Proyecto Stella: un estudio de conservación en Chile

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Isfahan III, fotografía con luz UV. Colección MSSA. Foto: Josefina López O. © [1968] Frank Stella / Artists Rights Society (ARS), New York. Gentileza: MSSA/ Frank Stella.

Con un fondo de 140 millones entregado por Getty Foundation, el Museo de la Solidaridad está trabajando en torno a la obra de Frank Stella y capacitando a conservadores latinoamericanos.


La conservación de las pinturas sobre tela ha sido una preocupación a nivel mundial durante décadas. La técnica está presente en grandes y pequeñas obras, con cuidados que van actualizándose acorde a los tiempos. Con el objetivo de capacitar a los conservadores en este tema, desde el año pasado Getty Foundation realiza Conserving Canvas, un programa de apoyo para que instituciones de todo el mundo tengan la posibilidad de estudiar los problemas estructurales de las pinturas sobre tela.

El Museo de Bellas Artes de Houston y la National Gallery de Londres han sido algunas instituciones apoyadas con el programa, pero este año por primera vez Getty Foundation benefició a una institución chilena: el Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA), quienes recibieron un fondo de 140 millones de pesos para emprender el Proyecto Stella, una iniciativa de un año de duración en la que el museo trabaja en torno a la obra Isfahan III, del artista estadounidense Frank Stella.

Nacido en 1936 en la ciudad de Malden (EE.UU), Frank Stella estudió historia en la Universidad de Princeton y posteriormente se acercó al arte, al mudarse a Nueva York en 1958. Su obra se caracteriza por su colorido y por las figuras geométricas pintadas en lienzos con formas poco tradicionales.

Considerado uno de los artistas vivos más importantes de América, su trabajo abarca desde pinturas minimalistas hasta esculturas de vocación maximalista.

Fue en 1972 cuando Stella donó Isfahan III al Museo de la Solidaridad. La obra es la única de la serie Protactor que se encuentra en Latinoamérica y sus dimensiones son de 315 x 645 cm. "Corresponde a una etapa de su producción muy experimental de Stella, en la cual venía trabajando con pintura fluorescente y desarrollando composiciones en torno a planos de ciudades de Medio Oriente", cuenta Claudia Zaldívar, directora del MSSA.

La llegada de la obra de Stella a Chile, así como las donaciones de otros artistas estadounidenses, fue una gestión realizada por la crítica de arte Dore Ashton desde Nueva York. "Isfahan III llegó a Santiago enrollada y separada de su bastidor", cuenta Caroll Yasky, encargada de la Colección del MSSA. La obra se exhibió por primera vez en 1973 en la segunda muestra del MSSA hecha en el MAC de Quinta Normal. Su más reciente exhibición fue en 2017 en la exposición Utopía y Crisis.

Historia y restauración

El Proyecto Stella consta de tres etapas que el MSSA está desarrollando entre este y el próximo año. La primera tuvo al especialista en bastidores, Antonio Iaccarino, dirigiendo un taller en el que participaron diez conservadores y técnicos de distintos museos de América del Sur. En septiembre, llegaron desde EEUU dos conservadoras especialistas en la obra de Stella: Christine Fröhner y Kamila Korbel, quienes trabajaron con especialistas de museos chilenos y discutieron el diseño del nuevo bastidor. Finalmente se trabajó la construcción del armazón nuevo para Isfahan III, diseñado por Iaccarino y realizado por el taller ProFábrica bajo supervisión del artista Patrick Steeger.

Desde su llegada a Chile, la obra de Stella ha sido manipulada en diversas ocaciones. Luego de ser exhibida en 1973, al año siguiente el lienzo fue desmontado y resguardado en el MAC. Sin embargo, el bastidor de la obra desapareció. La tela permaneció en el subterráneo del MAC, entre 1985 y 1991, en condiciones de humedad y poca ventilación, y luego fue trasladada al Museo de Bellas Artes, donde fue nuevamente exhibida con un nuevo bastidor.

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Durante cinco días, conservadores y restauradores trabajaron con el especialista italiano Antonio Iaccarino.[/caption]

En 1999 se le realiza un nuevo soporte, y la obra viaja y retorna a Chile, siendo parte de exposiciones en Sao Paulo, Curitiba y Turín.

"Sobre esta base de antecedentes establecimos un modelo de trabajo colaborativo entre profesionales de la conservación y técnicos en madera para evaluar conjuntamente el mejor tratamiento para la obra", explica Caroll Yasky.

Conservadores y especialistas de Chile, Argentina y Colombia participaron de las actividades con Iaccarino, quien trabaja en torno al concepto de "pintura libre, pintura feliz", a través de un sistema que libera la pintura de clavos. El sistema, ya aplicado en otras obras como The Battle of Waterloo, de Jan Willem Pieneman, se aplicará ahora a la obra de Frank Stella.

"El nuevo bastidor está adaptado con precisión a la forma que la pintura ha ido asumiendo a lo largo del tiempo, para no causar más deformaciones de la obra" señala Iaccarino. En junio de 2020, el especialista en bastidores volverá a Chile para revisar el estado de conservación de la obra de Stella.

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