Tenía que suceder una hecatombe para que el Liverpool no se convirtiera en el campeón de la Premier League. Considerando la distancia que logró establecer con sus perseguidores, era cosa de tiempo la consagración de los Reds. Pudo ser a mitad de la semana pasada, sin jugar, si es que el Arsenal perdía con Crystal Palace. Pero como los Gunners empataron, la vigilia se estiró. Pero, este domingo, el equipo de Anfield tuvo en sus manos la coronación y no falló. Goleó 5-1 a un Tottenham con la mente puesta en las semifinales de la Europa League, para por fin celebrar en su cancha y con su público.

En la era Premier, el único título que había logrado fue en la temporada 2019-2020, época de plena pandemia, en la cual el fútbol era a puertas cerradas. Ahora fue distinto. Cinco años después, con su icónico escenario albergando una definición y con glorias de la entidad como Kenny Dalglish e Ian Rush en las tribunas. Mejor, imposible.

El Liverpool tenía una temporada desafiante por delante. No solo por las competencias que tenía que enfrentar, sino que principalmente por el cambio en la dirección técnica. Jürgen Klopp se convirtió en una leyenda en los Reds, ganando la liga inglesa y la Champions League, por ejemplo. Por lo tanto, quien fuera su sucesor iba a tomar un fierro caliente. Lo hizo Arne Slot. El neerlandés de 46 años llegó precedido de buenas campañas en el Feyenoord y tenía la misión de renovar el proyecto, tras los nueve años del alemán al mando y una última era con notorio desgaste.

Slot se convirtió en el quinto entrenador de la historia de la Premier League en alzarse con la corona en su primera temporada. “En el momento en que supe que me convertiría en el nuevo entrenador aquí, ya es un momento del que te sientes muy orgulloso: formar parte de un club tan grande. Ahora, formar parte de la historia de este club es algo con lo que creo que solo podría haber soñado hace dos, tres o cuatro años... El único momento en el que me emocioné hoy (domingo) fue cuando llegamos al estadio, para ver lo que significaba para la afición”, dijo tras el duelo ante los Spurs.

El más ganador de Inglaterra

Los Reds hicieron algo no menor: cortar el reinado del Manchester City. Los Ciudadanos se habían convertido en los dueños de la liga, siendo tetracampeones de la mano de Pep Guardiola, un récord de campeonatos consecutivos. Pero esta temporada todo cambió, porque el elenco de Anfield pisó fuerte desde el inicio y el City ha tenido una campaña discreta. Pocos auguraban que el ganador de la Premier iba a definirse cuatro fechas antes del final.

Además de esto, el club propiedad de los norteamericanos de Fenway Sport Group alcanzó su vigésima estrella en la primera división inglesa, lo que le permite igualar al Manchester United como el más ganador de la liga más competitiva del mundo (los Diablos Rojos no son campeones desde 2013). El podio de los equipos con más ligas lo completa el Arsenal, con 13. La sequía de los Gunners es más profunda, porque no son los monarcas desde 2004.

Una de las virtudes del Liverpool campeón es que siempre contó con una clara columna vertebral: el eficiente Alisson Becker en el arco, un zaguero central top como Virgil van Dijk, laterales de ida y vuelta como Trent Alexander-Arnold y Andy Robertson, un mediocampista central moderno como Alexis Mac Allister, la magia de Mohamed Salah y la irreverencia de Luis Díaz. Slot hizo un cambio atrevido, al poner como “9 falso” al colombiano y le resultó. El damnificado fue el uruguayo Darwin Núñez, quien tiene a la vista la puerta de salida.

La gran estrella del monarca es el egipcio Salah. El africano, quien recientemente renovó su vínculo con los Reds, destacó con luces propias en esta Premier. Es el líder de la tabla de goleadores, con 28 anotaciones, y también encabeza la tabla de asistencias, con 18. Ha tenido incidencia directa en 46 de los 80 goles del equipo en la liga, lo que corresponde al 57,5%. En este curso se volvió a ver a un crack mundial.

Aunque ya no esté, el aura de Jürgen Klopp permanece. De hecho, el DT Arne Slot le rindió un homenaje durante los festejos, recordando cuando en la despedida del germano presentó con efusividad al neerlandés. “Por lo que hizo incluso antes de que yo llegara aquí. Creo que es algo que ningún técnico ha hecho antes. Pero aparte de eso, me ayudó aún más gracias al equipo que dejó y la cultura que dejó. La cultura del trabajo duro ha sido increíble y esa es una de las razones pos las que hemos podido lograr lo que hemos logrado”, selló el técnico del campeón.