente siempre una posición política, que podía ser distinta o no. Pero como grupo, nunca mezclamos la música con la política, nunca.”

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