Por Christian GonzálezUn centenario para el olvido y lleno de errores: las claves para entender el paupérrimo 2025 de Colo Colo
Los albos coronaron un año desastroso quedándose fuera de la Copa Sudamericana. La derrota frente a Audax Italiano en el Monumental terminó siendo el corolario de un período que partió lleno de ilusiones y que finalizó plagado de decepciones.

2025 tenía que ser el año perfecto para Colo Colo. Los albos venían de obtener el título en la temporada anterior, con el añadido de que habían remontado la considerable ventaja que les llevaba Universidad de Chile. También habían realizado una convincente Copa Libertadores, de la que los sacó el River Plate de Marcelo Gallardo.
El calendario era especial, también, por tratarse de una efeméride. El 19 de abril, los albos cumplieron 100 años de existencia, una instancia siempre simbólica para cualquier institución. En Macul no fueron pocos los que proyectaron la forma ideal de festejarla: replicando el título de la Copa Libertadores que habían conseguido en 1991, la única en la historia del fútbol chileno.
Un centenario para el olvido y lleno de errores: las claves para entender el paupérrimo 2025 de Colo Colo
Los albos terminaron lamentándose. Ni siquiera fueron capaces de hacer su parte de la tarea ante Audax Italiano. En Chillán, Ñublense les daba una ayuda venciendo a Cobresal. Clasificar a la Copa Sudamericana dependía exclusivamente de los dirigidos por Fernando Ortiz. Pero los albos, una vez más, no rindieron de acuerdo a lo que se esperaba. No hicieron su tarea. Para peor, Eduardo Vargas y Leonardo Valencia fueron los encargados de amargarles la tarde. Recién en el segundo, más por desesperación, el Cacique despertó para intentar revertir su suerte. Para corregir lo que no había sido capaz de realizar en todo el año. Tampoco pudo.
Ya son lejanos los días en que en el Monumental sobraba el optimismo. En los que Jorge Almirón posaba con gafas oscuras y un puro en la boca. O en que Aníbal Mosa era comparado con Florentino Pérez y le pedían fotos por el nivel de las contrataciones que habían conseguido los albos.

Hoy, de hecho, esa consideración funciona como boomerang. Colo Colo no consiguió ninguno de sus objetivos, teniendo la planilla más cara de su historia, a razón de 1.200 millones mensuales: fue eliminado en la Copa Chile, en la Copa Libertadores no pasó la fase de grupos ni tampoco entró en la Copa Sudamericana. El fracaso le costó el puesto a Almirón (otra decisión dividida) y permitió el arribo de Ortiz. El estreno fue el peor posible: derrota en la Supercopa ante la U. Otro objetivo que se diluía, y de la forma más dolorosa. El extécnico del América alcanzó a encantar a varios, pero falló en la recta final. Su permanencia se revisará, aunque le favorece el bajo costo.
En la Liga de Primera terminó octavo y ni siquiera le alcanzó para conseguir un puesto en el segundo torneo continental en orden de importancia. Lo más sintomático es que Arturo Vidal y Claudio Aquino, los jugadores más caros de la plantilla, terminaron en la banca. Sebastián Vegas, otro que llegó con chapa de estelar y sueldo en proporción, los acompañó en la espera. Un completo fiasco. La eliminación del contexto internacional conduce a presumir que se implementará un profundo ajuste. Básicamente, para que los números calcen y evitar un descalabro.

Una tragedia y los clásicos enredos
Hay quienes sitúan en el 10 de abril, nueve días antes del aniversario institucional, el inicio del descalabro. En esa jornada, Colo Colo recibía a Fortaleza, en el estadio Monumental. La jornada terminó siendo una tragedia. En las afueras, dos menores de edad murieron producto de graves incidentes. En el interior, la invasión al campo de juego en represalia obligó a la suspensión del encuentro. El Cacique fue castigado con cinco duelos internacionales sin recibir público (ha cumplido dos) y una cuantiosa multa. Para mayor desgracia, la semana pasada, el TAS rechazó la apelación que habían presentado.
Ese mes terminó, además, con los clásicos enredos directivos. Los estados financieros de Blanco y Negro fueron rechazados, en un nuevo signo de la inestabilidad en la concesionaria que administra al club más popular del país y de la enconada lucha entre los bloques que se disputan el poder. Recién en noviembre la CMF vino a zanjar la discusión y, en definitiva, a tranquilizar a Mosa en la testera.
La disputa por la capacidad de la remodelación del estadio Monumental es otra muestra de la división entre las partes. Mosa y sus cercanos, a los que habría que sumar al Club Social y Deportivo, que tiene dos votos, prefieren un escenario para 60 mil personas. El denominado Bloque Vial opta por uno más pequeño: para 50 mil espectadores. Hasta el momento, el proyecto está en la maqueta que se presentó en la conmemoración en que terminó transformándose el centenario institucional y en el compromiso de licitar la firma que gestionará el naming rights.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
3.
Plan digital + LT Beneficios por 3 meses
Infórmate para la segunda vuelta y usa tus beneficios 🗳️$3.990/mes SUSCRÍBETE

















