Francisco Sierralta fue el villano de la caída de la Roja frente a Bolivia. O el principal de los varios a los que se puede apuntar después de una actuación desastrosa, que terminó sintetizando una campaña igual de paupérrima en las Eliminatorias, que le costó a Chile quedarse fuera del tercer Mundial consecutivo.

El defensor, quien acordó su llegada al Auxerre, de Francia, después de pasar por el Watford, en Inglaterra, fue expulsado en los 54′ por una violenta infracción. Justo cuando la Roja necesitaba sacarle provecho al hombre de más que tenía en el campo de juego.

De poco sirve: el sentido mea culpa de Francisco Sierralta

El defensa sabe que cometió un serio error. Y ofrece disculpas. “A la gente y, sobre todo, a mis compañeros, por dejarlos con jugador menos en un campo muy difícil”, sostiene en la historia que publicó en su cuenta en Instagram.

“Asumo toda la responsabilidad y las críticas por este error. Es mi primera expulsión y justo pasó en el escenario menos deseado”, añade, en relación al contexto y a las consecuencias que generó la equivocación que admite.

“Me duele el alma haber cometido ese error. Voy a trabajar para que esto no vuelva a pasar”, se compromete, en relación a un yerro que terminó siendo crucial para sentenciar la suerte de la Selección en las Eliminatorias.

Para el final, dejó espacio a una reflexión. “Uno se cae y se levanta. Y prometo aprender de este error”, concluye.