Contradictorias señales sobre futuro de TVN
Llamó la atención que el gobierno haya insistido en designar a un dirigente político en la presidencia del canal, cuando la crisis por la que atraviesa TVN reclama sobre todo un perfil técnico, que dé viabilidad a una señal pública.

Luego de la renuncia de Francisco Vidal a la presidencia de TVN -producto de sus polémicos dichos en contra de la candidatura de José Antonio Kast-, el Presidente Gabriel Boric designó en su reemplazo a Jaime Gazmuri (PS), una nominación que tomó por sorpresa considerando la avanzada edad del nuevo timonel -81 años- y porque se ha insistido con un perfil marcadamente político, en circunstancias que desde el propio gobierno se había señalado que se estaba en búsqueda de un perfil técnico para hacer frente a la situación financiera del canal y fortalecerlo como medio multiplataforma.
El canal cerró el año 2024 con las mayores pérdidas de su historia -superando los $18 mil millones-, y de acuerdo con el estado de resultados al primer semestre de este año, los números rojos se han logrado atenuar en parte, pero aun así las pérdidas ascendieron a más de $7.500 millones. En la última década TVN solo ha registrado números azules en el período 2020-2022 -destacando el 2021, con ganancias que superaron los $8 mil millones-, lo cual ha sido el resultado de la combinación de malas decisiones programáticas, deficiencias en gestión y abrupta caída del avisaje en los medios de comunicación, todo ello amplificado por nuevos competidores que han colocado fuerte presión a la TV tradicional.
A la luz de lo anterior resulta evidente que la situación financiera del canal se encuentra en un punto crítico -sus propios directores han reconocido que bajo el actual modelo se hace imposible su viabilidad económica-, y solo ha logrado mantenerse a flote gracias a las millonarias capitalizaciones de que ha sido objeto en años previos y al cuantioso crédito con aval del Estado que ha recibido -por $12 mil millones, sin que exista certeza de que pueda restituir estos fondos en el futuro-, lo cual además de subsidiar una estructura que claramente no es rentable, constituye un privilegio que ningún otro medio de comunicación posee, los que deben ingeniársela para poder solventarse.
Si bien Gazmuri cuenta con una dilatada trayectoria en el ámbito público, y entre las variadas funciones que ha desempeñado se cuenta haber sido parte del directorio de TVN, es claro que sus competencias no están en la industria televisiva ni tampoco en el ámbito de la gestión, una dimensión que el canal requiere fortalecer en forma urgente dada la magnitud de la crisis que enfrenta. Su designación, por tanto, parece responder a un intento del gobierno por salir del paso del lío que generó la situación de Vidal, sugiriendo que en lo que resta de este mandato la administración de TVN probablemente apostará por la continuidad, sin arriesgar grandes cambios estructurales.
La señal que ha enviado el Ejecutivo resulta así muy contradictoria, porque en vez de emprender desde ya cambios estructurales que hagan viable un canal público -una bandera que constantemente ha levantado este gobierno-, en cambio parece conformarse con la idea de traspasar el problema de TVN a la próxima administración. El proyecto de ley que busca modernizar TVN -que entre otros aspectos contempla un endowment de US$ 30 millones para financiar la señal cultural- en ningún caso parece suficiente para remediar la profunda crisis en que se encuentra el canal, y la tardanza en llenar la vacante que dejó Adriana Delpiano en el directorio de TVN -quien asumió como ministra de Defensa- es otra señal más de lo que parece ser una despreocupación por el futuro del canal.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
3.
4.
Promoción 75 aniversario: suscríbete hasta el 2 de octubre y participa del sorteo por 2 pasajes a B.Aires ✈️
Plan digital + LT Beneficios$1.300/mes SUSCRÍBETE