Su nombre es sinónimo de una larga trayectoria y de un extenso recorrido en tablas, cine y la TV chilena. Gabriela Medina es una de las actrices más destacadas del medio local y se ha consagrado como un nombre insoslayable en la escena nacional.

La misma intérprete que ha fallecido este lunes 16 a los 89 años de edad. Medina, además, es parte de una voluminosa estirpe de figuras vinculadas al mundo de la actuación.

En su juventud tuvo una relación amorosa con el director de teatro y cantante Víctor Jara. “Es que éramos muy chicos, yo tenía 15 años y a él nadie lo conocía. Pololeamos como cuatro o cinco años y después nos perdimos de vista. Nos encontramos mucho tiempo después cuando coincidimos el año 71 en una gira. Le conté que mis hijos no me creían que habíamos pololeado. Entonces tomó una revista que andaba trayendo y les escribió: ‘Hijos de la Gaby, es cierto, yo pololeé con su mamá’”, dijo una vez.

Su primer matrimonio fue con el locutor Manuel Berríos con quien tuvo a sus primeros tres hijos y luego con el actor César Arredondo. Sus hijos son María Gabriela, José Luis, el también actor Claudio Arredondo, Patricia Eugenia, Marcela Paz y Alejandra. Es abuela de la también actriz y actual ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo.

Sus mayores éxitos los alcanzó con los papeles secundarios en varias películas como Coronación, Negocio redondo, Sub Terra, Machuca y 03:04 Terremoto en Chile. Eso sí, gran parte de su popularidad se la debe a las telenovelas, apareciendo en éxitos como Ángel Malo -donde interpretó a la mamá de Nice (Carolina Arregui)-, A la Sombra del Ángel, Playa Salvaje y Reserva de familia, además de su paso por la serie Los 80, de Canal 13, donde encarnó a Imelda, una señora afín a la dictadura militar.

Su mayor éxito en teatro fue en 1976 con La familia de Marta Mardones, de Fernando Cuadra, de la compañía de Teatro Teknos de la Universidad Técnica del Estado.

La noticia fue confirmada a través de la cuenta oficial de Chile Actores.

“Lamentamos informar el sensible fallecimiento de Gabriela Medina, figura fundamental del arte chileno. Con más de sesenta años de trayectoria y un férreo compromiso con la dignidad del oficio actoral, Gabriela dejó una huella imborrable”, dice el texto.

Su recorrido

Desde los siete años, Gabriela Medina se sintió actriz. Aunque su madre, modista de teatro y ópera, la impulsó a estudiar pedagogía, su pasión por la actuación la llevó a unirse a Teknos a principios de los sesenta. Con esta compañía, recorrió Chile, acercando el teatro a públicos diversos.

De hecho, aunque su madre no quería que se dedicara al rubro, de alguna manera influyó: su labor como modista de actores hizo que Medina conociera la trastienda del mundo actoral y escenográfico, enamorándose de la actividad.

Debutó profesionalmente en la obra Pan caliente, de María Asunción Requena, integrando el elenco del grupo Teknos, del teatro de la Universidad Técnica del Estado. En la compañía, compartió con otros emblemas de esos años, consolidados luego como íconos actorales, como Sonia Viveros, Maité Fernández, Gladys del Río y Luis Alarcón entre otros.

En 1973, Medina mientras actuaba en una obra junto a Elena Moreno, estalló el golpe de Estado de 1973, y rápidamente continúo en el Teknos, lo que marcó el exilio de varios actores del país. En 1976, vive uno de sus mayores triunfos teatrales: su actuación -ya está dicho- en La familia de Marta Mardones, de Fernando Cuadra. Su papel logró gran reconocimiento artístico y recibió el Premio Chilena Consolidada a la mejor actriz.

“Defensora incansable de los derechos de los artistas, Gabriela trabajó por la dignidad actoral. La Sala 1 del Teatro Sidarte lleva su nombre en reconocimiento a su labor sindical y social”, dicen desde Chile Actores.

En 2024, recibió el Premio Caleuche a la trayectoria actoral. Su carrera también fue reconocida por el APES (2011), el Premio Cine Chileno (2013), la Embajada de Chile en Suecia y el Teatro Experimental de la Universidad de Chile.